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De Milei a Susana, de Macri a Cristina, los pasajeros VIP que volaron con la empresa acusada de lavar las coimas de ANDIS

El dictamen de Picardi puso el foco en Baires Fly, que atribuye a Sergio Mastropietro, pero sería de Luis Grande, referente del sector. Una de sus naves trasladó el féretro de Néstor Kirchner en 2011 y al ex presidente de Cambiemos a jugar al golf. El viaje que pagó Werthein antes de ser designado embajador. Antonio Laje, piloto preferido y recelado.

El negocio de la aviación privada sobrevuela el expediente que investiga el sistema de coimas y sobreprecios en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). La investigación judicial puso la lupa en el ex jefe del organismo Diego Spagnuolo, burócratas provenientes del macrismo y el lobista Miguel Calvete, pero también en las empresas Baires Fly y Baires Jets. Esas firmas —según el dictamen del fiscal Franco Picardi— habrían actuado de pantalla para blanquear los fondos desviados por los sobreprecios en las licitaciones manipuladas de ANDIS. El empresario que conectó a Machado con Espert también es investigado por las presuntas coimas de Spagnuolo

Las empresas que prestan servicios con aviones privados en Argentina son algunas decenas, pero dos de ellas ocupan un lugar excluyente, por cantidad de naves, clientes y facturación, y por operar desde Aeroparque. Royal Class es la firma histórica de la familia Yabrán, que desde 2013 tiene como propietario a Miguel Livi. Antes de convertirse en dueño, Livi fue CEO de la firma. Eso, en los papeles. Dos fuentes de la industria apuntan la existencia de un socio de Royal Class en las sombras: Leonardo Scatturice, nombre mayor de los negocios y las terminales políticas y de inteligencia en el mundo Milei.

Baires Fly es la otra empresa de referencia entre las que operan en Buenos Aires. En los diálogos de WhatsApp y las anotaciones del lobista Calvete, esa firma es atribuida a Sergio Mastropietro, y así lo da por hecho el fiscal Picardi en la acusación. Mastropietro tiene un largo recorrido en el mundo de la aviación. Vende vuelos a diario, compartió negocios con Federico “Fred” Machado –el sospechado de narco que financió a José Luis Espert– y fue presidente de Avian, la fallida empresa creada a partir de la compra de MacAir, de la familia Macri, en 2018. 

El nombre de Mastropietro figura en los registros del Bank of America como uno más de los cientos de personas y empresas que utilizaron el fideicomiso de Machado, según el expediente que tramita en un tribunal de Texas. Operó más de US$800.000 a través de ese vehículo y es además quien conectó a Machado con Espert a fines de febrero de 2019, junto a su conocido Pablo Deluca, ejecutivo de Infobae. 

Sin embargo, el dueño formal –y seguramente real– de Baires Fly no es Mastropietro, sino Luis Grande. Éste es socio de la firma desde 1991. Con diez aviones, algunos de alta gama, y casi ochenta empleados a su cargo, Grande transportó a todos los últimos presidentes, gran parte de los gobernadores, figuras del espectáculo como Susana Giménez y Marcelo Tinelli, banqueros, futbolistas, empresarios grandes, medianos y pequeños, candidatos y todo aquel dispuesto a pagar unos US$180.000 para un viaje privado a Miami, los US$20.000 a Punta del Este, o algunos miles o decenas de miles para destinos locales. 

“Compra de horas de vuelo”

El esquema descrito por Picardi y considerado factible por el juez Sebastián Casanello indica que los laboratorios y droguerías coordinados por el grupo de Calvete, Spagnuolo y los macristas Pablo Atchabahian —afincado en Laboratorios Roche— y Daniel Garbellini habrían utilizado a Baires Fly, Baires Jets (esta sí, propiedad de Mastropietro) y Alan Pocoví (medio hermano del hijo de Zulemita Menem) para lavar dinero, entre otras vías, por la “compra de horas de vuelo”. De todas ellas, Baires Fly se habría llevado la mayor parte. 

Comprobantes de transferencias de los laboratorios a Baires Fly que aparecen en el expediente judicial.
Comprobantes de transferencias de los laboratorios a Baires Fly que aparecen en el expediente judicial.

En el expediente, por ejemplo, el fiscal detalla que Mastropietro, el 9 de septiembre de 2025, le envía a Calvete los datos de una cuenta de Baires Fly en el banco Macro. Al día siguiente, Calvete le remite comprobantes de transferencias por cientos de millones de pesos argentinos por parte de las firmas Prolite Orthopedics S.R.L., Probock S.R.L. y Droguería Profarma S.A. –las que participaban en las contrataciones amañadas–. En forma inmediata, Mastropietro le remite tres facturas emitidas para las firmas por los mismos montos y el concepto “por compra de kilómetros nacionales para ser utilizados en aeronaves de la empresa”.

Luego Picardi alerta sobre los vínculos de Spagnuolo y Calvete con la empresa de alquiler de naves: “Cuentan con los medios y las conexiones necesarias para abandonar el país con facilidad en cualquier momento. A la vez, ambos tienen los recursos necesarios para solventar su traslado y una eventual estadía en el exterior del país”.

Facturas emitidas por Baires Fly que aparecen en el expediente judicial.
Facturas emitidas por Baires Fly que aparecen en el expediente judicial.

Un bien laxo, difícil de constatar –“horas de vuelo”–, cumpliría las veces de lavado, como ocurre con las “reformas” de viviendas para canalizar dólares mal habidos. Para el fiscal Picardi, Baires Fly y Mastropietro actuarían como “cabeceras del lavado”. Por el contrario, fuentes de la industria de la aviación indican que el concepto “horas de vuelo” es habitual. Potentados, empresas o clientes normales compran por anticipado determinada cantidad de horas como un seguro de cambio, ante riesgos devaluatorios. A veces, reconocen las fuentes, esas horas caducan y no se usan. Todas las firmas mencionadas fueron allanadas. 

La flota

El papel de Mastropietro para que el grupo de Spagnuolo, Droguería Suizo Argentina, Calvete y otros llegaran a Baires Fly habría sido el de comercializador, lo que supone una comisión o retribución de parte de Grande. En un mercado chico, con unas diez empresas de aviación considerables y unos setenta “brokers”, la práctica de vender vuelos y pasarlos entre empresas —por ejemplo, de Royal Class a Baires Fly o viceversa— es relativamente habitual. 

En el dictamen del fiscal también aparece bajo sospecha Hangares Buenos Aires, una empresa de Mastropietro que presta servicios en Aeroparque, por ejemplo, a Baires Fly. Domicilios personales y comerciales de Mastropietro fueron allanados, pero la Policía de Seguridad Aeroportuaria y funcionarios de Migraciones fallaron en el intento de requisarle el celular en su ingreso a Aeroparque el lunes pasado proveniente de Estados Unidos, un episodio que despertó sospechas en el juzgado de Casanello y podría generar una investigación paralela. 

En las redes sociales de Baires Fly hay imágenes de los siguientes modelos y matrículas como parte de su flota, al menos el último año: Gulfstream GV LV-KAX, Gulfstream G400 LV-JQW, Learjet 60 LV-FVZ, Learjet 60 LV-FUF, Learjet 60 LV-CPL, Learjet 60 LV-CCO. La empresa cuenta con servicios de vuelos privados las 24 horas y, además de charters de lujo, realiza vuelos sanitarios, de carga y del instituto nacional de trasplantes Incucai. Baires Jets, en cambio, no registra actividad en sus redes desde hace 45 semanas y su web está en desuso. elDiarioAR se comunicó con Baires Fly pero ante la consulta no hubo respuestas formales.

Pasajeros VIP

Las naves de Grande transportaron a Javier Milei, Cristina Fernández de Kirchner, Alberto Fernández y Mauricio Macri, según pudo recoger elDiarioAR. Es más: una de las naves transportó los restos de Néstor Kirchner desde Buenos Aires a Río Gallegos, en octubre de 2011, cuando se cumplió un año de la muerte del exmandatario. El féretro fue trasladado al mausoleo construido especialmente en el cementerio de la capital de Santa Cruz. 

Días después de ganar el balotaje el 18 de noviembre de 2023, Milei se subió al Gulfstream GV para ir a Nueva York y visitar la tumba del “rebe de Lubavitch”, referente de una rama ultraortodoxa del judaísmo. Luis Grande pilotó la nave. 

Gerardo Werthein, dueño del multimedios El Observador y de empresas agropecuarias y de diferente tipo, ofreció pagar el traslado, con un costo de alrededor de US$250.000. En la comitiva se anotaron Luis “Toto” Caputo, Nicolás Posse, Karina Milei, Santiago Caputo y, en un dato extraño, el entonces embajador estadounidense en Buenos Aires, Marc Stanley

Como Werthein pretendía ser embajador argentino en Washington, a algunos de la comitiva les pareció desprolijo que abonara el viaje, ante el previsible cuestionamiento por parte de senadores opositores que debían aprobar el pliego y lo acusarían de comprar el puesto. La solución encontrada fue que la factura se dividiera en siete, y que cada uno se pagara lo suyo, al menos en apariencia. 

Macri, por su parte, fue trasladado en naves de Grande en varias oportunidades. Cuando el mandatario de Cambiemos dejó el cargo, usó un avión de Baires Fly para jugar al golf en Córdoba, según apuntó una fuente testigo del viaje. Era mayo de 2019, en el inicio de una cadena de viajes de lujo por Argentina y el mundo que continúa hasta ahora.  

CFK también fue trasladada por la firma de Grande, pero en junio pasado –cuando viajó a Corrientes para apoyar a Martín Ascúa en la campaña local– lo hizo a bordo de un Cessna 550 Citation II LV-KBZ, bajo dominio de VOLAR S.A, cuyo domicilio legal es una cafetería y empresa de servicios turísticos de Ushuaia. Fue su última salida antes de que la Corte Suprema ratificara la condena en su contra por la causa Vialidad, y se dispusiera el arresto domiciliario en San José 1111, barrio de Constitución. 

En 2016, se generó revuelo en San Luis porque el entonces gobernador Alberto Rodríguez Saá contrató un avión privado para visitar a Milagro Salas en su prisión domiciliaria en San Salvador de Jujuy. Medios locales consignaron que gastó más de $400.000 para subirse al Learjet 60 LV-CPL, de color negro, que forma parte de la flota de Baires Fly.

En sus viajes con Baires Fly, a Rodríguez Saá le gusta jugar al backgammon con uno de los pilotos de la firma, el periodista Antonio Laje. Éste, a su vez, es el preferido de Susana Giménez para sus traslados a Punta del Este. En cambio, otros gobernadores piden evitar especialmente que el piloto sea el periodista de América 24. 

Por Sebastián Lacunza y Mauricio Caminos-ElDiarioAR