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Caos en la SIDE: Santiago Caputo rompió con el titular del organismo y ya tendría reemplazante

Las diferencias son inocultables: Caputo acusa a Sergio Neiffert de fallas graves de gestión. Mientras, Karina Milei mira, calcula y espera su momento

Las peleas en Las Fuerzas del Cielo no cesan. Y la fractura que estalló en la cima de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) dejó expuesta la tensión interna más severa dentro del "caputismo" desde que Javier Milei llegó al poder. El titular del organismo, Sergio Neiffert, quedó envuelto en un cortocircuito casi irreversible con Santiago Caputo, el asesor estratégico del Presidente y su principal sostén político dentro del mundo secreto de los espías, según confiaron fuentes del Gobierno.

Las diferencias son inocultables: Caputo acusa a Neiffert de fallas graves de gestión; Neiffert, a su vez, reprocha presiones políticas y un avance sobre sus dominios. La relación se desgastó al punto de la ruptura, y en el Gobierno admiten que la salida de Neiffert es "cuestión de tiempo".

Karina Milei mira, calcula y espera su momento

En la Casa Rosada aseguran que Karina Milei observa el conflicto desde afuera, pero nadie descarta que la hermana del Presidente intente capitalizar la debilidad de Neiffert y colocar allí a un funcionario propio. En el esquema libertario, cada casillero vale oro, y la SIDE es un tesoro de poder que ningún actor de peso está dispuesto a ceder.

Sin embargo, por ahora el candidato puesto, con aval directo de Santiago Caputo, sería José Francisco Lago Rodríguez, subsecretario administrativo del organismo, virtual número dos de Neiffert y hombre de extrema confianza del asesor presidencial.

Oficialmente, Caputo niega todo. "No hay nada de eso, es puro humo", dijeron a iProfesional voceros que le responden. Pero en el entorno íntimo del asesor admiten que la reunión existió y que el cruce fue feroz. Neiffert habría quedado "con un pie afuera".

La visita que incendió la interna

Según reconstruyeron fuentes gubernamentales, Lago Rodríguez fue enviado por Caputo a la casa de Neiffert en Martínez. Lo que debía ser un diálogo institucional se transformó en un estallido. La discusión, según testigos citados por elDiarioAR, derivó en gritos audibles desde la calle.

"¡Hijo de puta!", se escuchó antes de que Neiffert expulsara a Lago Rodríguez de su casa. Para una alta fuente del organismo, fue "un papelón" que certificó que la crisis llegó a un punto sin retorno.

El reclamo de Lago tocó puntos sensibles: manejo de las cajas internas, decisiones administrativas sin control, viajes reiterados al exterior sin justificación suficiente y tensiones acumuladas por el rol del hijo de Neiffert dentro de la estructura.

Desde el ámbito de Caputo aseguran: "Neiffert ya está afuera. No es que resistió un pedido de renuncia… es más complejo".

Las denuncias que empujaron la caída

El ruido político con la SIDE había comenzado cuando las diputadas Marcela Pagano y Lourdes Arrieta, ambas ex LLA, denunciaron que Neiffert había realizado viajes internacionales sin motivos claros y había permitido desbordes de gasto en la SIDE, tal como quedó registrado en sendas denuncias ante la Comisión Bicameral de Seguimiento de los Organismos de Inteligencia.

Estos cuestionamientos alimentaron la interna y reforzaron la idea de que el organismo estaría en una virtual parálisis debido a la inexperiencia de agentes novatos y a la falta de conducción clara.

Tras el altercado, Neiffert pidió la renuncia de Lago Rodríguez. Pero la pelea coincidió con otro escándalo: en Balcarce 50 lo leyeron como la muestra perfecta de un organismo que perdió todo orden interno. "La SIDE hoy es una selva. Nadie sabe quién da las órdenes ni quién las cumple", graficó un exfuncionario del área.

Caputo contra Karina: la pelea por el control del poder invisible

En el trasfondo del conflicto late otra disputa mayor: el enfrentamiento político entre Santiago Caputo y el ala karinista, encabezada por Karina Milei y respaldada por Lule Menem y Martín Menem, que buscan avanzar sobre los espacios de Caputo en el organigrama: la SIDE, los ministerios de Salud y Justicia, la Anses, la DGI, la Aduana, el PAMI, el Enacom, la oficina de Empresas y Privatizaciones, y Arsat, entre otros.

Los Menem no le perdonan al asesor presidencial lo que consideran maniobras de filtraciones para desgastarlos: denuncias sobre empresas vinculadas al Banco Nación y los famosos audios de Diego Spagnuolo, ex titular de ANDIS, que terminaron salpicando a Karina y a Lule en una causa por supuestos sobornos que investiga el fiscal Franco Picardi.

La crisis de la SIDE destapó esa fractura silenciosa. Lago Rodríguez, hombre puro de Caputo, contra Neiffert, que en los últimos meses había intentado ganar autonomía y desmarcarse del asesor presidencial.

Una institución clave en estado de colapso

La pelea ya no se interpreta como un choque personal, sino como la confirmación de que el sistema de inteligencia, bajo el mando libertario, perdió control político y operativo. Funcionarios que no se hablan entre sí, agentes que responden a lealtades personales, organigramas paralelos, cajas difusas y jefes debilitados.

El episodio en Martínez terminó de sellar la sensación de derrumbe. El "Señor 5" enfrentado con su segundo, a los gritos, con vecinos de testigo, y con la estructura del Estado más reservada convertida en un escenario doméstico. Precisamente, un organismo que debería ser el paradigma de la reserva se convirtió en un lugar escandaloso.

En el Gobierno minimizan la crisis como "una pelea de egos". Pero en los pasillos de la Casa Rosada reconocen que la realidad es más inquietante: el poder secreto del Estado quedó atrapado en la interna libertaria de funcionarios y agentes que no tienen experiencia en el manejo de la inteligencia. De hecho, Neiffert no tenía antecedentes en el rubro cuando fue nombrado por su amistad con Santiago Caputo y un pasado como colaborador del ex intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino.

Nadie parece tener la fuerza para ordenar el caos interno del organismo. O mejor dicho, la SIDE nunca tuvo el control de sí misma desde la gestión de la ex presidenta Cristina Kirchner cuando descabezó a la cúpula del organismo y al grueso de los agentes profesionales de inteligencia, formados en el oficio. Desde la gestión de Mauricio Macri, con Alberto Arribas, jamás pudo encontrar el rumbo para convertirse en un auxiliar que permita al Estado prevenir y detectar las amenazas a la seguridad y a los intereses estratégicos de la Nación.

Por Mariano Obarrio-IPrpfesional