Dejar atrás los objetivos irreales y adoptar hábitos alimenticios en la rutina diaria para tener un abdomen saludable y en forma durante todo el año
La llegada de los días de frío y los meses otoñales suponen momentos de excesos en las comidas. Se empiezan a preferir sopas, chocolates calientes y platos cocidos o al horno que ayudan a mantener el cuerpo a a una temperatura agradable para poder hacerle frente a los cambios del clima.
Son varios los casos en los que las personas se dejan llevar y descuidan su alimentación para dar rienda suelta a caprichos y antojos mediante justificaciones típicas como ‘tengo que entrar en calor’, ‘total me queda el resto del año para entrenar y cuidarme’, ‘las frutas y las verduras son para comer en temporada de calor’.
Tiempo después los argumentos son llevados por el viento y aparece la preocupación cuando la ropa de siempre queda ajustada o no entra; también cuando se comienzan a planear las vacaciones y se está disconforme con lo que refleja el espejo. Así, se generan pedidos y consultas poco realistas en los consultorios médicos y en los gimnasios cuyo objetivo principal es marcar el cuerpo, ‘bajar’ la panza y eliminar la grasa acumulada recientemente.
Cómo conseguir un vientre plano
Las claves para alcanzar el objetivo de conseguir un abdomen ‘chato’ son dos: 1) realizar actividad física y 2) seguir un plan de alimentación adecuado que, además de colaborar con la disminución de la grasa abdominal, también adquiera un rol protagónico en el bienestar personal.
Precisamente, la zona del abdomen es de las más difíciles de modificar; sin embargo, no existen imposibles. Uno de los hábitos esenciales para lograrlo es hacer ejercicio y para ello puede ser beneficioso mirar tutoriales online o acudir a clases personalizadas.
La fitfluencer especializada en entrenamiento, Maia Henry, compartió en TikTok, una breve rutina de ejercicio para realizar desde la comodidad del hogar y obtener un vientre menos pronunciado. Entre las series que recomienda hacer están los mountain climbers, las planchas, levantamiento de piernas y crunches.
Hay que decidir cuál es la prioridad: tonificar o perder grasa abdominal. “Lo más difícil es bajar la capa de grasa que está bajo la dermis del abdomen. De modo contrario, el músculo cuando se lo entrena se empieza a tonificar, pero no se lo ve porque está la grasa abdominal por encima”, señala la licenciada en Nutrición y directora de Nutrim, Mariana Patrón Farias.
Disminuirla puede sonar como una tarea compleja, pero existen ciertas pautas a tener en cuenta, según los profesionales:
- Dormir mal. Melisa Jurozdicki, médica pediatra y especialista en obesidad, explica que cuando el desacomodo de los relojes internos se vuelve rutinario, una de las consecuencias más evidentes se da en la salud intestinal. “Aparecen cambios en la digestión y el metabolismo; aumenta el peso, la presión arterial y se desregulan las hormonas que controlan el apetito”, advierte.
- Tener una dieta baja en fitonutrientes. Son sustancias que provienen del reino vegetal, que no son nutrientes en sí mismos, pero su consumo ofrece beneficios para la salud. “Hay que consumir alimentos de origen vegetal y limitar las grasas saturadas que se encuentran en la carne y en lácteos con alto contenido de grasa”, aconseja la Clínica de Mayo.
- No azúcares, alcohol o cigarrillos. Patrón Farias destaca que estos hábitos son los primeros que se deben erradicar dado que son nocivos para la salud. Quienes fuman tienen un mayor riesgo de tener grasa abdominal, lo cual aumenta el riesgo de presentar diversas afecciones; y beber alcohol hace que el hígado se desborde al procurar eliminar sus toxinas y las de las comidas que lo acompañen.
¿Se puede reducir la grasa abdominal a largo plazo?
Es absolutamente evitable, asegura la médica deportóloga Alejandra Hintze. “Se hace un descenso de grasa de todo el cuerpo. No queda otra que hacer un balance calórico negativo, es decir, comer menos calorías de las que se gastan en el día y sostenerlo en el tiempo”, dice.
Lo ideal –según la Dra. Hintze– sería ingerir unas 500 kcal menos de las que se gastaron durante el día y comer saludablemente, basándose en alimentos que aporten nutrientes.
Por último, Patrón Farias añade que hay casos en los que los depósitos de grasas son casi irremediables dependiendo de la etapa de la vida en la que uno se encuentre. “Las mujeres que están atravesando la menopausia por ejemplo, tienen desbalances hormonales que dificultad más la pérdida de grasa”, resalta.
Victoria Vera Ziccardi-LN