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Los testimonios de los ex vecinos de Javier Milei: “Cuando se fue, fue un alivio”

Entre 2000 y 2020, el Presidente vivió en un departamento de tres ambientes en el barrio porteño del Abasto. Los vecinos de la torre recuerdan los conflictos de convivencia que causaban sus perros, los cuatro clones de Conan.

Según su primera declaración patrimonial como presidente, Javier Milei tiene un departamento en el barrio porteño de Abasto. Se trata de un departamento de tres ambientes y 100 metros cuadrados, ubicado en un complejo de torres en el barrio porteño de Abasto. Allí vivió el presidente Javier Milei, en un piso 10 junto a sus cuatro perros, hasta 2020, cuando se mudó a la casa de sus padres en Vicente López.

El inmueble fue un regalo de su padre, Norberto, empresario del transporte público, quien lo compró en el año 2000 por el cumpleaños número 30 de Milei. El periodista Osvaldo Bazán bromeó sobre la situación en un posteo en X en 2018: “Y un día descubrís que Milei vive en tu edificio del Abasto y entonces decís: ‘pero tan capo no es si vive acá’”. Y agregó: “Cuando uno analiza la historia, el que parece capo es el papá”.

Además, el padre también le regaló un auto Peugeot. Según relató Milei, no lo manejaba bien y tuvo varios choques, motivo por el cual Norberto solía reprocharle: “Sos tan inútil que no sabés ni manejar. Más allá de que tampoco te podés comprar una vivienda, no sabés manejar”.

La convivencia con Milei no resultó sencilla para los vecinos del complejo. Darío, uno de ellos, contó a Modo Fontevecchia: “Se fue insultándonos de una reunión de consorcio porque estábamos todos en contra de que tuviera los cuatro perros en el departamento del piso 10. Los animales eran incontrolables, eran peligrosos”.

El edificio de la calle Gallo es pet friendly, pero con límites. Uno puede tener mascotas, pero no cuatro mastines ingleses. En 2004 llegó Conan, el primero. Tras su fallecimiento, en 2017, lo reemplazaron sus cuatro clones, lo que multiplicó los problemas.

Fernando, residente del piso 11, relató: “Hasta ahí llegaba el olor de su departamento y generaba discusiones. Todo empeoró con los clones. Las peleas fueron constantes, siempre por el mismo tema. Cuando se fue, fue un alivio: se terminó la discusión y el mal olor”.

Otra vecina, Alejandra, agregó: “Siempre fue una persona solitaria. La hermana se le acercó ahora por el tema de la candidatura, porque antes no lo visitaba nadie. Eran él y el perro nada más. Siempre fue alguien que se vestía raro”.

Con respecto al precio del departamento de tres ambientes, en su declaración jurada, Milei dijo que tiene un valor de 38 millones de pesos. Todas las propiedades quedan fijadas al valor del momento de la compra en pesos, y luego las actualizaciones son por debajo de la inflación. Entonces, todas las propiedades terminan subvaluadas. Finalmente serían 38.000 dólares, y el departamento valdría 300.000, aproximadamente.

El complejo cuenta con tres torres de entre 18 y 25 pisos, con unas 300 unidades en total, lo que lo convierte en una suerte de “barrio vertical”.

Desde 2020, el departamento permanece cerrado. Durante la pandemia, Milei se trasladó a la vivienda de sus padres en Vicente López, ubicada frente al río, con más espacio para pasear a los clones. Se trata de una vivienda en unas torres exclusivas, con muchos menos vecinos.

A fines de 2021 alquiló una casa en un exclusivo country de Benavídez, donde pagaba alrededor de 300.000 pesos mensuales. Allí vivió sin los clones, que quedaron en el barrio del Abasto y lo visitaban de forma ocasional.

Tras su llegada a la Presidencia, Milei volvió a recorrer el barrio del Abasto, aunque nunca regresó a vivir a las torres, para alivio de sus antiguos vecinos.