La mujer de 31 años es buscada por la Justicia provincial y la Policía Bonaerense. No encuentran su rastro en cámaras de seguridad y tampoco salió legalmente del país. ¿Qué rol juega su pareja, un pastor evangélico brasileño?
Natalí Elizabeth Valderrey, una joven de 31 años, desapareció hace diez días en Banfield, en el partido de Lomas de Zamora. Vestía un suéter amarillo, jeans azules, cuando dejó su domicilio en la calle Tucumán el martes 12. Mientras tanto, las sospechas se apilan. Una fuente clave en el expediente estima: “Todo indica que quería irse. O no quiere que la encuentren o se perdió”.
La investigación para encontrarla está a cargo de la UFI N°6 lomense, con el fiscal Gerardo Mohoraz, con tareas de rastreo a cargo de la Policía Bonaerense. Mohoraz trabaja a contrarreloj con la toma de diversos testimonios. El fiscal tiene la convicción de que Valderrey se fue por sus propios medios. Hacia dónde, se desconoce. Fuentes oficiales aseguran a Infobae que la joven ya se había ido en agosto, para luego volver cinco días más tarde y que, incluso, durante los primeros días de su desaparición habría tenido contacto con sus familiares, ya que llevaba su teléfono consigo.
Luego, la comunicación terminó. Natalí no volvió a atender los llamados. El sitio La Unión revela, en base a relatos de la familia, que la batería no habría sido un problema: la joven, que dejó su casa sin un bolso o mochila, llevaba consigo su cargador.
El relevo de cámaras de seguridad, tanto públicas como privadas, no detectó ninguna filmación que muestre su rumbo.
Hay, también, testimonios que apuntan a un posible trastorno psicológico no diagnosticado y que incluso habría vuelto a la Argentina desde Brasil para recibir tratamiento. Mientras tanto, el fiscal Mohoraz recibió hoy viernes por la mañana a la familia Valderrey para informarlos de la marcha del expediente.
Se especuló con que podría haber vuelto a Brasil, donde vivía con su pareja antes de regresar a la Argentina, donde no tiene un empleo en blanco o una actividad laboral registrada en la AFIP. Sin embargo, el último chequeo de información con Migraciones que realizaron los investigadores revelaron que, por lo menos, no salió legalmente del país.
Sin embargo, su pareja no deja de ser una pista: las autoridades pudieron determinar que el hombre, de 36 años, es el pastor de una conocida iglesia evangélica que opera tanto en Argentina como en Brasil.
Infobae accedió a la identificación de la ex pareja: su domicilio registrado en el país, un departamento en la calle Talcahuano del centro porteño, coincide con uno de los empleados por esta iglesia.
Por Federico Fahsbender Infobae