El presidente Javier Milei participó del Foro Económico Mundial en Davos y dio un explosivo discurso ante empresarios y líderes de todo el mundo.
El presidente Javier Milei participó del Foro Económico Mundial en Davos y dio un explosivo discurso ante empresarios y líderes de todo el mundo. En su exposición, el jefe de Estado arremetió sin contemplaciones contra la “ideología woke”, a la que tildó de “virus mental” y el “cáncer que hay que extirpar”. A su vez, acusó al feminismo radical de distorsionar “el concepto de igualdad ante la ley” y buscar “privilegios”.
“Llegamos a normalizar que en muchos países supuestamente civilizados, si uno mata a la mujer se llama femicidio, y eso conlleva una pena más grave que si uno mata a un hombre solo por el sexo de la víctima; legalizando, de hecho, que la vida de una mujer vale más que la de un hombre”, expresó Javier Milei.
En esa línea el Gobierno avanza con un polémico proyecto titulado “Igualdad ante la ley” que busca eliminar los cupos en el Estado y la figura de femicidio del Código Penal, así como también derogar otras normas vinculadas a la igualdad de género.
Fama internacional
“Milei está enamorado de su proyección internacional y de cómo lo quieren en otros países”, señaló el consultor político, Ioni Abelson. Explicó que la aprobación del Presidente en Argentina no es mala, pero que “en otros países le festejan y valoran cosas que en su país no, porque acá están esperando que mejore la microeconomía y que la gente tenga más poder adquisitivo”.
En el resto del mundo, entonces, la discusión es “más simbólica”, y grandes líderes como Donald Trump y Elon Musk “le están dando un lugar muy importante a Milei en esa discusión: es muy famoso afuera“. El jefe de Estado se enamoró de esa repercusión a nivel mundial, lo cual representa según Abelson, “un error y no una estrategia”.
Minorías intensas
Por el contrario, el consultor especializado en comunicación política, Carlos Fara, señaló que lo que lleva a Milei a pronunciar este tipo de discursos es “una estrategia de posicionamiento en un determinado segmento para solidificar una determinada minoría intensa, un núcleo bien duro dentro de la sociedad, al cual algunas de estas cosas se pueden resultar sensibles, obviamente, además de sus convencimientos personales”.
En ese sentido, subrayó que en la política contemporánea, las minorías intensas se volvieron más relevantes que la construcción de mayorías: “En tanto y en cuanto tu minoría intensa sea más grande que las demás, entonces te asegura tener un público muy fiel al cual no le importa cómo le puede llegar a caer eso a otros segmentos, inclusive a la propia mayoría de la sociedad”, explicó Fara.
Polarización identitaria
Abelson agregó que “en Argentina los conceptos woke están muy ligados al kirchnerismo y a una ola cultural que hoy es vista como parte de la decadencia de los últimos años”. Por eso, toda reacción a esas nociones es vista como “algo nuevo que va en contra del kirchnerismo”.
En esa línea, el consultor señaló que Milei tiene la intención de “posicionarse del otro lado de la agenda feminista, de los derechos trans, y lo woke en general” para mostrar una polarización en los temas que esuvieron liderados por el kirchnerismo en Argentina.
Todo esto lo que hace es “reforzar identitariamente a su base de votantes, generar polémica e imponer agenda”, con lo que “se vuelve el centro de la escena”, observó Abelson.
Fara trajo a la luz el concepto de “debate valórico”, que refiere a los temas de segundo orden de importancia en una sociedad, pero que tienen una importante carga emotiva a la que se apela. “Los temas de la política tradicional ya no alcanzan para poder apuntar a solidificar un determinado segmento y entonces se recurre a las cuestiones más íntimas”, detalló.
En tanto, Abelson señaló que esta estrategia “le está dando resultados hace mucho tiempo, y en tanto la microeconomía le de aire, le va a seguir funcionando”. Sin embargo, advirtió que “en algún momento eso va a cambiar y hay que ver si va a estar preparado”. Fara agregó que el “exceso de agenda” despierta “algún tipo de reacción en algunos sectores de la sociedad, y esto está claro que está sucediendo”.
Los riesgos
En esa línea, Fara advirtió que esta manera de comunicarse implica dos riesgos. El primero es que el Presidente “pierda la oportunidad de encolumnar votantes moderados”, dado que “hay un público que puede aprobar la gestión de Milei en lo económico y otros valores elementales (como la cultura del trabajo”, pero que no adhiere a estas cuestiones extremas”.
El segundo riesgo es que el Presidente “esté, de a ratos, demasiado abrazado a temas que no son prioritarios y eso haga ruido”. Fara planteó que en la medida en la que los indicadores económicos le resulten favorables, “Milei se siente con mayor libertad para navegar por estos temas”.
Por Carlos Fara