El periodista German Angeli publicó una interesante nota donde compara el “menemismo” de Daniel Scioli y Mauricio Macri.
Después del ballotage, se hará realidad el deseo muchos: “Que vuelva Carlos, que vuelva ya…”. La canción fue un hit en la última campaña presidencial que protagonizó el riojano, en voz de Walter Olmos. “Que vuelva Menem, para vivir en la nueva Argentina”, repetía el spot, utilizado en la contienda de 2003.
El kirchnerismo y el propio Daniel Scioli “acusan” hoy a Macri de menemista. En su primera aparición pública luego del#Derrottage, el candidato del oficialismo buscó diferenciarse del líder del PRO y comenzó a enumerar una serie de “logros” del kirchnerismo que hoy no estarían vigentes si hubiese ganado la postura de Macri: estatización de YPF, asignación universal por hijo, estatización de las AFJP, por nombrar algunos ejemplos.
Increíble la amnesia K. Kirchner y Cristina elogiaron a Menem, dijeron que fue el “mejor presidente de la historia”. Apoyaron la privatización de YPF y recibieron a cambio los famosos fondos de Santa Cruz, que durante años se jactaron de administrar como ningún otro gobernador.
Que Macri está más cerca del pensamiento neoliberal que promovió el menemismo, no hay duda. Pero hoy Scioli acude al relato K para robarle votos al PRO y olvida su propia defensa del menemismo, las privatizaciones (incluida la de YPF) y la reforma llevada a cabo por esa gestión.
En las últimas horas comenzó a circular en las redes sociales un video de una entrevista que en 1998 le realizó Marcelo Longobardi a Scioli. Por entonces, el candidato oficialista quería “debatir con todos los números sobre la mesa” para demostrar “lo que se avanzó” en el país gracias a Menem.
Ayer Alejandro Fantino le pidió a Scioli que “no metan miedo”. Que lo que está haciendo el kirchnerismo, y él mismo, es “meter miedo”, y le dijo: “No hagas lo que no te gustaría que te hagan a vos”. Scioli no le contestó. Mientras lo miraba, me preguntaba ¿quién es más menemista, Macri o Scioli? Después del 10 de diciembre, Carlos vuelve con uno de sus discípulos. Lo malo no es que sean menemistas. Lo malo es que ninguno se haga cargo.