France 24 reseña ‘The Bibi Files’, un nuevo documental de los cineastas Alexis Bloom y Alex Gibney, que muestra imágenes nunca vistas de la Policía israelí interrogando al primer ministro, Benjamin Netanyahu, a su familia y a su círculo íntimo sobre acusaciones de corrupción. El documental se proyectó el lunes 9 de septiembre en el Festival de Cine de Toronto 2024, horas después de que un tribunal de Jerusalén rechazara una petición de Netanyahu para bloquear la proyección.
Benjamin Netanyahu, conocido como Bibi, toma un vaso de agua que hay sobre la mesa. Parece relajado, ligeramente encorvado con su traje y corbata, un gran mapa de Medio Oriente en la pared detrás de él realza el poder y el prestigio de su cargo como primer ministro israelí.
“¿La pidió usted?”, le pregunta un investigador de la Policía que no se ve.
Netanyahu sorbe el agua. “¿Para qué?”, el primer ministro se muestra tan indiferente que hay que recordarle cuál es el tema de discusión durante una investigación policial.
“Una bolsa”, le recuerdan pacientemente.
Otro sorbo. “Tal vez. No me acuerdo”.
“¿Y si te dijéramos que sí?”
“Eso pregunté, ¿y qué?”.
El objeto del desprecio de Netanyahu es una bolsa opaca que el primer ministro presuntamente había solicitado para ocultar una caja de puros Cohiba, cuyo precio ronda los 1.100 dólares, que recibió de un multimillonario israelí.
Es uno de los muchos cartones de puros -denominados “hojas verdes” por el personal de Netanyahu- y botellas de champán -apodadas “rosas”- que el primer ministro y su esposa, Sara Netanyahu, habrían recibido de sus ricos “amigos” israelíes.
La escena se desarrolla en un nuevo documental, ‘The Bibi Files’, que presenta imágenes nunca antes vistas de los interrogatorios de la Policía israelí que condujeron a la acusación de Netanyahu en noviembre de 2019 por cargos de corrupción.
La película de Alexis Bloom y Alex Gibney tendrá sus primeras proyecciones, como trabajo en curso, los días 9 y 10 de septiembre en el Festival de Cine de Toronto 2024.
Se proyectó en el festival el lunes 9 de septiembre, pocas horas después de que un tribunal de Jerusalén rechazara una petición de Netanyahu para bloquear la proyección.
A lo largo de dos apasionantes horas, ‘The Bibi Files’ desvela imágenes filtradas de los interrogatorios policiales a Netanyahu y a su familia, amigos y personal, así como a un exministro de Finanzas israelí.
Un grupo de expertos, entre ellos antiguos altos funcionarios israelíes, entreteje escenas de codicia humana y compromiso moral en una crónica comprensible.
¿Cómo ha contribuido el goteo constante de puros caros, champán y pulseras con incrustaciones de diamantes al estado actual de Medio Oriente? ¿Tienen los objetos de lujo, con nombre en clave y escondidos en bolsas, algún significado en comparación con los habitantes de Gaza, moribundos, desplazados y desesperados tras casi un año de bombardeos israelíes? ¿Pueden valorarse frente a la angustia de las familias israelíes que siguen sin ver a sus seres queridos secuestrados durante el ataque de Hamás del 7 de octubre y llevados a Gaza?
‘The Bibi Files’ une los puntos, ofreciendo piezas, examinándolas y encajándolas en el rompecabezas político de Medio Oriente. El resultado es una historia casi shakesperiana de la presunta actuación de un hombre y de cómo puede diseminar el cuerpo político de una nación en guerra, una vez más, contra un pueblo sin patria.
Miles de horas de grabaciones filtradas
Los interrogatorios policiales en los que se basa la narración de ‘The Bibi Files’ se grabaron entre 2016 y 2018 y nunca se han hecho públicos en Israel debido a las leyes de privacidad.
Las imágenes se filtraron a Gibney a principios de 2023, antes de que estallara el ataque del 7 de octubre y la posterior guerra de Gaza. Cuando el documentalista ganador de un Oscar recibió las cintas, Israel estaba siendo testigo de protestas masivas contra la promoción del Gobierno de Netanyahu de las reformas para dar al Ejecutivo un mayor control del Poder Judicial, en particular del Tribunal Supremo.
“Fue justo en la época en que Netanyahu intentaba cambiar el papel del Poder Judicial en Israel. Eso, para mí, supuso una conexión inmediata en términos de su intento de eludir las consecuencias de la acusación contra él. Así que ya estaba conectado con algo más grande que un simple registro del interrogatorio sobre el juicio”, dijo Gibney, coproductor del documental, en una entrevista unos días antes de la proyección en el festival de cine.
El juicio por corrupción de Netanyahu, que sigue su curso, incluye tres casos, enumerados como 1.000, 2.000 y 4.000.
El caso 1.000 se refiere a supuestos sobornos y abuso de confianza por los exorbitantes regalos que el multimillonario israelí de Hollywood Arnon Milchan y el magnate australiano James Packer hicieron a Netanyahu y su esposa a cambio de presuntos favores políticos.
El caso 2.000 se refiere a la negociación a favor del propietario del diario israelí Yedioth Ahronoth contra un periódico rival, supuestamente a cambio de una cobertura favorable.
El caso 4.000 también se refiere a un presunto soborno y abuso de confianza por un “trato recíproco” a cambio de cobertura mediática positiva, esta vez con el entonces propietario del popular sitio de noticias Walla.
Los interrogatorios grabados duran “miles de horas y no los hemos visto todos porque hay un árbol genealógico muy elaborado, llamémoslo así, relacionado con los distintos casos. Y algunas de las personas interrogadas son actores secundarios”, explicó Bloom, que dirigió el documental. “Pero sí vimos a todos los personajes centrales y, lamentablemente, no pudimos incluirlos a todos”.
“Sus pruebas son una basura absoluta”
Los personajes que se enfrentaban a los interrogadores de la Policía israelí fueron informados de que estaban siendo grabados y de que sus testimonios podrían ser utilizados en los tribunales. No sabían, por supuesto, que sus sesiones serían vistas, años más tarde, por espectadores de medio mundo.
A lo largo de sus interrogatorios policiales, muestran una arrogancia o un remordimiento que a menudo se corresponden con su riqueza y poder, y algunos de los empleados de menor rango revelan una probidad bajo coacción de la que parecen carecer la mayoría de sus jefes.
“Me pareció mal, pero ¿qué podía hacer? Me dijeron que lo hiciera. Tengo miedo de que mis padres se enteren y se avergüencen de mí”, solloza la ama de llaves y cocinera de la familia Netanyahu, que estaba al tanto de los lujosos regalos que el productor israelí de Hollywood Milchan hacía a sus jefes.
“No tienes nada de qué avergonzarte”, responde el policía de espaldas a la cámara.
“Claro que sí”, se quiebra ella, secándose las lágrimas con la manga de su camiseta.
Sara Netanyahu, en cambio, muestra un desprecio y una rabia difíciles de digerir. Interrumpiendo a sus interrogadores, la primera dama de Israel grita en un momento dado:
“Sus pruebas son una completa y absoluta basura. Adiós”.
“No creo que piensen que han hecho algo malo. Creo que están realmente inflamados por su propia autovaloración. Mucha gente con la que he hablado, tanto de forma oficial como extraoficial, me ha dicho que Netanyahu ha llegado a este punto en el que se confunde a sí mismo con Israel'”, explicó Bloom.
El “show de horror” de Yair Netanyahu
Netanyahu mantiene que las acusaciones de corrupción son infundadas y un intento de sus rivales de perseguirle a él y a su familia. Un hilo conductor de la mayoría de las sesiones de interrogatorio del primer ministro es que la investigación “no es sobre Benjamin Netanyahu”, refiriéndose a sí mismo en tercera persona, sino contra “Israel” y la “democracia”.
Su hijo Yair está convencido de que unos medios de comunicación “izquierdistas, marxistas” han tendido una trampa a su padre para que apoye a “cientos de miles de árabes ilegales”.
Durante un interrogatorio en marzo de 2019, que la Policía bautizó como “el show del horror de Yair Netanyahu”, el hijo del primer ministro llama a sus interrogadores funcionarios de la “Stasi” y “la policía de la Gestapo” en un aterrador colapso en el que Netanyahu junior vinculó conspiraciones de derecha con la seguridad del Estado.
Los expertos que aparecen en el documental afirman que la corrupción de Netanyahu y su empeño en eludir la justicia han comprometido la seguridad de Israel y destruido las esperanzas de paz en Medio Oriente.
A lo largo de la película, Raviv Drucker, avezado periodista de investigación israelí y coproductor de ‘The Bibi Files’, que también aparece en el documental, aporta contexto y continuidad con nítida claridad.
Los lujosos regalos de amigos multimillonarios, por ejemplo, provocan intentos de cambiar las leyes fiscales a su favor, explica Drucker, después de que se difundieran imágenes del entonces ministro de Finanzas israelí, Yair Lapid.
Cuando el productor de Hollywood Arnon Milchan tuvo problemas para que le prorrogaran el visado estadounidense tras alardear públicamente de su papel en un acuerdo de adquisición de armas, Netanyahu habría llamado personalmente al entonces secretario de Estado estadounidense, John Kerry, para abordar la situación. Milchan consiguió que le renovaran el visado.
Mientras tanto, las acusaciones de corrupción contra Netanyahu, ampliamente cubiertas por los medios de comunicación israelíes, son tan incendiarias que los principales partidos políticos del país se negaron a formar alianzas con Netanyahu para las elecciones de 2022.
Esto obligó al ambicioso político a echarse en brazos de extremistas de derechas como el actual ministro del Interior, Itamar Ben-Gvir, y el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, que antes eran considerados intocables por los partidos mayoritarios. Los partidarios de la línea dura, a su vez, están empeñados en prolongar la guerra en Gaza y los asentamientos judíos en la Cisjordania ocupada, alegan varios expertos entrevistados en la película.
“Su predicamento legal estaba minando nuestra seguridad”, señala Drucker.
“Éramos débiles, pero no por las protestas [contra la reforma judicial], sino por las políticas que él [Netanyahu] dirigía. Y para mí estaba claro que nuestra capacidad de resistencia se estaba desmoronando. Eso creaba un enorme peligro, un peligro para la seguridad, porque nuestros enemigos lo entienden, a veces antes que nosotros”, afirma Ami Ayalon, exjefe del Shin Bet, la agencia de inteligencia interior de Israel.
El ataque del 7 de octubre eleva las apuestas
Cuando Hamás atacó Israel el 7 de octubre, Bloom estaba en pleno rodaje de ‘The Bibi Files’, entrevistando a expertos, tratando de que miembros del círculo íntimo de Netanyahu hablaran en la grabación e intentando dar forma a una historia compleja.
El ataque pilló desprevenido a Bloom, cuyo padre es judío y que ha visitado Israel a menudo.
“Subió la apuesta. Al principio todo el mundo hizo una pausa en torno al 7 de octubre, y se tomó un minuto para hacer balance de la situación. Alex [Gibney] y yo discutíamos: ¿cómo hacemos esta película? Hay ciertos aspectos prácticos a la hora de filmar a la gente en un momento de luto nacional”, explica Bloom.
“Pero nos dimos cuenta enseguida de que muchos israelíes coincidían en que Netanyahu no debería ser primer ministro. Y nos dijeron que no debería ser primer ministro en tiempos de paz ni, especialmente, en tiempos de guerra”, relató.
“El susurro no se oye”
La historia del conflicto palestino-israelí es un asunto inacabado, que se escribe cada día en los titulares.
Cinco años después de que se presentaran múltiples cargos de corrupción contra él, Netanyahu sigue en el poder. Regularmente estallan masivas protestas contra Netanyahu, en las que los manifestantes exigen un alto el fuego en Gaza y un acuerdo de intercambio de rehenes por prisioneros. El juicio por corrupción de Netanyahu continúa. Al igual que el suministro de armas estadounidenses a Israel.
La guerra de Gaza ha puesto en el punto de mira los lazos de Estados Unidos con Israel y ‘The Bibi Files’ ofrece destellos de cómo funciona la “relación especial” entre ambas naciones a distintos niveles.
Algunas de las conclusiones más aleccionadoras de los ex altos cargos israelíes entrevistados en el documental se centran en la responsabilidad de los poderosos e incluso de los ciudadanos estadounidenses de a pie.
‘The Bibi Files’ termina con el discurso que Netanyahu pronunció el 24 de julio de este año ante una sesión conjunta del Congreso de EE.UU., cuando se convirtió en el único líder en superar el récord de Winston Churchill de tres discursos ante el Congreso.
“Me pareció el conjunto de eslóganes vacíos mejor articulado. No había ningún plan para poner fin a la guerra en Gaza, traer a los rehenes a casa y cambiar la dinámica en la región. Trágicamente, los estadounidenses no saben cómo llamarle la atención“, afirma Nimrod Novik, ex asesor principal del difunto presidente israelí Shimon Peres.
“El hecho de que 100 miembros de la Cámara de Representantes y del Senado boicotearan su discurso no fue visible. El hecho de que la administración esté tan frustrada no se expresa. Susurran, pero el susurro no se oye. Si quieres que los israelíes te oigan, habla”, añade Novik.
Película de la verdad al poder
Es poco probable que ‘The Bibi Files’ se proyecte en Israel, ya que las leyes de privacidad del país estipulan que el material audiovisual solo puede difundirse públicamente tras obtener el permiso de las personas filmadas durante los procedimientos oficiales.
“Es poco probable que Netanyahu dé su permiso”, bromea Gibney con una sonrisa irónica. “En estos momentos existe una restricción legal en Israel, por acuerdo con la fuente. En el resto del mundo no hay restricciones. Así que planeamos distribuirla lo más ampliamente posible y mantenernos dentro de los límites de nuestra promesa, o mi promesa, a la fuente”.
Como director, Bloom señala que la película está dirigida al público internacional, en particular al estadounidense. “Honestamente, estas historias sobre Netanyahu son bastante conocidas en Israel”, dijo. “Tantos israelíes a lo largo del camino me han dicho: ‘Tienes que sacar esto al resto del mundo'”.
La decisión de presentar la película como un proyecto en curso en el Festival de Cine de Toronto 2024, uno de los principales encuentros de distribuidores cinematográficos, se basa en la necesidad de difundirla y de hacerlo rápido.
“Hay una verdadera sensación de urgencia con esta guerra que continúa. Es una película a la vieja usanza de la verdad al poder. Y él está en el poder”, dijo Bloom, refiriéndose a Netanyahu. “Sentimos que era urgente sacarla a la luz porque es un trabajo en curso”.
Gibney está de acuerdo. “Nos enfrentamos a una conflagración en Medio Oriente en la que muere gente todos los días. Así que poder tener una plataforma en la que plantar una estaca en el suelo y también comenzar, ya sabes, un debate serio sobre Netanyahu y sus motivos, creo que era importante”, dijo.
“Tiene que salir a la luz, y tiene que salir ahora”.
Por:Leela Jacinto-France 24