“El capitalismo es el genocida más respetado del mundo”.
Ernesto “Che” Guevara
(discurso en la ONU, 1964)
Argentina frente a un sistema – mundo en plena mutación
Durante su intervención en la ceremonia de entrega de los premios UP100 de Ukrainska Pravda, el actual representante de Ucrania en el Reino Unido expresó “Creo que en 2024 podemos estar absolutamente seguros de que ha comenzado la Tercera Guerra Mundial”. “Porque en 2024, Ucrania ya no se enfrenta a Rusia (…) las armas de Corea del Norte y China están llegando a Ucrania”; agregó.
A propósito de semejante panorama, en reciente editorial del interesantísimo podcast de la Revista Crisis (“El mundo en crisis”, a cargo del analista internacional Marco Teruggi y el editor de la publicación de la que depende, Mario Santucho), el sociólogo Juan Gabriel Tokatlian aportó muchos elementos para comprender el actual damero internacional, explicando la reconfiguración que viene experimentando Occidente desde los años 70 y 80s, describiendo un traslado del eje global hacia Oriente durante el ciclo corto de la posguerra fría, y añadiendo que hacia 1999 la OTAN, desentendiéndose de la ONU, bombardeó Yugoslavia en la Guerra de los Balcanes, con el pretexto de evitar una “limpieza étnica” contra la población albanesa de Kosovo. Poco después, el mundo se vería conmocionado por un actor no estatal (Al Qaeda) mediante el atentado de 2001 contra las Torres Gemelas, y más adelante por un actor estatal (Federación Rusa), que inició hostilidades contra Ucrania en procura de detener el avance occidental sobre Eurasia.
En tal contexto, todo indicaría que se viene gestando un mundo post occidental, regido por un orden no hegemónico, en el cual el regreso a la escena política de Donald Trump expresaría el agotamiento de la condición de EEUU como ordenador global, recostándose ahora sobre una suerte de unilateralismo transaccional que no respetará reglas impuestas, sino que establecerá más bien tratos bilaterales con actores supraestatales.
Según el citado analista, desde la crisis de Lehmann Brothers (2008), EEUU comenzó a implementar una orientación proteccionista. Por tanto, su actual declinación en el concierto internacional (el multilateralismo subregional oportunamente puso coto al belicismo yanki a partir de la guerra en Afganistán) augura una orientación no librecambista.
A la hora de repensar entonces el epicentro del poder occidental, conviene advertir que los 10 Big Techs norteamericanos poseen una riqueza equivalente al PBI de China. De este modo, en el Siglo XXI su conformación consta de un eje político aún situado en Washington, uno financiero en Wall Street (Nueva York), uno tecnológico con epicentro en Silicon Valley (California) – con el que conecta plenamente el Jefe del Ejecutivo nacional -, y un núcleo duro de carácter militar y económico situado en Florida, donde se encuentra la Cuarta Flota y la derecha más retrógrada de EEUU.
El rediseño del escenario global encuentra a la OEA absolutamente deslegitimada durante la gestión de Luis Almagro.
De manera que este mundo cada vez más asimétrico que se viene gestando perjudica a lxs occidentales de este Sur Global que habitamos.
A este respecto, corresponde actualizar la mirada ideológica Este/Oeste que rigió durante la Guerra Fría, toda vez que China – por ejemplo – no forma parte del Sur Global, sino que constituye Otro Norte.
El panorama regional se completa ratificando que Méjico no tiene más alternativa que interactuar con EEUU, dado que el Gran País del Norte le genera múltiples conflictos, tanto con los migrantes como con la proliferación del fentanilo, que ya causó alrededor de 82.000 muertes en 2023. Venezuela apuesta por ese Otro Norte ya mencionado. Brasil busca un equilibrio que le permita establecer nichos de autonomía relativa. Y aquí corresponde anotar la novedad de que el Frente Amplio haya ganado el balotaje en Uruguay y, con su vuelta al gobierno, reaparezca el progresismo en el Río de la Plata. Efectivamente, Yamandú Orsi se impuso con más del 52% de los votos frente al derechista Álvaro Delgado, perteneciente al Partido Nacional, que obtuvo alrededor del 48%. Enhorabuena. Ya habrá tiempo para evaluar si la gestión del presidente electo se inclina hacia un perfil como el de Gustavo Petro, o a uno como el de Gabriel Boric.
En lo que a nuestro país respecta, y dado que la internacional reaccionaria no parece ser un fenómeno fugaz, corresponde diferenciar la noción de globalización (económica) de la de globalismo (ideológica), para entender cabalmente que Javier Milei es un globalizador… pero Trump es un globalista, aunque ambos elijan relaciones entre actores económicos, no entre Estados. Esa es su mayor coincidencia.
Resulta evidente que durante la gestión de La Libertad Avanza, Argentina viene traicionando sus principios históricos en el concierto de las naciones, dado que su actual presidente se afana por insertar a nuestro país en un nuevo orden internacional a cargo de un occidente en franca decadencia.
A la hora de hacer balances sobre un gobierno que ante su electorado más incondicional viene cumpliendo unas cuántas promesas de campaña (bajar la inflación aún a costa de planchar el consumo, erradicar los cortes de calle judicializando el derecho a protestar, o expandir la esencialidad laboral jaqueando el derecho de huelga), si bien cuesta digerir la derrota cultural que ha sufrido el campo popular y corresponde remontar, no sería ético omitir el dato de que, como tantxs analistas – profesionales o meramente militantes -, durante la segunda mitad de 2023 y requerido por el movimiento estudiantil secundario, quien escribe estas líneas expresó que Milei era un fenómeno circunstancial que no merecía mayor preocupación. Hoy tal apreciación no solo aparece cargada de voluntarismo sino desprovista de enjundia a la hora de dimensionar el curso que está tomando la política tanto a nivel global como local, lo cual habla de un nuevo ciclo histórico en ciernes, regido fundamentalmente por la crisis de representación de los partidos tradicionales y la insatisfacción generalizada con unas democracias que ya no solo no incluyen a las grandes mayorías sino que ni siquiera cubren sus necesidades básicas, fenómeno que corresponderá estudiar a fondo para poderlo conjurar con eficacia. El resto de un recuento anual – que no pretende ser exhaustivo – (bravuconear con no negociar con comunistas e implementar el swap de monedas con China, o develar que la mentada casta era el sector pasivo, la educación pública, y las Pymes) impacta en alguna medida sobre el electorado circunstancial del oficialismo.
En consecuencia, habrá que ver si el mejor camino para recuperar un horizonte de equidad es el de proclamar – a contrapelo de lo que indica el panorama global que vinimos revisando – que “los verdaderos capitalistas somos nosotros, no ellos”, como lo hizo la Dra. Cristina Fernández de Kirchner en el reciente acto del que participó en Rosario, convicción que sintoniza con la enfática insistencia del Instituto Patria para que este gobierno distópico cumpla con sus cuatro años de mandato, como si su incidencia sobre la realidad nacional no estuviera siendo devastadora.
En tal sentido, coincidimos con el patriota Ángel Cadelli, ingeniero que oportunamente fuera Vicepresidente de los Astilleros Río Santiago, cuando afirma que “quienes hablan de ‘capitalismo en serio’ lo hacen porque no se ríen mientras nos cagan”.
Un par de datos más – sobre los que abundaremos más adelante – completan el complejo cuadro de situación que atraviesa la principal fuerza de oposición al oficialismo:
Más de 40 gremios de peso de la Confederación General del Trabajo (CGT) comenzaron a cranear la creación de un partido político propio, con vistas a las próximas elecciones legislativas y en pleno proceso de reconfiguración del movimiento peronista. El primer paso lo dieron con una reunión en la Sede del Sindicato de Obreros de Maestranza de la República Argentina (SOMRA), con participación de líderes y dirigentes de organizaciones de fuerte relevancia dentro de CGT. ¿Se tratará de un nuevo laborismo?
Y, completando el panorama, en las inmediaciones del Congreso nacional aparecieron carteles exhibiendo la foto de la Vicepresidenta luciendo de paisana como Soledad Pastorutti en su debut, coronada por el lema “Dios, Patria, Justicia Social”, la leyenda “Victoria Conducción”, y la rúbrica “Movimiento Nacional Justicialista”, acompañada por la Estrella Federal y las imágenes de Rosas, Perón, y Seineldín. Al parecer, alguien aspira a introducir una cuña falangista en el movimiento que irrumpiera un 17 de octubre de 1945.
“Tras los muros / sordos ruidos / oír se dejan / de corceles y de acero” (*)
Como parte de las numerosas iniciativas encaradas por el activismo a lo largo del país, se supo que en Formosa representantes de los pueblos originarios de la provincia alertaron que podrían tomar el Instituto de Comunidades Aborígenes (ICA) por el mal funcionamiento del organismo.
Por su parte, el Sindicato de Conductores de Trenes La Fraternidad podría reactivar las medidas de fuerza en el sector, ante la falta de acuerdo en la negociación salarial con las empresas ferroviarias dependientes del Estado nacional. El gremio que lidera Omar Maturano evalúa la convocatoria a nuevas acciones de protesta que podrían afectar el servicio de trenes tras la magra propuesta salarial presentada por las autoridades del Gobierno nacional en mesa de negociación.
A su turno, la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN) llevó a cabo un nuevo encuentro nacional de delegados en el que respaldó el paro nacional de las últimas horas. Además, confirmó la convocatoria a participar de la próxima marcha federal. La organización sindical viene de realizar un banderazo en el cuarto piso del Palacio de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires y en cada delegación judicial de todo el país, para profundizar los reclamos salariales que viene efectuando a la Corte Suprema.
En tanto, trabajadores/as de la salud nucleados en la Junta Interna de ATE del Hospital Garrahan, Autoconvocados Garrahan y la Asociación Profesionales y Técnicos (APyT), realizaron una nueva jornada de lucha en reclamo del 100% de aumento salarial, un salario mínimo igual a la canasta familiar, contra el “impuesto al salario” y en repudio al anuncio del Gobierno sobre su propósito de privatizar todos los hospitales nacionales.
A su vez, desafiando al protocolo represivo vigente, las organizaciones del Frente de Lucha Piquetero realizaron un ollazo en Plaza Congreso con reclamos contra el hambre, la desocupación y la represión gubernamental. Una columna de más de 10.000 activistas marchó a lo largo de la Avenida 9 de Julio para llevar sus demandas hasta el Ministerio de Capital Humano donde solicitaron una reunión, para luego desconcentrar en la Plaza de los Dos Congresos.
En este marco de generalizada conflictividad social en busca de un cauce común, el secretario general de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines (FTCIODyARA), Daniel Yofra, arremetió contra la conducción de la CGT luego de confirmada la renuncia del cotitular Pablo Moyano y pidió una alianza entre los gremios combativos. “La situación está complicada: empeoró todo lo que venía mal”, expresó el dirigente sindical, quien consideró que “los trabajadores de nuestro país tienen tristeza al no ver las necesidades que tenían antes y que ahora están peor”, por lo que no descartó que “todo puede estallar socialmente”.
En línea con lo anterior, las dos vertientes de la CTA han coincidido en llamar a una marcha hacia Plaza de Mayo para el 5/12 bajo la consigna “La Patria no se vende”, estableciendo contactos con Pablo Moyano y con los gremios que integran el ala dura de la CGT.
También, bajo la consigna “La deuda es con el pueblo”, concebida como un legado de las Madres y Abuelas que hoy marca el camino de la lucha popular, acaba de difundirse el programa que se desarrollará el 6/12 a partir de las 18 hs. en Boedo 120, Lomas de Zamora, convocado por ATE Sur, consistente en un Ciclo de Charlas/debate orientado a analizar el vínculo entre Deuda Externa y Genocidio/ Impunidad y Complicidades, actividad que promete ser un aporte colectivo y de reflexión crítica, sobre la deuda externa impagable, sus beneficiarios responsables y las consecuentes víctimas de un plan económico y social anterior al golpe de Estado del 76, aún vigente.
Dichas deliberaciones abordarán la creación de un aparato represivo estatal genocida, con impunidad y complicidades de la burocracia sindical, las fuerzas armadas y los grupos económicos dominantes, tanto como un poder judicial en democracia, con causas pendientes por los derechos humanos, en el marco de la lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia.
Los cuestionamientos previstos van desde el Archivo Popular de la Memoria, dado el interés por recuperar la historia de los 30.000 detenidxs -desaparecidxs, reconstruir sus luchas y su militancia, a dar cuenta de la resistencia de nuestro pueblo y el rol de la clase trabajadora, con levantamientos en todo el país y una creciente organización combativa en los lugares de trabajo, abordando los siguientes ejes:
COMPLICIDADES – ¿Puede Argentina suspender los pagos e investigar la deuda? ¿Cuál es el vínculo de la deuda externa con el Terrorismo de Estado? ¿Cuál fue la responsabilidad empresarial en el genocidio, el enriquecimiento de los grandes grupos económicos a través de la represión, la consecuente deuda externa ilegítima, ilegal y fraudulenta, con la complicidad de la cúpula eclesiástica?
IMPUNIDAD – ¿Cuál fue el rol del Estado, su implicancia y complicidades en el encubrimiento de los hechos?
JUSTICIA – A 40 años de la CONADEP, ¿en qué situación se encuentran los juicios, desde su reinicio después de las leyes de Punto final, Obediencia debida, e Indultos que demoraron 20 años?
– Cómo son estos procesos judiciales: Qué comprenden las causas, quienes son los imputados, cuando la mayoría continua impune, sin sentencias definitivas. ¿Cómo es esta justicia que llega tarde, con pocos casos y fragmentados?
¿Por qué estos delitos se califican como crímenes de lesa humanidad y pocos como GENOCIDIO?
– ¿Cuándo comienza el Terrorismo de Estado?
En la ocasión, se proyectará un fragmento del documental de María Giovis “66 – 76 Insurrección obrera y estudiantil”, que incorpora testimonios de partícipes de la época, datos del Documento Reservado y el Operativo Serpiente Roja (tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=DZ8d-0zyEnA&t=10s)
Indicadores – todos los enumerados – de que, como escribió el poeta, “la savia no hace ruido, pero la hiedra igual crece”.
Harto sabemos lxs argentinxs que, bajo el imperio de este neoliberalismo de guerra, con diciembre no solo llega Papá Noel. Y este año no es la excepción. De hecho, en los barrios más castigados del conurbano sur bonaerense, entre el paco, los narcos, y la miseria, la hambruna no se aguanta más. Trascendidos de buena fuente afirman que hacia las fiestas se abordarán unos cuántos supermercados de la región a como dé lugar. Frecuentemente la desesperación vence al temor.
Debates urgentes
En el complejo interregno que transitamos, entre lo que algunxs cientistas sociales han considerado la “Era de las Revoluciones” (en alusión al Siglo XX) y la “Era de las Contra Revoluciones” (a propósito del auge de nuevas derechas que vienen encarnando los planteos más disruptivos en lo que va del siglo en curso), una de las tradiciones políticas que está confluyendo en torno a debates centrados en darle un cauce a las transformaciones pendientes es la del llamado nacionalismo popular revolucionario, en su más amplio espectro de versiones, ora más comunitarias, ora más institucionalistas.
A la hora de precisar dicha categoría política – fundamentalmente ante nuevas generaciones de activistas que acaso la encarnan aún sin proclamarlo -, cabe recordar que Ricardo Carpani, el talentoso artista plástico del peronismo revolucionario cuya obra acompañara incontables luchas durante los años 60 y 70, oportunamente contribuyó a interpretarla, no sólo para definirla teóricamente sino buscando orientarla hacia la práctica política.
En tal sentido, en su ensayo militante denominado “Nacionalismo burgués y nacionalismo oligárquico”, el compañero planteaba que, en las naciones modernas, la idea ilusoria de igualdad entre los hombres, sirvió de fundamento al predominio de un sentimiento comunitario nacional, diferenciado de las formas anteriores. Se habría desarrollado así, una idea de Patria frente a la cual todxs, pobres y ricos, compartirían cierto imaginario común. A esa noción comunitaria generalizada en amplios sectores de la sociedad llamó sentimiento nacional. Sin embargo, su texto distingue el sentimiento nacional de la conciencia nacional, esta última es definida como “la conciencia que adquieren los habitantes de un determinado territorio, de su pertenencia a una comunidad específica y diferenciada, con un presente y un porvenir que deben ser autónomamente determinados por los propios integrantes de esa comunidad”.
El nacionalismo sería entonces el sistema de ideas que expresa a nivel teórico y político ese sentimiento y esa conciencia nacionales. De este modo, el proceso histórico de los últimos dos siglos estaría indicando la presencia permanente del sentimiento nacional como un factor emocional fundamental en la movilización de las masas.
El autor percibe la eficacia de la prédica “patriótica” en las guerras coloniales de conquista y en las guerras “Inter imperialistas” desatadas por las grandes potencias, y por otro lado la importancia de la afirmación nacional en la rebelión de los pueblos sojuzgados. De modo que, el sentimiento nacional actuaría en muchos casos de manera contrapuesta. En tanto en el primer caso las clases dominantes se apropian del sentimiento nacionalista de las masas para lograr sus objetivos de dominación, en el segundo, son las mismas masas las que asumen este sentimiento para generar la identidad que se opone a la de la oligarquía proimperialista. Lo que varía, según Carpani, es el contenido de clase que se expresa, y que, según las circunstancias, hace que el nacionalismo se constituya en un sistema de ideas al servicio de los explotadores, o en una bandera de lucha de los oprimidos contra toda forma de opresión.
Mucho más cerca en la historia contemporánea, en el marco de un intento por reflotar las Cátedras Nacionales que a partir de 1973 promovieran insignes intelectuales orgánicxs del movimiento popular como Roberto Carri, Alcira Argumedo o Ernesto Villanueva, llevado a cabo en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA por la Cátedra Nacional Latinoamericana, a fin de considerar Procesos Populares de Transformación en América Latina y el Caribe. Historia de las Luchas Populares en Argentina, a instancias de la formación originaria de Barrios de Pie, el 25/5/2003 quien suscribe este editorial presentó un aporte al debate, complementario de lo anterior, bajo el título de “Montoneros, hijos del 55. Cuestiones en torno a la máxima experiencia de enfrentamiento anti oligárquico en Argentina (de ‘Luche y Vuelve’ a ‘Luche y se van’)”: https://www.yumpu.com/es/document/read/14782466/jorge-falcone-montoneros-hijos-del-55-el-ortiba
Resulta oportuno rescatar uno de sus párrafos, a los efectos de perfilar algo más la tradición política a la que nos venimos refiriendo. En dicho texto decíamos: “A lo largo de casi dos siglos de luchas populares, la identidad de las masas ha ido adquiriendo distinta denominación circunstancial, pero no distinta meta: En el siglo XIX fue el turno de la montonera federal que combatió incansablemente contra el invasor inglés, el español, y sus lacayos de la oligarquía porteña. En la primera mitad del siglo XX aquella ‘chusma’ radical que se levantó contra similares intereses; y ya en la segunda mitad, ese movimiento peronista cuyo legado no podrá mancillar ni la empeñosa obra del más eficiente empleado del Imperio. De esa matriz nació la experiencia montonera, seguramente merecedora de mayores y más agudos cuestionamientos que los que en este resumen se formulan, pero que – en la opinión del autor – a todas luces exhibe la inviabilidad de ciertas concepciones, pero no la caducidad de las metas propuestas. Ninguna etapa de la lucha anula a su anterior. A la larga, todos los pueblos vuelven sobre su historia en pos de las lecciones más valiosas. Es entonces cuando las identidades del pasado se enhebran en un sustrato nacional, popular y revolucionario, que también habrá de alimentar al próximo movimiento histórico que el pueblo vaya gestando en las calles. Para ello, la lucha de los Montoneros siempre será uno de los patrimonios más valiosos en que podrá abrevar la juventud argentina en la larga marcha hacia nuestra impostergable Liberación Nacional”.
Seguimos creyendo en tales postulados, por lo cual celebramos el proceso de debate en curso en los espacios en que veteranos y bisoños adherentes a la tradición de marras vienen intercambiando en torno al Qué Hacer de la etapa.
Tenemos plena conciencia walsheana, además, de que, en un momento de reflujo y fragmentación social, que encuentra a nuestro pueblo sistemáticamente defraudado por quienes deberían haber defendido con mayor ahínco sus intereses, librando incontables batallas de carácter defensivo, bien puede resultar improcedente enarbolar planteos de gran radicalidad. Es más, damos por descontado que muchxs meritorixs luchadores populares volverán a nuclearse alrededor de un mal menor percibido como la última brasita encendida del movimiento nacional. Pero, dado que ya hemos muerto y resucitado tantas veces por una causa visceralmente compartida y de éxito pendiente, al margen de la conveniencia o no de enunciarlo, humildemente nos parece que resignar la noción de lucha de clases en pos de planteos progresistas dispuestos a continuar intentando optimizar una democracia cada vez más incompatible con la Justicia Social, o abandonar una posición netamente anticapitalista por considerarla maximalista y extemporánea, implicará extender antedatadamente un certificado de defunción a cualquier intento tendiente a desmontar la perniciosa matriz productiva vigente agroexportadora y extractivista, de acumulación por desposesión.
La taba de nuestros debates continúa pues girando en el aire, mientras el genocidio social avanza resueltamente. Pero no todxs lxs luchadorxs de mil batallas hemos capitulado. –
(*) Estrofa de la Marcha de San Lorenzo, compuesta por el profesor Carlos Javier Benielli y el capitán de banda Cayetano Alberto Silva. Esta marcha honra el combate de San Lorenzo, en el que se enfrentaron las tropas del entonces coronel de granaderos José de San Martín y su contraparte realista.
A la memoria de Jorge Rodríguez Layhut (a) “Jackaroe”
Por Jorge Falcone-La Gomera de David