El Jefe de Estado negó que haya habido corrupción durante su mandato y expresó: “Nunca nadie cuestionó nuestra ética ni nuestra moralidad”.
El presidente Alberto Fernández habló en la Mesa Nacional de Integridad y Transparencia y sostuvo que en su gobierno no hubo corrupción. “No nos hemos enriquecido, no enriquecimos a nuestras familias, no somos amigos de los empresarios, no entregamos obras a nuestros amigos”, expresó un día después de que se dictara el sobreseimiento de Cristina Fernández de Kirchner en la causa conocida popularmente como “Ruta del dinero K“.
Junto a distintos funcionarios, el Jefe de Estado se presentó en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada y dejó varios títulos que, elípticamente, fueron lanzados contra la vicepresidenta y su predecesor, Mauricio Macri. “No quiero que haya un fideicomiso ciego, Quiero que todos vean que hay un presidente y muchos funcionarios de mi gobierno que se van a su casa igual que cuando llegaron”, referenció sobre la herramienta que utilizó el exmandatario en 2016 como señal de transparencia y mediante la cual derivó parte de su fortuna a terceros mientras ocupaba el lugar más encumbrado del Poder Ejecutivo. La estrategia había sido investigada por la Inspección General de Justicia (IGJ), alegando que el dinero traspasado al fideicomiso era menor al valor total.
“Poder irnos a dormir en paz con nuestra conciencia cada noche es saber que hemos actuado éticamente bien, que no somos cómplices de un desfalco. Eso nos permite dormir en paz cada noche y tener la conciencia limpia”, agregó el Presidente.
También manifestó que en el mundo existe lo permitido y lo prohibido, pero en Argentina hay una categoría intermedia: “el curro”. “El curro existe entre nosotros y es un problema, una forma de corrupción”, subrayó Fernández.
Enfrentado con quien fuera su compañera de fórmula en 2019, Fernández dedicó buena parte de su alocución a destacar la pureza institucional de su administración 24 horas después de que el juez Sebastián Casanello considerara que no había pruebas para culpar a Cristina Kirchner por lavado de dinero.
Por otro lado, aseguró que dará cuenta de su patrimonio una vez que abandone la Casa Rosada: “Cuando yo dejé la superintendencia de seguros, mandé a todos los diarios mi declaración jurada de bienes; cuando dejé la jefatura de gabinete, mandé a todos los diarios mi declaración jurada de bienes. Y el día que deje el gobierno, voy a mandar a todos los diarios mi declaración jurada de bienes“.
Fernández habló de “periodistas corruptos” y dijo que los jueces “andan escondidos” por la calle
En otro pasaje de su discurso, el Presidente habló de la libertad de expresión durante su gestión y lanzó duras acusaciones contra periodistas que recibirían dádivas. “En toda la democracia no hubo la libertad de prensa que existe hoy en la Argentina, hasta hay un abuso desmedido de la libertad de prensa: se miente, se difama, se injuria, pero no reaccionamos”, remarcó.
“Confiamos en que la ciudadanía descubra al mentiroso, al periodista corrupto que recibe plata para decir lo que dice. Esperemos que esos periodistas muestren sus bienes y nos expliquen cómo siendo locutores de un programa tienen semejantes departamentos”, acusó el mandatario nacional.
En medio de la pelea con la Corte Suprema de Justicia, a la que el Gobierno Nacional intenta llevar a un juicio político, expresó que los jueces “andan con vidrios polarizados y escondidos para que no los reconozcan”. Además le reclamó a la Oficina Anticorrupción que si observa “algo indebido” lo diga. “No sean cómplices de los que delinquen. No hagan silencio. No van a poder descansar en paz antes de morirse”, cerró.