El Congreso de la Nación aprobó un cambio histórico en la manera de votar en la Argentina con el rol preponderante de los diputados misioneros- El intento opositor por sacar rédito político y el apuro de Pianesi por el reemplazo del pedófilo Kiczka- La agenda de Misiones en salud y educación- El PJ misionero ya eligió a quién apoyar en la interna nacional.
A pocos días de conmemorar un nuevo aniversario del regreso de la democracia en Argentina, el Congreso de la Nación aprobó una ley que cambiará la forma en que sus ciudadanos eligen a sus representantes: la boleta única de papel. Este avance no solo moderniza el sistema electoral, sino que también plantea una oportunidad para mejorar la transparencia y reducir el despilfarro económico que caracterizó a las campañas electorales en las últimas décadas.
El nuevo sistema elimina la necesidad de imprimir millones de boletas por cada partido político, sustituyéndolas por una única boleta que incluirá a todos los candidatos. Esta medida promete no solo un ahorro sino también una mayor equidad en el acceso a la información electoral para los ciudadanos. En lugar de depender de las estructuras partidarias para recibir las boletas, los votantes encontrarán en el cuarto oscuro todas las opciones políticas en un
solo lugar, lo que reduce las posibilidades de manipulación del voto, una práctica tristemente conocida en la historia electoral argentina.
El proyecto contó con un amplio apoyo y obtuvo 143 votos a favor, 87 en contra y 5 abstenciones. Entre los defensores más destacados de esta reforma se encuentra el bloque de Innovación Federal, donde los representantes de Misiones del Frente Renovador de la Concordia desempeñaron un rol clave. Su lucha por evitar que la boleta única incluya la opción de votar por una lista completa marca un intento por promover una votación más consciente, donde cada elector pueda reflexionar sobre sus decisiones en cada categoría de candidatos.
Sin embargo, el verdadero eco de esta reforma se escuchó fuerte en Misiones, donde la oposición, una vez más, intentó agitar el debate para su beneficio político. Los opositores salieron en masa a reclamar la eliminación de la ley de lemas, una demanda recurrente bajo el pretexto de que este sistema electoral, supuestamente beneficia al oficialismo.
Durante sesión de la Cámara de Representantes, la diputada provincial Analía Labandoczka, del PRO, presentó un proyecto de Comunicación expresando su beneplácito por la aprobación de la boleta única de papel a nivel nacional. Su propuesta fue rechazada por la mayoría de los legisladores provinciales presentes, lo que fue rápidamente interpretado por la oposición como una contradicción del Frente Renovador. Pero aquí es donde se evidencia una maniobra simplista y oportunista. La diferencia entre expresar una satisfacción por un cambio nacional y proponer una modificación al sistema electoral provincial es clara. Mientras Labandoczka y los
suyos buscan forzar una asociación entre ambos niveles de debate, ignoran o hacen la vista gorda, de que cada provincia tiene autonomía para decidir sobre su propio sistema electoral.
Lo que la oposición no termina de admitir es que el rechazo a la iniciativa de Labandoczka no es una postura en contra de la boleta única de papel, sino una resistencia a la manipulación de un debate que, claramente, tiene objetivos distintos. Quieren instalar la idea de que cualquier cambio en el nivel nacional debe replicarse en las provincias sin matices ni análisis de las realidades locales.
La aprobación de la boleta única de papel a nivel nacional es un avance democrático que debe celebrarse, pero no puede convertirse en una excusa para que la oposición misionera recicle sus críticas a la ley de lemas. En lugar de reclamar por el mero interés de desgastar al oficialismo, sería más provechoso que la discusión se centre en mejorar el acceso a la información y en fomentar una participación electoral más consciente. En definitiva, la boleta
única invita a un ejercicio democrático más reflexivo y transparente, mientras que el debate en Misiones debería ir en la misma dirección, lejos de las simplificaciones y las estratagemas políticas.
Presión e intereses partidarios
Como muestra clara de la constante búsqueda de cualquier tema con fines partidarios, el presidente del bloque de la UCR en Misiones, Ariel “Pepe” Pianesi, propuso en la misma sesión del jueves apurar el nombramiento de su correlgigionario, Paulino Javier Mela, como reemplazo de Germán Kiczka, exdiputado del espacio de Pedro Puerta y actualmente preso por consumo y distribución de material de abuso sexual infantil. Pianesi solicitó que el Poder
Legislativo presione al Tribunal Electoral Provincial (que depende del Poder Judicial) para acelerar el nombramiento de su correligionario.
Este intento de Pianesi revela la verdadera prioridad de la oposición: aprovechar cada oportunidad para sumar algún rédito político, incluso cuando su espacio se encuentra en medio de un escándalo por haber llevado en su boleta a un preso acusado por delitos tan aberrantes. Lejos de asumir alguna responsabilidad política por la cercanía de Kiczka con Pedro Puerta y Juntos por el Cambio, la UCR prefiere barrer el asunto bajo la alfombra y continuar adelante como si nada.
El proyecto de Comunicación de Pianesi fue rechazado por más del 70% de los legisladores presentes, lo que demuestra que la estrategia de utilizar el caso de Kiczka para instalar a un correligionario no tuvo el eco que esperaba. Incluso los dos representantes del Partido Agrario y Social (PAYS), Cristian Castro y Blanca Álvez, sumaron sus votos al intento fallido de Pianesi, dejando en evidencia la poca seriedad con la que algunos espacios abordan temas tan delicados.
Salud y educación
Mientras la oposición provincial, liderada por figuras como Analía Labandoczka y Ariel “Pepe” Pianesi, continúa utilizando cualquier tema para su propio beneficio político, el resto del pleno de la Cámara de Diputados se centró en sancionar leyes que impactarán directamente en la calidad de vida de los misioneros.
En medio del debate sobre la boleta única y los juegos de poder que lo rodean, el pleno votó a favor de dos iniciativas importantes para la provincia: la creación de la red de asistencia del infarto agudo de miocardio y el Parlamento de la Educación Disruptiva. Estas dos leyes representan un compromiso tangible con el bienestar y el futuro de los misioneros y ponen el foco en mejorar la atención médica y en transformar la educación, áreas que verdaderamente importan.
Con la aprobación de la red de asistencia del infarto agudo de miocardio, Misiones da un paso importante hacia la prevención y tratamiento de una de las principales causas de muerte en el mundo. La nueva ley promoverá el acceso al diagnóstico temprano, la atención oportuna y el tratamiento especializado, articulando una red que garantizará la atención continua y rápida, con el fin de minimizar las secuelas y complicaciones que genera este tipo de afección.
Otro avance clave fue la creación del Parlamento de la Educación Disruptiva, una iniciativa que muestra el compromiso de Misiones con el futuro educativo de su juventud. Propuesto por el diputado Carlos Rovira, este espacio será un lugar de interacción entre estudiantes y los poderes del Estado, destinado a fortalecer las políticas educativas a través de la innovación y la economía del conocimiento.
El Parlamento de la Educación Disruptiva ofrecerá a 40 estudiantes de toda la provincia la oportunidad de debatir, aprender y proponer nuevas ideas que ayuden a mejorar el sistema educativo. Este espacio no solo busca adaptar la enseñanza a las demandas actuales del mercado laboral, sino que también promueve habilidades como el pensamiento crítico, la creatividad, la inteligencia emocional y el trabajo en equipo, elementos esenciales para el
desarrollo integral de los jóvenes.
En definitiva, la aprobación de la boleta única de papel a nivel nacional es un avance democrático importante, pero no debe desviar la atención de los logros que se están alcanzando a nivel provincial en Misiones. Las leyes que verdaderamente impactan la vida de los ciudadanos son aquellas que fortalecen el sistema de salud y transforman la educación, asegurando un futuro más saludable y prometedor para todos.
La renovación del PJ
La interna nacional del Partido Justicialista (PJ) para elegir al próximo presidente de la agrupación marca una parte de la agenda en la política argentina. Es que la elección del líder justicialista no solo definirá el futuro del partido, sino que también configurará el camino de la oposición frente a un gobierno que avanza con políticas radicales.
En esta pugna, dos figuras claves surgen como principales contendientes: el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, y la expresidente Cristina Fernández de Kirchner. Este enfrentamiento remonta inevitablemente a la interna del PJ de 1988, donde un dirigente del interior profundo, Carlos Menem, se enfrentó a un candidato del conurbano bonaerense, Antonio Cafiero. Sin embargo, aunque la historia parece repetirse, los desafíos actuales son más complejos y las implicancias para el país son mayores.
Sucede que mientras el PJ debate su futuro interno, Milei y su partido, La Libertad Avanza, continúan avanzando con una agenda que ya está dejando secuelas sociales y económicas que impactan en todos los sectores, sobre todo los populares y más vulnerables. La privatización de empresas públicas y la reducción del gasto público son sus principales metas y frente a esta arremetida, la oposición, especialmente el PJ, continúan en un letargo preocupante y peligroso para el futuro.
Ante este panorama, el diputado nacional por Misiones y secretario general del PJ en la provincia, Alberto Arrúa, delantó que apoyarán a Ricardo Quintela, con quien, reveló, vienen trabajando desde hace al menos seis meses, cuando el actual presidente del partido, Alberto Fernández, pidió licencia.
Arrúa, hermano del actual ministro de Turismo de Misiones, José Arrúa, reclamó que el peronismo debe tener una mirada más federal, lejos del centralismo bonaerense y argumentó que el 70% de los congresales del partido son de la provincia de Buenos Aires mientras que el resto del país se encuentra siempre relegado.
El anuncio de Arrúa representa un cambio de postura muy marcado para el sector en Misiones, que desde el año 2003, cuando asumió Néstor Kirchner, marido de Cristina y padre del líder de La Cámpora, Máximo, se mostró cercano a las figuras de ese espacio dentro del amplio mundo que ofrece el peronismo.
Por Sergio Fernández