Pese a las presiones de Rusia, el país realizó un referéndum que validó los cambios en la constitución solicitados por el bloque europeo.
En un ajustado escrutinio, Moldavia votó por el “Sí” y modificará su Constitución para iniciar el proceso de adhesión a la Unión Europea. Con estos cambios, la ex república soviética se aleja de Rusia y dio un paso clave para aliarse con el resto de la región, pese a las presiones dentro del país y de Moscú
Moldavia dio un paso definitivo hacia la Unión Europea
El Parlamento había aprobado por unanimidad los esfuerzos iniciados en 2023 por la presidenta Maia Sandu y solamente restaba conocer la opinión de la ciudadanía, atravesada por la guerra en Ucrania y la disputa entre la Unión Europea y Rusia.
En una jornada de mucha expectativa en Moldavia, Rusia y Europa, Chisináu consolidó el cambio político impulsado y planteado para 2030 por el gobierno.
En la pregunta “¿Está usted a favor de la modificación de la Constitución con vistas a la adhesión de la República de Moldavia a la Unión Europea (UE)?”, ganó el “Si” con el 50,39% de los votos.
La diferencia de 13.569 votos que le dio la victoria política a Sandu se dio sobre los últimos instantes del conteo, gracias al apoyo de 200.000 personas provenientes de la diáspora moldava.
Al mismo tiempo, se realizaron las elecciones presidenciales que tuvieron como ganadora a Maia Sandu con el 42,45%, aunque la diferencia no fue suficiente para evitar el balotaje. La actual presidenta definirá la reelección el 3 de noviembre y se medirá en segunda vuelta con Alexandru Stoianoglo, un ex fiscal cercano a Rusia.
La interferencia rusa en Moldavia
Las semanas previas e incluso el mismo día de la votación, las autoridades nacionales denunciaron presiones provenientes de Rusia. Esto se debe al intento de evitar que una ex república soviética se aleje aún más del Kremlin y su política regional.
Incluso después de la caída de la Unión Soviética en 1991, se sucedieron décadas de dirigentes prorrusos hasta la llegada de la proeuropea Maia Sandu a la presidencia en 2020. En estos últimos cuatro años, su mandato cobró relevancia en torno al intento de adherir a Moldavia a la Unión Europea y aliarse con Occidente.
Rusia intentó frustrar el proceso de referéndum con su influencia sobre políticos, empresarios y ciudadanos, aunque sin mucho éxito.
A principios de octubre se denunció que el oligarca prorruso Ilan Shor destinó 15 millones de euros para comprar 130.000 votos e interferir en el resultado. Según la propia mandataria del país, la interferencia en la votación podría ascender a los 300.000 votos.
“Grupos criminales, en colaboración con fuerzas extranjeras hostiles a nuestros intereses nacionales, han atacado a nuestro país con decenas de millones de euros, mentiras y propaganda”, informó Maia Sandu después de que el escrutinio de los 1,5 millones de votos llegara al 90%.
La compra de votos y la campaña de desinformación se suma al intento de organizar disturbios en la jornada de doble votación. Las autoridades de Moldavia frustraron a una agrupación de 100 personas que fue financiada por Rusia para obstaculizar el referéndum y las elecciones presidenciales. Este grupo habría sido capacitado por grupos militares privados en Moscú, en Serbia y Bosnia, según informaciones de la policía nacional.
¿Qué dijeron el Kremlin y la UE sobre el referéndum?
Ante la victoria del “Sí” a los cambios constitucionales, el portavoz del Kremlin Dmitri Peskov alegó tener dudas sobre el resultado y denunció anomalías en el proceso de escrutinio.
“Es difícil de explicar el ritmo de incremento mecánico de los votos a favor de Sandu y a favor de aquellos participantes en el referéndum que defienden la orientación hacia la Unión Europea”, expresó Peskov en su rutinaria conferencia telefónica.
Sobre las denuncias de la interferencia rusa en la jornada de votación, el portavoz le solicitó al gobierno de Moldavia que presente las pruebas necesarias y tituló la denuncia como “una acusación bastante grave”.
Por su parte, la Unión Europea, que puso a Moldavia como candidata a la adhesión al bloque y se comprometió a negociar, apuntó contra Rusia por su interferencia e intimidación en el proceso democrático moldavo a través de su portavoz Peter Stano.
Por Nataniel Peirano DEF