La prueba fue presentada por Esmeralda Mitre. Su abogado adelantó en diálogo con Perfil que demandarían a los Saguier y a los demás accionistas por “estar asociados en el fraude o al menos ser encubridores”.
Esmeralda Mitre presentó ante la Justicia una pericia caligráfica que muestra que falsificaron la firma de su fallecido padre, Bartolomé Mitre, en la venta de las acciones que tenía sobre el multimedios La Nación. “Ahora, el diario La Nación se reencontrará con sus verdaderos dueños: la familia Mitre”, expresó la actriz al dar a conocer la noticia.
A través de un video publicado por el canal de stream Norita, Esmeralda dio a conocer el resultado del peritaje: “Mis abogados, los doctores Gabriel Len y Daniel Llermanos, que se encuentran ahora conmigo, acaban de informarme que la documentación que presentó el marqués Federico Spínola ante la Justicia, para intentar demostrar que mi padre le había vendido parte del paquete accionario de La Nación, es falsa“.
Además, apuntó contra sus primos, los Saguier, a quienes informó sobre el hecho en la última asamblea del diario La Nación de accionistas mayoritarios y minoritarios. “Como siempre, hicieron oídos sordos y así estarían siendo cómplices”, espetó la actriz.
Debido al resultado del análisis, Mitre aseguró que sus abogados presentarían en Tribunales “la prueba del fraude que realizaron” tras la muerte de su padre Bartolomé en 2020. “Puedo mostrar el informe pericial caligráfico que en su conclusión indica: las firmas desarrolladas en los documentos mencionados en el objeto de peritación no se corresponden morfológicamente con el patrimonio gráfico del doctor Bartolomé Luis Mitre, mi padre”, manifestó.
“Ahora sí, permítanme agradecer de todo corazón, desde lo más profundo de mi ser, a todos los que creyeron en mí, a la gente que me acompañó, a la gente que puso en mí sus deseos y por un país mejor, y por la libre expresión por la que mi padre tanto luchó“, cerró Esmeralda en el video.
Daniel Llermanos, uno de los abogados de la actriz, había adelantado en diálogo con Modo Fontevecchia sobre las presuntas firmas fraudulentas. En ese sentido, aseguró que en la asamblea de accionistas del grupo La Nación que se realizó el pasado 10 de julio iban a “informar respecto de algunos documentos que Spínola atribuye a Bartolomé Mitre, y que, según los avances, había dos firmas que no serían auténticas“.
“No hay ninguna constancia real de que Bartolomé Mitre haya transferido alguna acción. Creemos que se ha generado, en torno al marqués [Federico Spínola], un esquema fuertemente mafioso. Debemos decir que la justicia, en este caso, está tomando tiempos excesivos”, añadió en esa oportunidad.
De esa manera, los letrados Llermanos y Len presentaron el jueves pasado ante la Cámara del Crimen la pericia realizada por la Calígrafa Pública María Florencia Liva, donde concluyó que las firmas en los documentos sobre la venta de las acciones “no se corresponden morfológicamente” con las de Bartolomé Mitre. Sumado a esto, el peritaje también fue informado a la Cámara de Casación, advirtiendo que ignorar esa prueba implicaría el delito de “denegación de justicia”.
El análisis se realizó sobre una serie de documentos públicos y privados que contienen firmas atribuidas a Mitre padre. Entre la documentación se destacaron su Documento Nacional de Identidad y la “solicitud de inscripción y/o transferencia del Stud Book Argentino -Jockey Club Argentino, certificada en el Banco de Galicia”.
“La especialista tomó como material de cotejo las firmas de Bartolomé Luis Mitre, obrantes en las copias digitalizadas del DNI y la declaración jurada del stud. (…) La conclusión del estudio es categórica: Las firmas desarrolladas en los documentos mencionados en el objeto de peritación no se corresponden morfológicamente con el patrimonio gráfico del Sr. Bartolomé Luis Mitre”, se indica en el escrito al que accedió PERFIL.
“La prueba pericial aportada en este acto importa dotar de indisputable verosimilitud a los delitos denunciados y no investigados pues queda claro que los denunciados engañaron al Poder Judicial induciendo a los Magistrados a sobreseer mediante el empleo de instrumentos falsificados”, sostuvieron los abogados de la heredera.
Por ese motivo, solicitaron también la “suspensión del trámite del recurso a las resultas del planteo efectuado en las instancias precedentes”. Es decir, que los jueces frenen todo hasta corroborar si la supuesta venta de Bartolomé Mitre en vida fue o no fraudulenta.
Daniel Llermanos: “Sospechamos que Saguier y el resto de accionistas son cómplices”
En diálogo con PERFIL, Llermanos se mostró optimista respecto al rumbo de la causa tras el resultado de las pericias: “Tengo certeza de que se va a reabrir, sería gravísimo que no se reabra”. Además, adelantó que, en caso de que se deje sin efecto el sobreseimiento de los denunciados, demandarían a los Saguier y los demás accionistas por “estar asociados en el fraude o al menos ser encubridores”. “Tenemos severas sospechas de que Saguier y el resto de los accionistas son cómplices de esta maniobra”, subrayó.
“El sobreseimiento fue muy prematuro. Se estaban ofreciendo pruebas y se cerró la causa con una velocidad de relámpago. Fue un cierre muy sospechoso, no se correspondía con la complejidad del tema planteado”, sostuvo el letrado.
Sumado a esto, planteó sus sospechas respecto a la operación de venta a Spínola: “¿Cómo es posible que hacía años Bartolomé Mitre había vendido sus acciones y seguía siendo el director? El director siempre es el que tiene la mayoría accionaria. ¿Cómo es que los hijos se enteraron años después de que vendió? Esmeralda tenía una relación muy estrecha con el papá, se veían todos los días, esas son cosas que se comentan a la familia, sobre todo cuando pasa algo tan importante”.
Asimismo, indicó que “no aparecía ninguna transferencia en las cuentas bancarias”: “Se calculaba que en ese momento ese paquete valía 50 millones de dólares. De esa operación no hay ninguna constancia bancaria”. En paralelo, la documentación acompañada en la causa “eran fotocopias, ni siquiera originales”. Sobre ese último punto, Llemarnos consideró que no presentaron los originales “por temor a las pericias”.
Consultado por la solicitud de la pericia caligráfica, el letrado explicó que fue Esmeralda quien vio la documentación y manifestó: “Yo no soy experta, pero acá hay firmas que claramente no son de mi papá”. De esa manera, los abogados informaron al Juzgado que el fallo podría anularse porque las firmas eran “muy groseramente distintas”. “Por los menos cuatro, que son las transferencias al marqués, serían visiblemente adulteradas”, subrayó.
Sin embargo, tanto el juez de primera instancia como Casación ratificaron el sobreseimiento, por lo que solicitaron una pericia privada porque “no les abrían la causa”. “La perito privado dice que, a pesar de estar trabajando con fotocopias porque nunca acompañaron los originales, no es que haya una diferencia de rasgos, no son ni parecidas, no hay ninguna similitud“, expresó Llermanos.
A partir de ese análisis, el abogado afirmó que “todo parece indicar que se va a dejar sin efecto el sobreseimiento y se va reabrir la investigación”. “No hay transferencia bancarias, no hay ningún rastro de que la operación haya sido real, el marqués nunca vino a tomar posesión del diario. Él informa que compró con una sociedad uruguaya ENDIFOL, pero [la sociedad] nunca hizo una operación ni siquiera tiene empleados, nunca libró un cheque ni pagó expensas… No hay rastros de una operación de 50 millones de dólares“, continuó.
“No son firmas puestas en los últimos días de vida de Bartolomé Mitre cuando él estaba realmente mal de salud que uno puede decir ‘firmó así porque estaba enfermo salud física’. No, son firmas de años atrás, cuando él gozaba de plena salud física y psíquica. Es inexplicable que haya comprado una sociedad que no tiene un solo bien en Uruguay, que no hay una transferencia bancaria y que la firma ni se parece. Son demasiados indicios como para no creer que esta operación haya existido“, añadió.
Además, cargó específicamente contra los Saguier y el resto de accionistas de La Nación. En ese sentido, contó que Esmeralda participó en dos asambleas de accionistas del grupo junto a sus letrados, donde informaron sobre las sospechas en torno a la venta, pero ellos “hicieron oídos sordos”. “Lo dije el año pasado y lo repetí este año: ‘Ustedes [los accionistas] le están dando dividendos al marqués por 4 millones de dólares a sabiendas, como mínimo, de que esa operación es extraña”.
“Les pedí que lo depositaran en una entidad bancaria hasta resolverse la investigación. Por mayoría absoluta, salvo los votos de Esmeralda y de sus hermanos, se decidió pagarle al marqués. Ahí se les dijo: ‘Señores, dos cosas: si llegamos a demostrar que esta venta fue fraudulenta, no solamente van a tener que pagar ustedes esta plata con sus patrimonios, sino que además van a ser denunciados penalmente por participación delictiva o encubrimiento“, prosiguió Llermanos.
De esa manera, adelantó a este medio que “se está preparando la denuncia para especificar lo que se dijo en las asambleas y decirle al juez si reabre la causa que no solamente tiene que limitarse a investigar a los que eran abogados de Bartolomé Mitre, sino también a los que aceptaron como comprador al marqués cuando todo indica que este tipo pudo haber comprado cualquier cosa menos La Nación”.
“Lo que nosotros creemos es que hay una asociación secreta entre un grupo de accionistas de La Nación y el marqués, o al menos son encubridores. Pero como nadie hace esas cosas gratis, creemos que este encubrimiento es por dinero. Si se reabre la causa, el primer acto del Dr. Len y el mío es denunciar a todos los accionistas de La Nación, empezando por los Saguier porque en el voto su participación mayoritaria fue decisiva”, concluyó.
La causa
Esmeralda Mitre inició hace más de dos años el reclamo de sus derechos como heredera de un porcentaje del Grupo La Nación. Cuando intentó acceder a la herencia junto a sus hermanos tras la muerte de su padre, se enteró que el exdirector había vendido su paquete accionario en vida, algo que nunca le había comentado. Sumado a esto, el dinero por la supuesta venta no apareció, así como tampoco las constancias bancarias de esa operación.
En el expediente están denunciados Federico Spínola, ciudadano suizo que invoca que posee el título nobiliario de “marqués”, tiene residencia en Mónaco y no cuenta con antecedentes laborales en la Argentina; los abogados Mariano Gagliardo padre y su hijo homónimo, y los empresarios Fernando Carregal y Omar Schelegueda.
Sin embargo, la causa está a un paso de cerrarse definitivamente. Es que, hasta ahora, todas las instancias judiciales sostuvieron que no se detectó delito en la secuencia que terminó en la transferencia de las acciones al grupo empresario encabezado, al menos en los papeles, por Spínola.
Al respecto, los denunciados fueron sobreseídos porque los jueces consideraron que “no se advierte que la conducta endilgada constituya una acción típica. Por el contrario, se cuenta con la documentación que acredita la transferencia de las acciones que Bartolomé Mitre poseía en KMB S.A”.
En tanto, la Inspección General de Justicia (IGJ), durante el gobierno de Alberto Fernández, determinó que, ante esas irregularidades y falta de documentación respaldatoria”, la actriz debía ser reconocida como “accionista por derecho hereditario de un porcentaje de la sociedad que controla el multimedios La Nación”.
Los denunciados
Spínola afirma que es dueño del 21% de la titularidad de S.A. La Nación. Por ese motivo, percibió dividendos, designó directores y funcionarios rentados. Sumado a esto, aparece como titular de KMB S.A., la empresa que le habría comprado a Bartolomé Mitre a través de dos fideicomisos que constituyó el exdirector del medio: BLM New York Trust I y II. También afronta una denuncia por presunto “lavado de activos” ante el juzgado federal de Julián Ercolini.
No obstante, según afirmó Esmeralda Mitre el marqués “jamás acreditó haber realizado pagos que justifiquen el carácter invocado. No existen constancias instrumentales de la existencia de la compra del paquete accionario, ni transferencias bancarias, ni tampoco se verifica mediante documentación alguna que le hayan vendido siquiera una mínima cuota social (…) Jamás visitó las instalaciones del Grupo ni compareció a ninguna de las asambleas de accionistas”.
Por su parte, los Gagliardo eran los abogados de Bartolomé Mitre. La actriz los denunció por los presuntos delitos de “estafa y defraudación fiduciaria realizados para disminuir los derechos” que le corresponden en la sucesión de su padre, según sostuvo. Luego de la muerte del empresario, los letrados les informaron a los herederos que el fallecido “habría vendido su total participación accionaria en KMB”, la sociedad anónima que él había constituido juntamente con su hermana, María Elena del Rosario Mitre.