Junto a Santiago Caputo, el presidente y su hermana apuntan a desplazar de lugares clave, partidarios y ejecutivos, a todo aquel que discuta con la línea oficial. ¿Consenso ideológico o “caza de brujas”?
Acasi un año de haber asumido el Gobierno, el presidente Javier Milei y su hermana Karina están de acuerdo que es el momento ideal para “depurar” a la Libertad Avanza. La idea es reemplazar alianzas coyunturales, hechas al calor de la necesidad electoral del año pasado, con libertarios que respondan al pie de la letra con las directivas que puedan emitirse desde Casa Rosada.
Esa “limpieza ideológica”, como la definió ante Perfil un funcionario con oficinas en Balcarce 50 puede ir desde funcionarios, como la reciente salida de Diana Mondino de Cancillería, pasando por legisladores como Eugenio Casielles o el senador Francisco Paoltroni, e incluso puede incluir hasta a la vicepresidenta Victoria Villarruel.
“Se hace lo que dice el presidente Milei o estamos invitados a retirarnos del Gobierno”, señaló la semana pasada el vocero Manuel Adorni cuando fue consultado por la abrupta salida de Mondino. El mensaje llegó fuerte y claro. No existe la posibilidad de plantear disidencias con las ideas de Javier Milei. Tampoco se puede discutir con los otros vértices del “triángulo de hierro”: Karina Milei y Santiago Caputo.
La hermana y secretaria General de la Presidencia despierta más terror que nunca. Con el objetivo de armar el partido a nivel nacional, recorre las provincias desde que asumieron los libertarios. En cada viaje define quien será el “evangelizador” de las políticas oficiales. Y esa decisión suele dejar afuera a históricos armadores de la primera ola libertaria.
La “motosierra ideológica” en la Ciudad de Buenos Aires
Así, en la Ciudad de Buenos Aires, Karina Milei decidió aislar a los legisladores Ramiro Marra y a Casielles, que comenzaron a militar la idea libertaria años atrás, aunque habían tenido un pasado en otros espacios. Casielles habló de “las viejas formas regresaron a la arena política” y criticó “la persecución ideológica” que hay en el oficialismo. Lamentó también “la imposibilidad del debate hacia adentro, la discusión de ideas y la argumentación para corregir errores”. En su lugar, la hermana del Presidente apuesta a la también legisladora Pilar Ramírez como presidenta de La Libertad Avanza en el distrito porteño.
Días atrás, en Formosa, el senador expulsado del partido, Paoltroni, cruzó a Martín Menem por el nuevo referente libertario que puso en aquella provincia: “Bienvenida la casta” El senador cuestionó que se haya nombrado al diputado Gerardo González por considerar que tiene estrecha relación con el gobernador local, Gildo Insfrán; “Una Argentina distinta es imposible con los mismos de siempre”, alertó
Inclusive la vicepresidenta Victoria Villarruel ya está afuera del círculo de poder que rodea al Presidente y tiene una agenda propia. ¿La diferencia? Al ser titular del Senado, puede moverse con independencia más allá de lo que piense Milei, Karina o la diputada Lilia Lemoine, quien a diario la cataloga como “la peor vicepresidente de la historia” en redes sociales.
Además, por ser un cargo electivo, la vicepresidenta no puede ser despedida de forma directa por el jefe de Estado.
Consenso ideológico o “caza de brujas”
“Estamos en un momento crucial para tener un partido que tome las ideas de Milei sin discutir o buscar el poder propio. Acá el poder es de uno solo. Se llama Javier Milei. Quienes no lo entienden se van. Simplemente es eso”, sentenció un senador en diálogo con Perfil.
“Y además es algo natural teniendo en cuenta que somos un partido que llegó al Gobierno sin estructura y necesitado de alianzas con sectores que no nos representan. Ahora entonces vamos por ese segundo paso. Llenar de libertarios puros cada lugar de decisión. Lo estamos logrando”, aseguró la misma fuente.
En la vereda de enfrente, quienes son expulsados no creen que el motivo sea válido: “Nosotros lo que estamos viviendo es una caza de brujas interna por motivos aleatorios. A veces es por una frase errónea como le pasó a Julio (Garro), otras puede ser porque tocaste un negocio de alguien de arriba o quizás buscas ser más papista que el Papa y sin embargo te echan de la peor manera como a Mondino”, dijeron a este medio.
“Nadie sabe bien porque se toman las decisiones así. Hay mucho miedo adentro”, concluyeron.
Por Ramón Indart-Perfil