La Policía de Misiones desarticuló un taller clandestino manejado por un hombre con amplios antecedentes por robo de motocicletas y delitos contra la propiedad, junto a un presunto cómplice. Cuatro motos sin documentación, autopartes y cámaras de seguridad quedaron en averiguación de procedencia, ya que serían producto de hechos ilícitos. Ambos detenidos afrontan causas por al menos 20 ilícitos en la capital provincial.
La Unidad Regional I concretó esta madrugada un operativo que puso fin al funcionamiento de un presunto desarmadero clandestino de motocicletas en Posadas. La intervención, que incluyó tres allanamientos simultáneos, todos realizados bajo la supervisión del juez de Instrucción N.º 2, Juan Manuel Montes, derivó en la detención de Gastón M. (24), un marginal con frondoso prontuario y múltiples causas abiertas por robo de motos y delitos contra la propiedad. Además, fue aprehendido su presunto colaborador, Hugo G. (25). Ambos habrían tenido participación directa en una veintena de hechos.
En primer lugar, la investigación llevada adelante por la División Investigaciones permitió establecer que durante semanas en el lugar ingresaban y salían motocicletas de distintas cilindradas, además de piezas sueltas. Estos movimientos reforzaron la hipótesis de que allí funcionaba un taller clandestino de desguace y rearmado, utilizado para abastecer el mercado informal de autopartes.
Luego, durante la irrupción policial, los dos sospechosos intentaron huir y abandonaron cuatro motocicletas sin ningún tipo de documentación. Los rodados fueron secuestrados de inmediato y quedaron en averiguación de procedencia, ya que podrían ser producto de ilícitos contra la propiedad. Las numeraciones de motor y chasis serán peritadas a fin de determinar su origen real.
Además, los investigadores secuestraron autopartes, siete cámaras de seguridad, herramientas y dos teléfonos celulares, elementos compatibles con la actividad de desarme, ocultamiento de piezas y venta en redes sociales.
A su vez, los efectivos analizan la posible participación de otros socios, quienes podrían haber aportado espacio, herramientas o logística para sostener el funcionamiento del desarmadero.
Finalmente, la Policía continúa con el análisis individual de cada pieza y motovehículo, a fin de identificar a los damnificados y reconstruir la trazabilidad de los elementos secuestrados. La causa sigue avanzando bajo directivas del juez de Instrucción.



