El auge de la ludopatía sigue golpeando a las poblaciones adolescentes y jóvenes, adultos mayores y a sus familias que, en muchos casos, son “arrastradas” por quienes padecen el juego patológico.
La ludopatía existe hace muchos años pero tuvo un antes y después tras la pandemia de Coronavirus COVID-19 que sumió y encerró al mundo, no solamente a la Argentina, por dos años.
Las personas necesitamos de la interacción, del contacto con otro ser humano y esta parte fue restringida en ese momento, con el fin o excusa de cuidar la salud. Con ello, creció el uso de la tecnología, mediante un celular, una computadora, una consola de juegos.
Todo esto fue aprovechado por las plataformas de juegos en línea que no solamente “beneficiaron” a los apostadores habituales de casinos físicos, principalmente adultos mayores, si no que actualmente están al alcance de la mano de los más chicos: adolescentes y jóvenes sobre todo. Y este crecimiento de juegos de apuestas en línea, trajeron la ludopatía digital, que está dejando daños gravísimos en las vidas de los adolescentes y jóvenes y sus familias.
El informe “Apostar no es un juego” dejó datos preocupantes
“Apostar no es un juego”, es un proyecto de investigación sobre ludopatía digital en estas poblaciones y tras una encuesta llevada a cabo en las 24 jurisdicciones del país, el análisis determina la gravedad de esta adicción: 3 de cada 4 jóvenes y adolescentes usan el dinero del almuerzo, de gastos corrientes para apostar en línea. Y 1 de cada 4 dijo endeudarse o usar dinero empleado habitualmente para otros fines para apostar.
Además, del informe del que fueron parte universidades nacionales, fundaciones, asociaciones civiles y otras organizaciones, se desprende que el 4 de cada 10 jóvenes/adolescentes apuestan o apostaron recientemente, principalmente varones de 25 a 29 años.
Arístides Álvarez, representante de la ONG “Si nos reímos, nos reímos todos”, que participó del relevamiento nacional, explicó a FM 89.3, la radio del matutino colega Primera Edición que estas plataformas “la empezaron a usar los menores de edad casi de manera indiscriminada y sin control”. Además, que “se se ha convertido en un serio problema” en los menores.
Ante la consulta de si hay remedio para acabar con la ludopatía digital se preguntó “¿habrá remedio?” y respondió que “no sé si habrá remedio, pero sí podemos trabajar mucho desde la prevención, que es lo que hacemos nosotros. Y exigiendo a los legisladores de las diferentes jurisdicciones del país que aggiornen las leyes vigentes para que sean más efectivas a la hora de controlar el acceso de los menores a estas plataformas”, apuntó.
Resaltó que existen dos tipos de plataformas: “las legales, que tienen el dominio ‘bet.ar’, y las ilegales. En cuanto a las ilegales, no se puede hacer mucho porque son, ilegales”.
En ese marco, criticó la facilidad que tienen los menores para acceder a estos sitios tan solo con la simple pregunta de si el usuario es mayor de edad o no. “Estamos pidiendo en las leyes que haya un control biométrico de ingreso para acceder a estas plataformas”, afirmó.
También, buscan que las billeteras virtuales, que “permiten que a partir de los 13 años los chicos las tengan y permitió que se expanda la posibilidad de apostar dinero, es que tengan un control efectivo. Algunas billeteras virtuales, no todas, hoy solo informan a los mayores responsables mediante un resumen de que el dinero fue utilizado para apuestas, pero eso ocurre después, habría que impedirlo.
Las publicidades, grandes culpables de que se potencie la Ludopatía
Hoy en día vemos publicidades de sitios de apuestas online en todos lados, en internet, en la radio, en la tv. Incluso, en un país tan futbolero como el nuestro, las casas de apuestas sponsorean a Boca, River, al torneo de AFA y hasta a la Selección Argentina. A esto se suman los “influencers” que ponen su imagen y promocionan las apuestas, incluso con un “bono” de bienvenida.
Para Álvarez es primordial “limitar la publicidad” porque “la publicidad es monstruosa y es una de las causantes mayores de que se potencien las apuestas. La vemos en los partidos de fútbol y en los programas deportivos, especialmente en televisión. Hay una publicidad invasiva y agresiva, porque hay mucho dinero en juego, no solo en Argentina, sino en todo el mundo”, advirtió.
Factores y señales de alerta
Entre los factores principales que develó la ONG: “uno es la necesidad de ganar dinero fácil y rápido, y el otro, la necesidad de divertirse que tienen los chicos mediante los videojuegos”.
Pero la que más alerta es la primera opción, dijo Álvarez y el desglose aseveró que “el modelo que tienen los adolescentes y jóvenes hoy en día no es el del trabajo, el del estudio, si no el de la ‘timba financiera’, hablando bien clarito. Ven que es más fácil ganar dinero apostando que trabajando o estudiando para crecer profesionalmente, eso es un modelo”, alertó.
Además, sumó, “en la mayoría de los hogares argentinos, se habla, en los poquitos momentos que estamos en familia, se habla de que la plata no alcanza, de que llegó la boleta de luz, el agua, el gas, que subió el alquiler, ‘no me aumentaron el sueldo’, ‘a ver si colaboras un poco’, ‘a ver si cuidas más la luz’, ‘ya no te puedo dar dinero para salir el fin de semana’, estos son los mensajes que escuchan los chicos, y en muchos casos creen, equivocadamente, que pueden ayudar a la economía familiar apostando”, apuntó el docente jubilado.
Lo otro, “es la necesidad de divertirse como cualquier videojuego, pero no miden la consecuencia: un videojuego donde hay dinero, un juego donde vos, en vez de jugar, te tranformás en el juguete de esa plataforma de apuestas”, avisó.
Entre los signos de advertencia que hay que tener en cuenta, recordó que “los primeros en detectar esto fueron los docentes. En las aulas, notaban que los chicos estaban constantemente con el celular, desconcentrados, y de repente gritaban de alegría o de bronca. Así fue como empezaron a investigar y descubrieron que estaban apostando”. En casa, “no siempre estamos atentos a lo que hacen los chicos en los ratos con el celular, mirando lo que ellos hacen. Se encierran en su habitación o buscan un lugar donde puedan estar solos y usan el celular”, resumió.
Si bien existen programas de control parental, que pueden ayudar a filtrar a las plataformas, “no debemos confiar completamente en ellos. Los chicos suelen ser muy pícaros, manejan muy bien la tecnología y podrían saltar estos controles. No hay que quedarse tranquilo con eso, porque no sabemos todo lo que hace. Lo mejor es la prevención, insisto, hablar de esto”, dijo Álvarez.
También resaltó que los padres deben “predicar con el ejemplo. Si vos le decís a tu hijo ‘no apostés’, ‘no jugués’, y vos te vas al casino y gastás un montón de guita o tu hijo te ve jugando en el celular ¿qué ejemplo le estás dando?”, se preguntó.
En la actualidad , las regulaciones a nivel país no existen, se “ha quedado librado a cada jurisdicción. No hay políticas del Gobierno Nacional, deja en manos de las provincias”, cerró. A pesar de que existen proyectos de leyes en el Senado y en Diputados, ninguno ha avanzado hasta el momento.