Desde hace varios días circulan en las redes sociales vídeos que muestran a neonazis del denominado Frente Patriota acudiendo supuestamente en ayuda de las víctimas de los huracanes en Estados Unidos. Se trata, al parecer, de una maniobra publicitaria de un grupúsculo que quiere seguir la tradición histórica fascista de combinar el odio con una labor “social”.
“Estamos tratando de devolver cierta normalidad a la vida de las comunidades afectadas”. Cualquier voluntario que llega a Carolina del Norte o Florida para ayudar a las víctimas de los huracanes Helene y Milton podría decir lo mismo. Pero, el hombre que pronuncia esta frase delante de una cámara en un vídeo publicado en Telegram el 6 de octubre y difundido en la mayoría de las redes sociales no es un cualquiera.
En primer lugar, porque esconde su rostro bajo una especie de capucha. Luego, porque su discurso rápidamente adquiere un tono mucho más político y de extrema derecha. Comenzando con una referencia surgida de la nada a Israel: “Mientras nuestros políticos discuten sobre Israel, nosotros somos los más cercanos a los estadounidenses”. Luego deja caer su idea principal: “Lo que hacemos aquí en Carolina del Norte es poner a Estados Unidos en primer lugar”.
Esta referencia a “Estados Unidos primero” parece sacada directamente del eslogan (America First) de Donald Trump y sus seguidores. Excepto que el hombre es incluso más derechista que el candidato republicano y que pertenece a uno de los grupos neonazis más radicales de Estados Unidos: el Frente Patriota.
¿Neonazis “humanitarios”?
En los últimos días, esta organización ha multiplicado los vídeos publicados en sus redes sociales para mostrarse en los frentes del desastre natural, ayudando a reconstruir una granja o a limpiar carreteras, señaló el diario estadounidense The Wall Street Journal, primer medio de comunicación que identificó este activismo.
Dedicarse al trabajo humanitario puede parecer lo opuesto al modus operandi de los grupos neonazis, más acostumbrados a desahogar su odio en línea o a operaciones de atropello y fuga. Pero eso es no conocer bien al Frente Patriota.
Se trata de un “grupo influyente en la escena neonazi norteamericana pero relativamente reciente”, explica Matthew Feldman, especialista en movimientos fascistas y neonazis e investigador asociado de la Liverpool Hope University.
El grupo se formó en 2017 tras una división dentro del movimiento supremacista y ultraviolento Vanguard America, que desapareció poco después.
La creación del Frente Patriota no se debe a ninguna divergencia sustantiva o ideológica con Vanguard America.
“El Frente Patriota es igualmente claramente fascista, y su logotipo está inspirado en el del Partido Nacional Fascista italiano de Benito Mussolini“, subraya Matthew Feldman. Se trata también de un grupo anclado en una cultura de violencia que “está vinculado a la red norteamericana de células neonazis del Active Club Network“, precisa Joshua-Fisher Birch, analista norteamericano del Counter Extremism Project (CEP), una organización internacional que lucha contra los movimientos extremistas.
Active Club Network es una nebulosa de pequeños grupos supremacistas organizados en más de 30 estados de América del Norte para estar preparados para luchar contra la amenaza percibida de un “genocidio blanco”.
Pero Vanguard America “era más abierta y ostensiblemente fascista”, asegura Matthew Feldman.
El Frente Patriota avanza de manera más oculta. El Southern Poverty Law Center, una de las principales organizaciones estadounidenses que luchan contra la extrema derecha, lo describe como “un grupo obsesionado con su imagen”, que preferirá las acciones comunicativas a las de confrontación.
Los devastadores pasos de los huracanes Helene y Milton crearon “un terreno muy fértil para este activismo del Frente Patriota”, asegura Paul Reilly, especialista en comunicación de grupos de extrema derecha en la Universidad de Glasgow. Las víctimas, asustadas, pueden estar más que agradecidas por cualquier ayuda, venga de donde venga, aseguran los expertos entrevistados por France 24.
A raíz de la desinformación “Made in Trump”
Este pequeño grupo, del que no se sabe el número exacto de miembros, pero que cuenta con cuentas de Telegram seguidas por más de 15.000 internautas, ya había protagonizado su acción “humanitaria” con las víctimas de catástrofes naturales tras el paso de un tornado en Oklahoma en mayo de 2024 .
La desinformación y las teorías conspirativas difundidas por el bando de Donald Trump tras el paso de los huracanes Helene y Milton “prepararon perfectamente el terreno para la operación de comunicación del Frente Patriota, aunque no necesariamente concertada“, considera Paul Reilly.
De hecho, dos de los principales rumores trumpistas sirven a los intereses de estos neonazis: el que sugiere que la Administración del demócrata Joe Biden no vino a apoyar a las víctimas y el que asegura que los fondos de ayuda estaban, sobre todo, “destinados a inmigrantes ilegales”.
Esto está perfectamente en línea con el discurso de los “voluntarios” del Frente Patriota, que aseguran, en sus vídeos, que son los únicos que acuden en ayuda de los “verdaderos estadounidenses”.
“Estas operaciones en zonas de desastre permiten a los miembros del Frente Patriota afirmar a las poblaciones locales que no son solo ‘matones’ que pasan su tiempo golpeando a la gente. También son individuos que ayudan activamente a su comunidad, especialmente si son estadounidenses blancos”, explica Matthew Feldman.
Es importante que estos extremistas transmitan este mensaje porque “al mostrarse así, parecen más respetables y pueden esperar ganar credibilidad cuando expongan sus tesis más extremistas”, precisa Paul Reilly.
Una “fibra social” muy fascista
Al filmar y publicar sus “buenas acciones” en las redes sociales, el Frente Patriota “también se dirige a un público más amplio”, señala Matthew Feldman. Estos vídeos pueden permitir organizar “campañas de reclutamiento y recaudación de fondos”, asegura Joshua-Fisher Birch. Y no solo con las tradicionales cabezas rapadas.
¿Quién es más listo que el Frente Patriota?
Su acción “está en consonancia con una larga tradición de los movimientos fascistas de profundizar en lo social para mostrarse más humanos”, afirma Matthew Feldman.
A principios de los años 30, los nazis llevaron a cabo lo que llamaron “Winterhilfswerk des Deutschen Volkes” (Ayuda de invierno del pueblo alemán), que consistía en llevar productos de primera necesidad a “poblaciones consideradas ‘racialmente correctas'”, subraya este experto británico. Tampoco está muy lejos de las “sopas galas”, organizadas a principios de los años 2000 por el grupo de extrema derecha Bloc Identitaire, consideradas discriminatorias porque contenían carne de cerdo, es decir, una prohibición alimentaria para las religiones judía y musulmana.
“Los grupos fascistas siempre han buscado aprovechar un tema que interesa al público en general para ganar notoriedad y visibilidad mediática”, asegura Matthew Feldman.
El Frente Patriota también parece recordar que, históricamente, los grupos fascistas tienen más éxito “cuando se presentan como los capaces de derrotar al enemigo, ayudando al mismo tiempo a ‘los suyos'”, explica Matthew Feldman.
Para él, los supremacistas estadounidenses se han centrado durante mucho tiempo casi exclusivamente en el odio a los demás. Al realizar campañas de conexión en zonas devastadas por huracanes, demuestran que son conscientes de la importancia estratégica de hacer ambas cosas.
Por Sébastian Seibt -France24