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Acuerdo con el FMI: Javier Milei apuesta a un pacto con gobernadores para esquivar otra vez el Congreso

Con el DNU no tendrá restricciones para negociar con el Fondo a menos que ambas cámaras se lo prohíban. Que junte votos la oposición. El antecedente del 70/23.

Después de evaluar opciones Javier Milei entendió que para negociar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) lo mejor era que el Congreso llegara último o ni aparezca. Para eso, este jueves firmó un decreto de necesidad y urgencia ( DNU) que, en los hechos, elimina la obligación presidencial de darle aval parlamentario a cualquier acuerdo con el organismo. Pero necesita una nueva ayuda de los gobernadores para evitar que la oposición junte lo suficiente para un rechazo en ambos recinto.

Además, el Presidente adosará a su medida los principios rectores que, según anunció en la apertura de sesiones, tiene la negociación que está llevando a cabo su gobierno con el FMI: la ampliación de un crédito para sanear el déficit del Banco Central y, de ese modo, levantar las restricciones al tipo de cambio.

El DNU se aplica desde su publicación, a diferencia de un proyecto de ley, que requiere aval de ambas cámaras para su sanción y en el transcurso del debate parlamentario puede ser corregido. Para que deje de existir, el decreto requiere del rechazo de las dos cámaras del Congreso: si sólo vota en contra una, sigue siendo válido, como ocurrió con el 70/23, una de las principales herramientas de la Casa Rosada que ahora ha logrado blindar también sus vetos.

El plan de Milei es simple: si los gobernadores aliados no le juegan una mala pasada -inclusive los que aún integran Unión por la Patria, como Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Raúl Jalil (Catamarca)- en el Congreso no habrá número para que el DNU sea eliminado. El resto del peronismo y la oposición díscola no juntaría suficientes bancas en los recintos.

El Presidente podría negociar sin límites sobre todo porque, a diferencia de sus antecesores, tampoco está interesado en aprobar el Presupuesto 2025, que debería incluir de una u otra manera el financiamiento externo.

La jugada de Javier Milei

El Presidente, además, puede estirar los tiempos: tiene diez días hábiles para enviar el DNU al Congreso y existe el mismo plazo para que sea tratado por la comisión bicameral de trámite legislativo, donde de todos modos los dictámenes no son vinculantes.

Es que un DNU puede llegar al recinto sin ser despachado y una mayoría alcanza para su rechazo. Cuando se trata de un proyecto de ley, en ese caso se necesitan dos tercios. La bicameral la preside el senador Juan Carlos Pagotto, de La Libertad Avanza, quien tiene decenas de decretos a la espera de ser debatidos.

Nadie en la oposición está apurado porque el Gobierno logró a fines del año pasado bloquear la mayoría de los intentos opositores de imponer una agenda. Además, consiguió que en Diputados nunca se tratara el DNU 70, que de esta manera quedó vigente.

La oposición dura negoció en Diputados un dictamen para endurecer las condiciones de los decretos presidenciales, pero nunca llegó al recinto, porque los gobernadores prefirieron no complicar a Milei. Lo mismo espera ahora el jefe de Estado en su negociación con el FMI.

En tal caso, Milei está dispuesto a tratar sus asuntos mediante las gestiones de Guillermo Francos, quien ha logrado apaciguar a la tropa de mandatarios provinciales cada vez que se lo pidió.

Primeras reacciones

Los bloques opositores más críticos anticiparon su rechazo al DNU y pidieron que el FMI planteé sus condiciones ante el Congreso. “De nuevo, el Gobierno elige el camino de la imposición en vez del diálogo y el consenso, y no es esto lo que corresponde ni lo que pidió el Fondo. Milei elige la paoteada en vez del camino de la institucionalidad”, sostuvo el diputado Fernando Carbajal, de Democracia Por Siempre.

Oscar Carreño, de Encuentro Federal, acusó a Milei de apelar a “una herramienta de dudosa constitucionalidad para esquivar al Congreso, al que desprecia, y evitar que se debatan las condiciones impuestas. Es un verdadero cheque en blanco que atenta contra los principios de control y transparencia que debe respetar cualquier democracia”.

Este bloque, al igual que la UCR habían pedido tratar el Presupuesto 2025 junto al acuerdo con el FMI. Milei prefirió no someterse a semejante negociación. Y usó un DNU.

Por Mauricio Cantando-Letra P