Luciano Napolitano cumplía una pena de 3 años y 8 meses de prisión por lesiones leves a su expareja, privación ilegal de la libertad, tenencia ilegítima de arma de guerra y amenazas
Luciano Napolitano, el hijo del legendario Pappo, fue absuelto este jueves en las causas que tenía por violencia de género, y por las que cumplía una condena de 3 años y 8 meses de prisión. Consecuentemente, también se ordenó su libertad inmediata, por lo que tampoco deberá seguir cumpliendo el arresto domiciliario con el que lo habían beneficiado en septiembre de este año.
Justo un año antes, el 28 de diciembre de 2022, Napolitano había aceptado la culpabilidad, a través de un juicio abreviado, en dos acusaciones. La primera, caratulada como “lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género en concurso real con amenazas, privación ilegal de la libertad agravada y tenencia ilegítima de arma de guerra”; y la segunda, como “amenazas agravadas por el uso de arma”.
Según había determinado la acusación, el hijo de Pappo le había propinado el 24 de mayo de 2021 una brutal golpiza a su pareja, con quien llevaba cuatro años de convivencia, y luego la había dejado encerrada en el quincho de su vivienda por más de 24 horas, momento en que la policía acudió al lugar y la rescató.
Más allá de haber aceptado la culpabilidad, el abogado del también músico apeló el fallo, alegando que a su defendido le habían dicho que era su única chance de obtener una pena menor, y considerando que tanto el fiscal como el juez no habían reunido las pruebas y testimonios necesarios como para emitir el fallo.
Ahora, los jueces Juan Eduardo Stepaniuc y Leonardo Pitlevnik, de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal Departamental de San Isidro, le dieron la razón al defensor.
Luciano Napolitano fue absuelto en la causa por violencia de género por la que había sido condenado
Según los magistrados, debieron haberse tenido en cuenta varios de los pedidos que había hecho la defensa en su momento. Entre los más importantes, estaba el de tomarles testimonio a las hijas de Napolitano, quienes estaban presentes el día de los hechos y en ese momento tenían 13 y 7 años. De hecho, según consta en la causa, la madre del acusado aseguró que ellas le habían negado la versión de la pareja de su padre, pero aún así nunca fueron citadas como testigos. Si bien la denunciante afirma haber sido salvajemente agredida, el músico dice exactamente lo contrario, que tan solo se defendió de los ataques de la mujer y por eso rápidamente se llevó a sus hijas del hogar.
También hubo otras personas a las que Napolitano ubicó en el lugar de los hechos, su casa de Benavídez, instantes antes de que sucediera la violenta discusión, así como vecinos y conocidos que, según él, podían atestiguar que su ahora expareja era violenta, lo maltrataba con asiduidad y tenía problemas de adicciones.
Otra de las cosas que advierte el fallo absolutorio tiene que ver con la privación ilegítima de la libertad. En este caso también solo se tomó la versión de la denunciante sin haber reunido las pruebas necesarias como para validarla. Ella afirma que fue forzada a permanecer encerrada durante 24 horas hasta que llamó a la policía, pero del otro lado intentaron demostrar que tenía formas de salir. Además, quedó probado que el propio Napolitano llamó al 911 poco después de retirarse de la casa para advertir sobre la discusión y que su pareja había quedado allí, pero al acudir esa primera vez personal policial, la denunciante no respondió a las llamadas.
“No se trata de dar por falsa la imputación, pero lo cierto es que la Fiscalía tenía una cantidad considerable de alternativas para probar una u otra hipótesis, en lugar de dejar abierto un cuadro cargoso difuso en el que todo queda librado a elegir a quién se le cree más”, indica en una parte el fallo al que tuvo acceso Infobae.
Respecto de la condena por tenencia de arma de guerra, también fue revocada porque, si bien es cierto que Napolitano tenía un revólver calibre 38 Taurus especial que había heredado de su padre, aseguró que dos semanas antes había iniciado los trámites para legalizar su posesión, y puso a disposición su teléfono para mostrar supuestos chats con un gestor. Sin embargo, nunca fue analizado el contenido del celular para validar la versión.
De esta manera, el músico, que debía cumplir su condena hasta el 24 de enero de 2025, quedó en libertad. En el año que pasó detenido, formó una banda de rock llamada “H6″ durante su paso por la Unidad Penal Nº9 de La Plata. Luego, pidió la prisión domiciliaria amparándose en el deterioro de su salud y le fue concedida hace tres meses.