Este mes se conmemoran 25 años de la primera exhumación científica de una fosa común del franquismo en España. Medio siglo después, las familias siguen enfrentando miedo, trabas burocráticas y dificultades financieras. Para hablar de estos desafíos y de la importancia de la memoria histórica, nos acompaña Emilio Silva, nieto de uno de los primeros exhumados y presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de España.
En octubre de 2000, la exhumación en Priaranza del Bierzo marcó un hito en la historia de España. Por primera vez, se utilizaban métodos científicos para recuperar los restos de víctimas del franquismo.
Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de España (ARMH) y nieto de uno de los exhumados, recuerda ese momento como un acto de justicia y dignidad.
"Fue un cierre simbólico para muchas familias que llevaban décadas sin poder enterrar a sus seres queridos", comenta Silva a France 24.
Durante la conversación con este medio, Emilio Silva analiza los desafíos actuales para identificar y dignificar a las víctimas de la represión franquista. "Aunque hemos avanzado, todavía existe un fuerte temor a hablar y muchas familias siguen sin poder acceder a información sobre sus seres queridos".
Uno de los principales obstáculos es la falta de apoyo institucional. Silva señala que, con excepción de las comunidades autónomas de Navarra y el País Vasco, no existen oficinas estatales dedicadas a acompañar a las familias en el proceso de búsqueda y recuperación. "Lo que nosotros reclamamos ante Amnistía Internacional es la creación de una oficina que atienda y cuide a las familias y las acompañe en este proceso de búsqueda", explica.
A pesar de los obstáculos, el movimiento por la memoria histórica mantiene su impulso, apelando a la conciencia social y al compromiso del Estado para garantizar la reparación simbólica y legal de las víctimas y sus familias.
El presidente de ARMH destaca que, más allá de la exhumación de fosas, el verdadero desafío es preservar la memoria y transformar la historia en una herramienta de justicia y educación.
Fuente: France24

