Necesita divisas ya. Debe evitar una devaluación al menos hasta las elecciones de 2025, apurar una salida no traumática del cepo y aliviar la recesión.
Toto Caputo sigue corriendo detrás de las urgencias que le generan la falta de reservas, la consiguiente prolongación del cepo y el atraso cambiario. Para eso, continúa negociando algún mecanismo para tomar deuda sin tener que pasar por el mercado voluntario, hoy cerrado para el país por un riesgo soberano de entre 1.200 y 1.300 puntos básicos.
El atraso cambiario se hace evidente, pero es el costo de paga para apurar una desinflación forzada por la intervención en los mercados cambiarios paralelos.
Para emparchar la coyuntura, el ministro de Economía apura la negociación de un préstamo repo, dado por la entrega de una garantía al prestamista –¿títulos públicos, el oro del Banco Central recientemente girado al exterior?–, que debe ser rescatada tras el pago de intereses, en un plazo breve.
¿Qué busca Toto Caputo?
En los últimos días se habló de un acuerdo con el Banco de Pagos Internacionales de Basilea –propiedad de varios bancos centrales internacionales– a una tasa llamativamente baja, pero eso fue desmentido.
Según supo Letra P, lo que en verdad se busca es un repo con un pool de bancos por un monto a definirse –el objetivo oficial apunta a 5.000 millones de dólares– y a una tasa “de un dígito”, esto es menor al 9,9% anual en dólares.
Ese costo es, por un lado, más realista, pero no por ello menos desmesurado. Endeudarse a esos niveles en divisas duras es una práctica insostenible.
Como sea, Caputo busca con eso darse espacio para apurar una apertura –aunque sea parcial– del cepo y así aliviar la recesión, pero, sobre todo, darle a Javier Milei la posibilidad de llegar a las elecciones de mitad de mandato sin un salto brusco de los tipos de cambio, ya sea de uno libre y nuevo o de los paralelos, que hoy cotizan en baja en base a la masiva intervención oficial.
Por Marcelo Falak-Letra P