El domingo se vota en primera vuelta, con Yamandú Orsi, del Frente Amplio, como favorito por encima del oficialista Álvaro Delgado. Luis Lacalle Pou intenta mantener la coalición que lo llevó al poder para ayudar a su candidato.
“Rumbo, certeza y confianza”, es el lema de campaña del oficialismo en Uruguay. A 4 días de las elecciones presidenciales, el país vecino vive un momento de incertidumbre por el resultado del comicio. Además, la ley electoral uruguaya plantea que para ganar en primera vuelta se necesita tener al menos 1 voto más del 50%. Algo muy difícil, por lo que todo se definirá en el balotaje del 24 de noviembre.
Justamente a eso apela el candidato del gobierno, Álvaro Delgado. Los sondeos marcan una clara diferencia para Yamandú Orsi, el heredero de Tabaré Vazquez y “Pepe” Mujica en el Frente Amplio. Delgado tiene un 44% de intención de voto y está muy cerca de lograr el número mágico para ganar en primera vuelta, pero la historia electoral de su país marca que el balotaje es la regla.
Uruguay es otra prueba más en la pulseada que lleva el siglo XXI en Sudamérica. La irrupción de movimientos hegemónicos como el que encabezó Hugo Chavez desde Venezuela con un proyecto socialista. Desde entonces, en rigor, a fines del siglo XX, Sudamérica se divide prácticamente en dos: los gobiernos que han apoyado a Chávez primero y luego a Maduro y los de signo de centro o de derecha que rechazan al proyecto bolivariano.
La llegada del Frente Amplio al gobierno en Uruguay en 2005 colocó a ese país como más próximo a Venezuela. Pero ese acercamiento se cortó con la llegada del Partido Nacional y Luis Lacalle Pou al poder en 2019.
Luis Lacalle Pou, actual presidente de Uruguay (Foto: archivo).
La continuidad del gobierno de Lacalle Pou
Lacalle Pou marcó el regreso del tradicional Partido Nacional (conocido como el “partido Blanco”) que marcó un viraje en la política exterior de Uruguay. Con una clara orientación ideológica hacia el liberalismo, pero ubicado más al centro, Lacalle Pou gestionó muy bien la pandemia, el acceso a las vacunas y también minimizó el cierre de las escuelas.
La política económica estuvo orientada en un reposicionamiento del país especialmente en el Mercosur. Por eso tuvo muchos encontronazos con Alberto Fernández mientras fue presidente de la Argentina. Y lo mismo pasó con relación a Venezuela. Lacalle condena al régimen de Maduro y fue muy duro con el escándalo de las últimas elecciones.
Pero la Constitución uruguaya no contempla la reelección. Es por eso que como su sucesor quedó Álvaro Delgado. Tiene 55 años y es veterinario. Lo más importante es que forma parte del grupo más cercano a Lacalle Pou. Durante casi 4 años ha sido su secretario general de gobierno. Fue uno de los voceros principales de todo el manejo de la pandemia en el que Uruguay se destacó en el mundo.
Pero su proyección electoral se parece mucho a la de su mentor en 2019. Por eso quiere mantener la alianza que llevó al gobierno al Partido Nacional.
¿El regreso del Frente Amplio al poder?
En los últimos años, esta coalición de fuerzas de izquierda tuvo dos golpes muy sensibles. Primero, la muerte de Tabaré Vázquez, dos veces presidente de la República; y luego, el anuncio de su histórica figura, José “Pepe” Mujica, también presidente, quien padece un cáncer que lo alejó de la política.
Pero el Frente Amplio parece haber encontrado en Yamandú Orsi una figura muy competente para intentar regresar al poder. Es profesor de Historia y fue intendente de Canelones. Tiene 57 años, por lo que ambos candidatos comparten – en gran medida – una historia en común a medida que fueron creciendo. “Unir con consenso y crecer con estabilidad económica”, es su lema de campaña, algo que habla de lo que es la política en el vecino país, más allá de las fuerzas partidarias. El diálogo es una virtud que tiene la clase política en ese país.
Un ejemplo claro: Orsi le disputó la interna a la influyente intendenta de Montevideo, Carolina Cosse. El peso de la capital es determinante porque allí vive la mitad de la población uruguaya. Sin embargo, Orsi la dobló en cantidad de votos. Su primer acto como candidato a presidente fue ofrecerle a Cosse que sea su compañera de fórmula para las elecciones de este domingo.
Y los números colocan a Orsi y al Frente Amplio mejor que en la elección anterior. Los sondeos, a cuatro días de las elecciones, le dan el 44% de los votos frente al 24% de Delgado (PN). En 2019, el Frente Amplio ganó en primera vuelta, pero 39 a 30. Lacalle Pou hizo una alianza clave y ganó en segunda. Ahora, el mandatario saliente espera que Delgado pueda hacer lo mismo
Las encuestas muestran mejor colocado al candidato del Frente Amplio (Foto: gentileza El País).
La clave de la elección: ¿sigue la alianza multicolor?
En la elección anterior, los partidos que llegaron detrás de Lacalle Pou se aliaron al candidato del partido Nacional. Formaron una alianza de cinco partidos, que se llamó popularmente como “alianza multicolor” por los colores de cada fuerza.
Martinez, del Frente Amplio, le ganó a Lacalle Pou (Partido Nacional) por 9 puntos. Pero inmediatamente, anunciaron una alianza para la segunda vuelta formada por:
- Partido Nacional (Blanco)
- Partido Colorado
- Cabildo Abierto
- Partido por la gente
- Partido Intransigente
El Frente Amplio no logró aliados -ya es una coalición de partidos- y perdió el gobierno luego de tres mandatos seguidos. De todas maneras, el triunfo de Lacalle Pou fue muy apretado: 50,79 % contra el 49,21% de Martínez.
Esta vez, la suma directa de los votantes de la alianza multicolor no llega a 50%, como sí pasaba en la previa de la primera vuelta hace 5 años. Por eso el esfuerzo de Lacalle Pou y su “delfín” para evitar que se quiebre. Para Orsi, el Frente Amplio está a solo un paso de ganar. Depende de lo que hagan los indecisos, que no son muchos, pero sí claves para señalar al ganador.
Un dato final sobre la elección en Uruguay y la región
Si volvemos a la división entre derecha e izquierda -con todas las salvedades de cada caso en cada país- hoy hay una marcada división teniendo como eje el corte Maduro-Milei, que podrían ponerse como en las antípodas.
Los tres países más cercanos a la Argentina de Milei
- Paraguay
- Ecuador
- Perú
Más próximos a Maduro y Venezuela.
- Bolivia
- Colombia
- Brasil
Chile tiene un gobierno de izquierda. Pero Boric se ha mostrado profundamente democrático y condena al régimen bolivariano. Lacalle Pou también, pero es de centroderecha o liberal. Sin embargo, Yamandú Orsi da otra muestra de la madurez del sistema político uruguayo. Ante el escándalo electoral en Venezuela, dijo: “Si no hay libertad, no imagino la democracia. En la última elección quedó claro que no fue un proceso limpio, el resultado es muy dudoso y sospechado”.
Tal vez, en caso de ganar, Orsi pueda marcar una “tercera vía” con Gabriel Boric para Sudamérica. Que rescate lo básico del estado de derecho. Más allá de la ideología, las reglas de la democracia son claras y deben respetarse.
por Roberto Adrián Maidana A24