Más dirigentes se suman al Frente Renovador, convencidos que tendrá un espacio donde trabajar en libertad y por la provincia, ya trabajan en el armado de listas para las Legislativas del 2025. Javier Mela reemplazará a Germán Kiczka en la Cámara de Representantes. Cristina Fernández de Kirchner se quejó con el PJ y se inicia la reconstrucción del partido. El modelo de Loredo: ayuda incondicional a Milei y silencio ante los ataques contra Raúl Alfonsín
Al igual que en la parábola del Buen Samaritano, el Frente Renovador de la Concordia en Misiones asumió un papel que trasciende la política tradicional, lo que lo llevó a convertirse en un espacio de apertura para quienes antes defendían otras banderas, a menudo con posturas diametralmente opuestas. Así como el samaritano se detuvo a ayudar a un desconocido en el camino, sin preocuparse por la procedencia o el pasado de aquel que necesitaba ayuda, el Frente Renovador supo acoger a distintos dirigentes y tendencias, priorizando el bienestar
común sobre las diferencias políticas.
Desde su origen, el Frente Renovador representó una alternativa genuina y pragmática en la política misionera. En un contexto de crisis generalizada que llevó a los ciudadanos a exigir un cambio profundo con el histórico “que se vayan todos” de 2001, este espacio supo consolidar una propuesta de desarrollo social y económico que muchos consideran el más beneficioso de la historia provincial. Hoy, dos décadas después, el modelo sigue evolucionando, sumando voces y perspectivas diversas en un esfuerzo de integración que busca ser representativo y funcional para la realidad de los misioneros.
Esta apertura quedó expuesta en las últimas semanas con la incorporación de dirigentes que hasta hace poco tiempo pertenecían a expresiones opositoras, entre ellos dirigentes del PRO y del extinto Frente para la Victoria del norte de la provincia. Otro ejemplo claro es la reciente adhesión de dirigentes como Ricardo Zacarías, quien anteriormente enarbolaba ideas alineadas con corrientes libertarias y trabajaba junto a la autodenominada primera libertaria provincial, Ninfa Alvarenga, que ahora apoya a líderes del Frente Renovador con su incorporación al espacio libertario que encabeza Micalea Gacek, funcionaria del gobierno de Hugo Passalacqua y líder natural de La Libertad Avanza en Misiones. Este fenómeno refleja el mensaje de inclusión que el espacio, en la figura de Carlos Rovira, ofrece dentro de un tablero amplio y pluralista para que los dirigentes desplieguen, en libertad, sus proyectos y propuestas.
No es casual que esta dinámica de incorporación ocurra ahora, en un contexto donde las tensiones políticas y la búsqueda de espacios de representación son cada vez más intensas. Dirigentes de distintos sectores -libertarios, radicales, peronistas e incluso algunos del PROencuentran en el Frente Renovador un espacio dispuesto a incluir y proyectar sus ideas, siempre que estén comprometidos con el progreso de Misiones. La promesa de un lugar en las
listas a diputados, con puestos seguros para estos sectores diversos, es una señal clara de que la Renovación busca una representatividad que abarque a todos los misioneros.
En la previa de la última sesión legislativa, esta tendencia se hizo visible cuando varios representantes del radicalismo se acercaron a dialogar con Rovira, mostrando un acercamiento que trasciende las alianzas convencionales y subraya el papel de este espacio como el nuevo “Samaritano” político, dispuesto a tender la mano sin pedir renuncias a identidades políticas, pero sí un compromiso auténtico con el crecimiento de la provincia.
Al igual que en la parábola, donde el prójimo es aquel que se mueve por compasión y ayuda en el momento adecuado, el Frente Renovador de la Concordia demostró ser el “prójimo político” en Misiones, generando un espacio inclusivo y abierto. Este modelo no solo beneficia a los dirigentes que encuentran en él una oportunidad para desplegar sus propuestas, sino también a la sociedad misionera en su conjunto, que sigue eligiendo y apoyando un modelo de gestión en el que la pluralidad se convierte en fortaleza.
Parafraseando al diputado radical, Ernesto Sanmartino, que en 1947 se refirió a los peronistas como el “aluvión del zoológico”, la Renovación se convirtió, en 21 años de gobierno, en el aluvión del bien, que llegó para quedarse y transformar a Misiones.
Esa bendita banca
Luego del constante reclamo de la Unión Cívica Radical (UCR) para que Paulino Javier Mela pudiera asumir en la banca que dejó el expulsado Germán Kiczka, en este momento preso en la Unidad Penal VIII de Cerro Azul, acusado de consumo y distribución de material de abuso sexual infantil, finalmente el Tribunal Electoral Provincial le pidió al Poder Legislativo que defina la situación debido a la falta de jurisprudencia para actuar en caso de que un legislador
sea expulsado.
De esta manera, en la última sesión del año de la Cámara de Representantes, el presidente del bloque del Frente Renovador de la Concordia, Martín Cesino, presentó el proyecto para que Mela pueda asumir el lugar y completar el año de mandato que le faltaba al amigo íntimo y socio de Pedro Puerta.
Mela podría asumir el próximo 10 de diciembre, durante la sesión especial en la que el Poder Legislativo elige a autoridades para el año siguiente aunque para ello, su presidente, Oscar Herrera Ahuad, debería convocar a los legisladores un rato antes para definir el ingreso del abogado radical.
Con esta incorporación, el cuerpo volverá a tener una composición de 40 bancas y para los radicales será un premio demasiado elevado si se tiene en cuenta su desempeño durante los últimos meses de este periodo, donde sus legisladores brillaron por su ausencia en el trabajo de las comisiones y cuando el único propósito que persiguieron cada jueves fue el de sumar al propio Mela.
La Única
El 16 de noviembre de este año, la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner asumirá la presidencia del Partido Justicialista, en reemplazo de Alberto Fernández. Esta decisión se produce luego de que la jueza María Servini de Cubría, titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 1 con Competencia Electoral en el Distrito Capital Federal, dejara firme la impugnación de la Junta Electoral partidaria. Dicha junta había rechazado la
lista de “Federales”, el espacio encabezado por el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, quien pretendía competir con la madre del líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, por la titularidad del partido.
La decisión judicial evidenció nuevamente la centralidad de CFK dentro del peronismo, que se apoya en su figura como el punto de partida para la reconstrucción del partido. Esta tarea no será sencilla, considerando que, más allá del partido como instrumento electoral, existen numerosos sectores del peronismo que no coinciden con el estilo y la administración estatal representados por el kirchnerismo.
Aunque CFK es la figura con mayor nivel de apoyo, con un piso de alrededor del 30% del electorado según la mayoría de las encuestas, este mismo número podría convertirse en un techo si no logra sumar al resto de los peronistas presentes en otros espacios políticos. Por esta razón, trascendió que en los próximos días se reunirá con el propio Quintela para mostrar unidad y enviar un mensaje de estabilidad a un electorado que aún espera la consolidación de un líder peronista capaz de actuar como contrapeso frente a Javier Milei.
El kirchnerismo ha comprobado que sin el respaldo de otras fuerzas le será difícil elevar ese piso o techo de CFK. En 2019, Alberto Fernández fue elegido para contener al resto del peronismo, mientras que en 2023 fue Sergio Massa quien intentó unificar a los distintos sectores. La asunción de CFK a la presidencia del partido plantea ahora el desafío de construir una propuesta que incluya y cohesione a todo el peronismo, un proceso que determinará el papel del justicialismo en los próximos años.
El modelo de Loredo
Mientras el peronismo busca salir del pantano en que se metió con su interna, el radicalismo, el otro partido tradicional en el país, profundiza sus divisiones que ya llevaron a una ruptura dentro del bloque en la Cámara de Diputados de la Nación, donde un grupo trabaja abiertamente a favor de las iniciativas del gobierno nacional (esta semana habilitaron el dictamen para avanzar en la privatización de Aerolíneas Argentinas) mientras que el otro, representado por Facundo Manes, se muestra confrontativo con el modelo libertario.
En ese sentido, el comportamiento del cordobés Rodrigo de Loredo, presidente del bloque, llama la atención. A pesar de provenir de una tradición radical y de representar a un partido que históricamente se identifica con la defensa de los valores democráticos encarnados en la figura de Raúl Alfonsín, el diputado parece estar dispuesto a pasar por alto los ataques del presidente Milei hacia el expresidente radical. Alfonsín no solo representa una de las figuras más respetadas dentro de la UCR, sino que encarna el retorno de la democracia en Argentina, con un legado que trasciende cualquier partido político.
Es difícil comprender cómo de Loredo, quien en diversas oportunidades se presentó como un defensor de los valores históricos del radicalismo, pueda mantenerse en apoyo a un gobierno que se muestra abiertamente despectivo hacia uno de los líderes más icónicos de su espacio.
Este alineamiento refleja una contradicción y genera preguntas sobre sus verdaderos principios y objetivos. ¿Se trata de pragmatismo político, de la búsqueda de oportunidades de poder, o simplemente de una falta de convicción en los valores que dice representar? El apoyo incondicional de de Loredo a Milei no solo traiciona el espíritu del radicalismo, sino que también puede interpretarse como una señal de debilidad: la incapacidad de disentir
cuando es necesario. La política no se trata solo de acuerdos de conveniencia, sino también de saber defender los principios, incluso cuando están en juego relaciones estratégicas o intereses de corto plazo.
El cordobés parece ignorar que una de las constantes del manejo político de Milei es abandonar a quienes más lo apoyaron en su carrera presidencial. Desde Carlos Maslatón hasta Diana Mondino (que en su momento habría rechazado integrar la fórmula presidencial de 2023), pasando por las más de 50 renuncias que sufrió el equipo de gobierno, todos o una amplia mayoría, cansados del destrato del presidente y su hermana, quienes se autoperciben
como una nueva clase de políticos no políticos, cuando la realidad y sus formas, los emparentan con las peores prácticas de la casta.
Por Sergio Fernández