Misiones Para Todos

Humo & Garrochas

Karen Fiege y Pedro Puerta fijaron fecha para su boda interreligiosa cuatro días antes del inicio de las sesiones ordinarias de la Cámara de Representantes- Milei y su bomba para entretener a la opinión pública- Schiavoni versus Schiavoni: la interna fraterna que hunde (aún más) al PRO en Misiones- El PJ y la UCR navegan hacia la total y absoluta intrascendencia

Yerba y Arroz

El verano transcurre entre la falta de lluvias y las temperaturas extremas, que mezcladas con la irresponsabilidad de algunos, generan las condiciones para los incendios que llevaron al gobierno provincial a declarar la emergencia ígnea en todo el territorio provincial. La temporada 2025 recién comienza y la vorágine que se espera para el resto del año hace que la clase política aproveche el mes para descansar (fuera del país, como corresponde) y limpiar la
cabeza y el cuerpo para lo que viene.

En este contexto, y mientras se espera la confirmación de que las elecciones legislativas de la provincia se realizarán en junio (algunos mencionan la alternativa de mayo, como las últimas del 2023), ya está pautado un evento que reunirá a una diversidad de rostros y apellidos que no tienen muchos puntos en común, salvo su cercanía con los protagonistas.

Según reveló La Voz de Misiones, los diputados provinciales Karen Fiege y Pedro Puerta, sellarán su unión el 26 de abril, en una fastuosa fiesta que tendrá lugar en un importante hotel de Puerto Iguazú y que contará con más de 300 invitados, entre los que se destacarán cuatro expresidentes (uno padre del novio) y una ceremonia interreligiosa, debido a que el novio es católico, mientras que la novia, profesa el islam debido a sus raíces libanesas.

El mismo portal señala que la pareja lleva siete años de noviazgo y que desde hace unos meses, en medio del escándalo que protagonizó el amigo y socio político de Puerta, Germán Kiczka, expulsado de la Cámara de Representantes y preso por tenencia, consumo y distribución de Material de Abuso Sexual Infantil (MASI), conviven en una casona ubicada en inmediaciones de Apóstoles. Incluso el portal reveló una conversación con Fiege, donde ella narra cómo fueron los inicios del romance, dejando en claro que durante los últimos tiempos tuvieron idas y venidas pero que la relación siempre transitó el mismo camino que el de otras parejas, con el condimento de que ambos son dirigentes políticos y representan posturas ideológicas diametralmente opuestas.

La relación amorosa entre ambos no es motivo de análisis para esta columna, aunque las implicancias políticas de la unión son materia analizable. La boda se realizará el 26 de abril, apenas cuatro días antes de que el Poder Legislativo provincial inicie las sesiones ordinarias del año, probablemente en el mismo momento en que la pareja disfrute de su luna de miel, con el antecedente de que él, se ausentó casi toda la segunda parte del año, donde no asistió a lassesiones ni dijo presente a las reuniones de comisión.

En un momento, ambos pidieron licencia y se los vio de viaje en diversos puntos del planeta pero mientras que ella regresó, al menos para la sesión especial del 10 de diciembre, donde se renuevan las autoridades para el año siguiente, él siguió transitando sus días lejos de su compromiso asumido con sus votantes. Incluso desde la administración de la Cámara de Representantes si informó que Puerta sería sancionado por sus reiteradas (e injustificadas) ausencias.

Políticamente, la irresponsabilidad de Puerta terminó por arrastrar a su pareja, quien dejó la vicepresidencia del bloque del Frente Renovador de la Concordia, donde acompañaba a Martín Cesino y pasó a ser una legisladora más dentro del bloque, lo que generó un sin número de especulaciones que, incluso, ponen en duda su influencia en materia legislativa.

El caso de Karen Fiege y Pedro Puerta ilustra cómo las decisiones personales de los dirigentes pueden tener repercusiones directas en su vida política y en la percepción pública de su compromiso con el rol que representan. La fastuosa boda, más allá de ser un evento social, se convierte en un símbolo de las prioridades de ambos diputados en un contexto provincial marcado por desafíos urgentes, como los incendios, la emergencia ígnea y las necesidades de la población.

En un año cargado de expectativas electorales y debates legislativos cruciales, resulta inevitable advertir que los votantes valorarán el desempeño de sus representantes, tanto dentro como fuera del recinto. Para muchos, la política es un espacio de servicio, no de privilegios; un principio que parece diluirse en ciertas actitudes. Será interesante observar si los protagonistas logran recuperar la confianza perdida o si, por el contrario, sus ausencias y
decisiones terminan confirmando lo que para algunos ya es evidente: el peso de los compromisos individuales está superando al de sus responsabilidades colectivas.

Bomba de humo

Este lunes, Donald Trump volverá a la Casa Blanca como presidente de los EEUU, en un evento que promete atraer la atención mundial y que contará con la presencia de figuras internacionales, entre las que se destacan el presidente Javier Milei , que aunque vende que será el único del país invitado, tendrá la compañía del gobernador de San Juan, Marcelo Orrego. Según Infobae, la invitación a Orrego está relacionada, con el rol preponderante que
su gestión otorga al sector energético en la provincia donde recientemente se anunció el primer plan de inversión bajo el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), mediante un proyecto de explotación de oro en el yacimiento Gualcamayo, ubicado en el departamento de Jáchal, que prevé una inversión de USD 1.000 millones.
Antes de partir rumbo a Washington, Milei firmó el proyecto de ley de Ficha Limpia, una iniciativa que busca impedir que personas con condenas penales puedan ser candidatas a cargos públicos. Aunque el anuncio fue celebrado por sus seguidores, muchos analistas lo ven como un “humo de artificio”, una maniobra para captar la atención mediática y desviar el foco de las tensiones sociales que generan sus políticas económicas.

Si bien los números macroeconómicos muestran cierta recuperación, como el crecimiento del PBI y una caída en la inflación, el costo social de las medidas sigue siendo alto. Los índices de pobreza y exclusión social se mantienen elevados, lo que genera un malestar creciente en los sectores más vulnerables.

En este contexto, el silencio de los dirigentes cercanos a Cristina Fernández de Kirchner, principal víctima de la ficha limpia, es llamativo. Más allá de algunas críticas puntuales, la oposición peronista sigue sin articular una respuesta contundente a las políticas del gobierno de Milei. Una de las únicas excepciones es Juan Grabois, dirigente social vinculado al papa Francisco, cuestiona abiertamente al presidente y alerta sobre las consecuencias de un modelo
económico que, según él, prioriza los números sobre las personas.

La presencia de Milei en la asunción de Trump refuerza su imagen como un aliado natural del líder republicano, pero también pone en evidencia la desconexión entre el escenario internacional y las problemáticas internas que atraviesan los argentinos. Mientras el presidente busca fortalecer su perfil global, las tensiones sociales en el país siguen latentes, esperando respuestas que vayan más allá de las promesas y los anuncios simbólicos.

En medio de un verano seco y sofocante, el gobierno de Misiones no baja la guardia frente a los focos de incendios que amenazan el territorio provincial. Ante la gravedad de la situación, el gobernador Hugo Passalacqua declaró la emergencia ígnea, destacando la necesidad de reforzar los esfuerzos para proteger la biodiversidad y las comunidades afectadas por esta problemática recurrente.

El gobierno provincial tomó medidas concretas para combatir las llamas, incluyendo la adquisición de nuevos vehículos especializados y la incorporación de tecnología avanzada para el monitoreo y control de los incendios. Sin embargo, más allá de las herramientas y los recursos desplegados, las autoridades insisten en que la responsabilidad humana sigue siendo el principal factor para prevenir este tipo de desastres. Desde el Ejecutivo se reitera el llamado a la conciencia ciudadana, subrayando que pequeños actos negligentes pueden tener consecuencias devastadoras.

Además del trabajo encabezado por Passalacqua y su gabinete, también destaca la actividad del presidente de la Cámara de Representantes, Oscar Herrera Ahuad. El exgobernador se mantiene activo y comprometido en el contexto de esta emergencia, recorriendo diferentes puntos de la provincia.

La combinación de temperaturas extremas, la falta de lluvias y la acción humana negligente plantea un desafío que requiere la colaboración de todos los sectores. Desde el gobierno provincial, se busca no solo apagar las llamas visibles, sino también fomentar una cultura de prevención que permita evitar que estas situaciones se repitan.

Temporada de garrochas

La interna del PRO en Misiones alcanzó niveles inéditos de tensión, que reflejan no solo las grietas políticas sino también familiares. Los hermanos Alfredo y Humberto Schiavoni, referentes históricos del espacio en la provincia, protagonizan una disputa que, lejos de resolverse puertas adentro, alimenta una narrativa de fracturas ideológicas y ambiciones personales.

Alfredo Schiavoni, exdiputado nacional, se muestra públicamente (en rigor a la verdad, en las redes sociales) alineado con Javier Milei. De esta manera busca posicionarse en las posibles listas de La Libertad Avanza en Misiones para las próximas elecciones. Su apoyo al libertario representa un cambio de rumbo que no solo sorprende a propios y extraños, sino que también evidencia su distanciamiento de las bases tradicionales del PRO.

Por su parte, Humberto Schiavoni, expresidente del PRO y estrecho amigo del fundador del partido, Mauricio Macri, no oculta su incomodidad ante la influencia creciente de los sectores cercanos a Patricia Bullrich, actual ministra de Seguridad en el gobierno de Milei. Humberto lanzó duras críticas contra los dirigentes que simpatizan con Bullrich, exigiendo que abandonen el partido. Esta postura desafiante pone en una posición incómoda a Martín Goerling, su delfín político y actual senador por Misiones.

Goerling, quien siempre se mostró fiel a Humberto, tomó un camino en las elecciones de 2023, jugando para Bullrich, que al final lo dejó en offside y lo convierte en el epicentro de un juego político que amenaza con fracturar aún más al PRO misionero. Ahora, el senador parece estar atrapado entre la lealtad hacia su mentor y las alianzas que construyó con el sector de Bullrich, exponiendo aún más la fragilidad del espacio político en la provincia.

Esta situación recuerda la célebre frase de Martín Fierro: “Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera; tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean, los devoran los de afuera”. En el caso de los Schiavoni, parece que esta máxima es desoída y los costos políticos de su enfrentamiento ya se dejan sentir.

Mientras Alfredo busca su lugar bajo el ala libertaria y Humberto intenta proteger lo que queda de las raíces macristas del PRO, la pregunta es si este conflicto dejará algo más que cenizas en un partido que, en Misiones, parece alejarse cada vez más de su esencia fundacional.

Un invernadero llamado PJ misionero

El Partido Justicialista (PJ) de Misiones parece haber entrado en un estado de inmovilización tal que, según una fuente del Consejo Nacional Justicialista, ni siquiera una intervención despierta interés o expectativas. La metáfora de un invernadero describe a la perfección la situación: un espacio cerrado, controlado, donde el crecimiento está limitado y las condiciones son artificiales, más para preservar lo existente que para avanzar hacia algo nuevo.

En la provincia, los referentes justicialistas locales parecen esperar la palabra de Cristina Fernández de Kirchner para cualquier movimiento que represente una señal de vida para los miles de peronistas que, dispersos, subsisten. Este nivel de dependencia hacia la figura de la ex presidente refleja la falta de liderazgo y dirección autónoma en un contexto donde el PJ misionero no logra levantar vuelo ni entusiasmar a la dirigencia nacional.

Desde el Consejo Nacional del PJ, las señales son claras: no hay intenciones de intervenir ni de forzar un cambio en la conducción provincial. Esto podría interpretarse como una resignación ante un espacio que no ofrece perspectivas ni para renovar su estructura ni para ganar protagonismo en el escenario político local.

La falta de acción y propuestas convierte al PJ misionero en un actor político marginal, incapaz de capitalizar las demandas sociales o de posicionarse como una alternativa seria en un año marcado por crisis y desafíos en todos los niveles y con unas elecciones legislativas que podrían convertirse en la piedra basal desde donde La Libertad Avanza gane escaños en el Congreso de la Nación. Sin el respaldo de la militancia ni de los votantes, el partido se
mantiene en una especie de limbo, donde lo único que crece es la percepción de irrelevancia.

En un contexto político como el de Misiones, dominado por actores dinámicos y estrategias renovadoras, el PJ provincial corre el riesgo de quedar atrapado en su propio invernadero, protegido del cambio, pero también desconectado de la realidad. Sin un giro estratégico, el partido seguirá vegetando, esperando señales externas que, por ahora, parecen no estar en agenda.

Radicales siempre disponibles y a la carta para todos los gustos

Al igual que el PJ, la Unión Cívica Radical (UCR) en Misiones parece navegar hacia la irrelevancia, desperdiciando el capital político que los misioneros les confiaron hace apenas cuatro años. En las elecciones de medio término de 2021, Juntos por el Cambio, el espacio encabado por los radicales, logró un resultado histórico: Martín Arjol y Florencia Klipauka se quedaron con las dos bancas de la mayoría en la Cámara de Diputados de la Nación, en
representación de Misiones, relegando a la poderosa Renovación al escaño que ocupó Carlos Fernández. Fue un hito que prometía abrir un nuevo capítulo en la política provincial.

Sin embargo, lo que vino después fue una rápida dilapidación de esa oportunidad. Asociados al PRO y Activar (el partido liderado por Pedro Puerta y Germán Kiczka, este último expulsado de la Cámara de Representantes y actualmente preso por pedofilia), la UCR no logró capitalizar su éxito ni consolidar una base de poder sólida. Las ambiciones personales de sus dirigentes, sumadas a una visión limitada enfocada únicamente en el corto y mediano plazo, terminaron por desdibujar al partido en el escenario provincial.

Hoy, a las puertas de un nuevo año electoral, la UCR en Misiones parece carecer de rumbo. Sus principales referentes provinciales, lejos de ofrecer una propuesta consistente o de proyectar un liderazgo renovador, optan por buscar acuerdos con los hermanos Milei, intentando asegurarse alguna posición de relevancia simbólica, pero lejos de los espacios donde realmente se toman decisiones.

Esta deriva no solo pone en evidencia las debilidades estructurales de la UCR, sino que también subraya el desencanto de un electorado que había depositado en ellos una esperanza de cambio. En un contexto político tan dinámico como el misionero, donde los proyectos de largo plazo y el trabajo territorial suelen marcar la diferencia (el ejemplo de la Renovación es prueba de ello), la UCR parece condenada a seguir perdiendo relevancia, víctima de sus propios errores y de la falta de una visión que trascienda lo inmediato.

Así, el radicalismo misionero queda atrapado en un ciclo de intrascendencia, dejando un vacío en la oposición que, hasta ahora, nadie parece dispuesto ni capaz de llenar.

Por Sergio Fernández