Tambalea la economía y el gobierno se desquita ensañándose contra el pueblo
En el Siglo XXI, da la impresión de que el tiempo corre a una velocidad sin precedentes. Y en el campo de la comunicación social, eso condiciona que en los análisis tienda a imponerse la coyuntura por encima de las perspectivas de largo aliento. Al solo efecto de no restarle espesor a los temas en danza – para no hacer el juego a la alienación imperante, que impone saltar de un hecho a otro perdiendo la noción de totalidad -, intentaremos privilegiar los aspectos estratégicos de la agenda política actual.
Mientras progresa el intercambio de rehenes entre Palestina e Israel, el diálogo Trump – Putin promete desescalar tensiones en el escenario bélico euroasiático, y la ONU declara al Estado paraguayo responsable del asesinato de las niñas Villalba, en nuestro país, tapado por el árbol del mediático “veranito económico” propiciado por un supuesto control inflacionario, arde más que el bosque patagónico la peluca de un Milei que explotó contra la titular del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, y amenazó con llamar a Trump para pedirle su cabeza. El magnate estadounidense, por su parte, contrariando las expectativas de nuestro presidente, ha formulado declaraciones indicando que Argentina le resulta irrelevante: “Tenemos déficit con la Argentina”, confirmó, agregando que no hará excepciones y que le aplicará aranceles al país.
El ministro Caputo se mostró en desacuerdo con el jefe del Ejecutivo y este le adelantó que si no respeta su palabra lo reemplazará con Sturzenegger, pieza clave en el desmantelamiento del Estado Nacional, quien, no obstante, se resiste a asumir ese costo, soñando con ser un futuro jefe de Gabinete.
Como se sabe, el FMI le exigió al gobierno devaluar, unificar el tipo de cambio y liberar el cepo para ir hacia un sistema de flotación. Pero, el presidente negó el atraso cambiario y rechazó la posibilidad de devaluar antes de las elecciones. Frente a eso, los burócratas del fondo dieron por terminada esa reunión.
El ministerio de economía les manifestó a los directivos del FMI la intención de tener total disponibilidad para usar los dólares, pero la idea no gustó para nada. Tal desinteligencia provocó que los fondomonetaristas se fueran de Buenos Aires, sin emitir un comunicado oficial.
Milei entró en cólera: “A estos soretes los voy hacer echar a todos”. Pertinaz, de un momento a otro, volverá a viajar a EE.UU. en busca de apoyo de la Casa Blanca contra el FMI. Asistirá a su vez a otra cumbre conservadora. Allí volverá a insistir para que Trump libere fondos frescos antes de las elecciones.
Alterado en su encerrona, el Primer Mandatario trató a los directivos del FMI de “mandriles econochantas” y le recriminó a Caputo sus falsas promesas antes de las elecciones. “Me prometiste US$ 25.000 millones y no me trajiste ni un alfiler”. El único presidente anarco capitalista del planeta se enardeció porque su ministro clave se alineó con el FMI y lo instó a que recapacite, aunque probablemente las horas del gran timbero del macrismo estén contadas.
Como se podrá apreciar, a pesar de haber tenido algunos triunfos parlamentarios, “no todo lo que brilla es oro” en la gestión de La Libertad Avanza.
La crisis económica sigue golpeando duro a las fábricas y empresas del país. Esto se da en medio del contexto de dificultades producidas por las políticas de La Libertad Avanza. Ahora, tras anunciarse la suspensión temporaria de las líneas productivas de Nestlé, una importante empresa decidió ejecutar una medida negativa para sus trabajadores. La misma es Guma S.A., ofreciendo un plan de retiro para más de 200 empleados. Cabe destacar que esta firma es la más importante del norte de Córdoba. Y se suma a otras tantas que están tomando decisiones semejantes, en un marco de extrema contracción productiva.
El otrora dinámico movimiento piquetero también ha acusado recibo de las políticas económicas en marcha. No solo se ha replegado de las calles, sino que se achica. Casi la mitad de los grandes espacios que alquilaba como depósitos de mercadería y emprendimientos cooperativos, no fueron renovados por los dirigentes sociales. Así sucede con organizaciones que integran la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), y con otras de izquierda, como el Polo Obrero.
Pero no es el cometido de esta nota ocuparse del primer plano de la política nacional, sino hacer zoom out hacia su panorámica, tratando de ir al meollo de los temas que se han venido sucediendo en los últimos días.
Extractivismo: La naturaleza como objeto de consumo
A fines de enero, Sigourney Weaver, la famosa estrella de films como Alieny Avatar, fue protagonista de un episodio poco frecuente durante una función de La tempestad, llevada a cabo en Londres. La obra, presentada en el icónico Theatre Royal Drury Lane, fue interrumpida por un par de activistas del grupo Just Stop Oil, quienes irrumpieron en el escenario con una contundente protesta climática.
En su reciente nota titulada Lo que no se dijo de Davos, por detrás de las críticas a la diversidad, el economista de izquierda Julio Gambina señala que “Otro asunto aludía a ‘salvar al planeta’ ante la crisis climática, negada por Trump o Milei y muchos negacionistas de la contaminación ambiental derivada del modelo productivo destructor de la Naturaleza (…) El país es rico en bienes comunes, en agua y tierra, que abundan en la Patagonia, y claro, la Argentina abre sus puertas a inversores externos para el uso mercantil de insumos muy preciados en el mundo”. En su señalamiento está contenido el meollo de la situación que dramáticamente azota en estas horas fundamentalmente al sur de nuestro país. Se trata de un territorio lisa y llanamente cedido por múltiples gobiernos a la codicia de capitales anglo sajones, con la peculiaridad de que, a ese proceso de enajenación de nuestra soberanía, se suma el solapado pero persistente asentamiento en la región de efectivos del ejército israelí, lo que, en una hipótesis de conflicto geopolítico global adquiere una dimensión francamente intranquilizadora, que hasta incluye el riesgo de que se pretenda saldar la deuda externa con parte importante del territorio nacional.
Como denunció en las redes sociales el Suboficial Bombero Nahuel Michalsky, la derogación de la Ley de Fuegos despenaliza los incendios intencionales, propiciando el libre albedrío del lobby inmobiliario, que comprará las tierras arrasadas a precio vil. En este momento, el siniestro está siendo combatido por un voluntariado que cuenta con el 70% menos de la capacidad que tuvo cuando el Estado lo apoyó.
Cabe destacar que, la respuesta de las asambleas ambientales, originada en Trelew y Puerto Madryn, no se hizo esperar, generando una potente movilización de protesta en 24 puntos del país, tras la exigencia de que el gobierno se haga cargo de la situación. Por lo pronto, acaba de renunciar la Subsecretaria de Ambiente, aduciendo “agotamiento personal” (!)
El proceso en curso se inscribe en un contexto macro determinado por la fase agonal que hoy transita el sistema de explotación capitalista, debido a lo cual los popes de las high tech del Norte Global vienen explorando otros enclaves de la galaxia para hincar sus garras en una carrera desenfrenada en pos de mayores ganancias.
En efecto, el Capitaloceno – era geológica que transitamos – es esencialmente terricida. Sin embargo, la naturaleza habla, aunque los poderosos no la escuchen. Hace poco un géiser del Parque de Yellowstone – imaginario hábitat del Oso Yogui, personaje creado por los animadores William Hanna y Joseph Barbera – vomitó residuos históricos. El plástico, como recurso artificial de la vida moderna, está dejando una nueva huella estratigráfica en el planeta.
Según el filósofo de la liberación Enrique Dussel, el año 1492 marcó el origen de la modernidad y la instauración de una nueva centralidad, la de Europa, que determinó el modelo civilizatorio actualmente en crisis. Ya Francis Bacon y el mismo René Descartes se habían referido a la naturaleza como objeto ajeno a lo humano… aunque ella es el todo del que formamos parte.
Durante los últimos años, la mayor parte de humanidad ha transitado del Homo Agrículus (campesino) al Homo Urbanus (ciudadano)
Como se ha advertido hasta el hartazgo, la pretensión de crecimiento exponencial capitalista es suicida y pone límites a la continuidad de la vida en el planeta: Hay que abandonar la idea del desarrollo y salir del extractivismo (que nos atraviesa desde el genocidio originario), cuestionando la obsolescencia programada, principal motor del consumismo.
Ello implica pasar del paradigma cuantitativo (la física como ciencia madre) al cualitativo (la biología como ciencia madre)
A todo esto, corresponde advertir que el modelo extractivista agroexportador y biotecnológico tuvo vigencia incluso durante los gobiernos posneoliberales que irrumpieron durante la llamada “Década Larga Progresista” del Siglo XXI, en cuya gestión se mantuvo la coexistencia entre procesos de ampliación de derechos(políticas de inclusión)y de transacción con el poder económico (Consenso de las Commodities)
Llegados a este punto, y considerando que el pueblo mapuche viene siendo satanizado por el poder de turno, corresponde recordar que los pueblos originarios, preexistentes a la conformación de la Nación Argentina, fueron nuestros primeros desaparecidos. Pero, a partir del año 2000, la ampliación de las fronteras agropecuarias volvió a colocarlos en el ojo de la tormenta caracterizándolos como superficiarios y, por ende, sin potestad sobre el subsuelo, e incluyéndolos en el Eje del Mal definido por el Imperio para ser hostigados desde su legislación antiterrorista.
Pruebas al canto: Policías del destacamento de Pompeya, sector 9, patrullero 21-55, allanaron sin orden el hogar de Graciela Ojeda, Mburubicha de la Comunidad Guaraní Sapukay Pora, la golpearon y detuvieron. Pasó la noche detenida y, aunque ya fue liberada, enfrenta una causa. Ingresaron de forma violenta, la golpearon y le gritaron: “India de mierda, andáte de aquí”. Casi simultáneamente, la Resistencia Ancestral Mapuche, orientada por el lonko Facundo Jones Huala, fue declarada como organización terrorista por el Ejecutivo Nacional. Y vienen produciéndose allanamientos en varias comunidades Mapuche – Tehuelche, entre ellas en la de Pillan Mahuiza, lo que ha generado suma preocupación dado que por bastante tiempo no se contó con información fehaciente sobre lxs detenidxs. Fuerzas de seguridad como los Grupos Halcón y Especial de Operaciones Federales (GEOF) se apostaron en dicha Lof. Tanto el Gobernador Juan Torres como la ministra Patricia Bullrich han regateado información sobre la integridad física de los miembros de la comunidad, entre los que hay niñas, menores de edad, jóvenes, adultos y un anciano. Este tipo de embates complementa la política oficial de tierra arrasada que viene perpetrando el Gobierno anarco capitalista, desalojando incluso lugares sagrados de lxs antiguxs dueñxs de esas tierras, quienes subsisten a base de lo que producen allí, como lo denunció Mirta Ñancunao, Werken del Parlamento Mapuche – Tehuelche de Río Negro.
La regionalización del modelo productivo descripto hasta aquí, ha venido generando una nueva oligarquía diferenciada de los fundadores de la Sociedad Rural Argentina, e integrada por desencantados de la Revolución, como Gustavo Grobocopatel (Zar de la Soja) o Hugo Sigman (Zar de la Vacuna contra el COVID – 19)
De un tiempo a esta parte se ha vuelto usual repetir que “es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo”. Pues, ante el agotamiento del ecosistema, el orden imperante apela al fraude de proponer un “capitalismo verde”, coartada medioambiental del poder financiero trasnacional para seguir exprimiendo los recursos de un planeta exhausto.
De modo tal que hoy el lobo viene por nuestros bienes con piel de cordero. Sin ir más lejos, desde 1974, con el ahorro acumulado por pagar con Bonos del Tesoro de los EEUU, dicha potencia mundial instaló 800 bases militares en 40 países, generalmente utilizando el argumento de la ayuda humanitaria. Lejos de disolverse tras la implosión del Socialismo real, la OTAN acompaña la globalización económica de las trasnacionales, como lo demostró en la Guerra de Kosovo.
Cerrando el círculo, a partir de la capitulación de los milicos genocidas en la Guerra del Atlántico Sur, el Norte Global también ha instalado en Malvinas una base misilística que apunta hacia nuestro continente.
Tal es el contexto general en que se inscriben los incendios deliberados en torno a la localidad de El Bolsón y parajes aledaños, para beneficio de los amigos del poder, como Elsztain y compañía.
Diversidad: Al closet Nunca Más
Otro de los temas que ha estado en el tapete durante los últimos días es el atinente a las libertades individuales, cuestión que no quita el sueño a la porción patriarcal de nuestra sociedad, guarecida detrás de la heteronorma (el hombre como factor de poder)
Volviendo al ya mencionado Dussel, tengamos en cuenta que, también a partir de 1492, el Ego Conquistador, además de colonial, fue un ego violador, vigente en nuestros días mediante una flagrante intolerancia ante la otredad. De ahí lo atinado de una marcha que convoque a ejercer, además del orgullo antifascista, el orgullo ANTIRACISTA, en una sociedad que aún tiene mucho que aprender e incorporar al respecto.
De hecho, los Estados Nacionales nostramericanos se fundaron en torno a la mencionada heteronorma, heredada de la Revolución Francesa y el iluminismo.
Modelos como los de Trump, Bolsonaro, o Milei, que confunden la pérdida de privilegios de época como pérdida de derechos, expresan un intento de ratificación del lugar de centralidad del macho proveedor y disciplinador.
Por eso la lucha de los pueblos también debe apuntar al desplazamiento del androcentrismo y la emergencia de nuevas masculinidades.
El logro de tales objetivos dejará en un pasado remoto e irrepetible a los hipócritas que se camuflan con glitter, y a la airada reacción que provoca en los canallas ver a un par de jovencitas besándose en la vía pública.
Batalla Cultural: Contraofensiva oscurantista
El otro tema, que para muchxs pasa casi desapercibido debido al peso mediático de los anteriores, es el de la trajinada Batalla Cultural en la que está embarcado el régimen, que considera necesario ejercer una “Memoria Completa” de nuestro pasado reciente.
De hecho, el ideólogo libertariano Agustín Laje Arrigoni se apresta a dictar un curso anual de 15 clases destinado a formar militantes de esa Batalla Cultural que, según anuncia, debe librarse en el seno de la familia, en el trabajo, en escuelas y universidades, y en las redes sociales.
Ciertas efemérides propician el recrudecimiento de dicho debate, por ejemplo los 24 de Marzo – como ocurriera el año pasado, con las difusión desde el Estado de un video institucional argumentalmente endeble y estelarizado por el impresentable “Tata” Yofre y el ex guerrillero converso Luis Labraña -, los 25 de Septiembre – que conmemoran la ejecución del sindicalista metalúrgico José Ignacio Rucci -, o el reciente 50° aniversario de la campaña contrainsurgente denominada Operativo Independencia, entre otras fechas.
Contestes de que en nuestra sociedad no existe aún un consenso mayoritario respecto a cuáles fueron las circunstancias que llevaron hacia tales acontecimientos, nos limitaremos a expresar que, a nuestro modesto saber y entender, habida cuenta de que entre los años 60 y 80 del siglo pasado la Argentina vivió una exasperación de la lucha de clases que fue adquiriendo el cariz de enfrentamiento armado, toda pretensión memorialista que se reduzca a cotejar muerto contra muerto de cada bloque histórico-social enfrentado se aventurará en una vía muerta, dado que la única interpretación de los hechos capaz de echar luz sobre su saldo es la de confrontar qué proyecto político chocó con su opuesto. Con sus luces y sus sombras, y lo tanto por desmenuzar, consideramos que lo hizo el de la Liberación contra el de la Dependencia. Y el resultado de esa lucha – a veces latente y otras manifiesta, pero aún inconclusa – lamentablemente deja saldos dolorosos que arrastramos desde las Guerras de Independencia. Salvo que alguien esté dispuesto a creer que nuestrxs Libertadorxs fueron bebés de pecho que tan solo ofrecieron la otra mejilla al enemigo, y no cargan con la ineludible responsabilidad de haber llevado a generaciones enteras al campo de batalla de una contienda emancipatoria.
No desconoceremos aquí el argumento de las nuevas derechas que denuncia la pretensión progresista de sacralizar sin beneficio de inventario una rebelión generacional que por cierto cometió errores.
Pero analizar el proceso histórico con el rigor de las ciencias sociales y desprovistos de una lógica policial, nos aleja de la superstición y nos aproxima a una verdad relativa.
No es precisamente por la fuerza que se saldará semejante debate, como acaba de ocurrir con la suspensión del concierto del cantante Milo J. en el Espacio de la Memoria situado en la ex ESMA, desplegando carros hidrantes y perros adiestrados para amedrentar a 20.000 jovencitxs de una edad promedio de 15 años que solo se aprestaban a disfrutar de “la música que los conmueve” (Carlos “Indio” Solari, Olavarría 1997) La palabra “democracia” no puede funcionar como barrera inhibitoria del repudio a tales atropellos, tan torpes que a menudo acarrean consecuencias absolutamente contrarias a las buscadas, como que, en compensación a su frustración, toda esa chiquilinada recorriera por primera vez en su corta vida las instalaciones de esa factoría del horror, motivada por la curiosidad que toda prohibición genera en un adolescente.
Recapitulando, podría decirse que las mayorías postergadas de nuestro país han entendido que la larga marcha del pueblo argentino emprendida desde el Siglo XIX por los malones originarios, la montonera federal, la chusma yrigoyenista, el auténtico movimiento libertario, y los descamisados de Perón y Evita, generó hacia mediados de los años 40 una inédita experiencia de organización y fortalecimiento de los sectores populares que – con sus aciertos y limitaciones – construyó el Estado de Bienestar desafiando a los dueños del poder, quienes hicieron sentir su escarmiento hacia 1955.
En aquel mundo bipolar pactado en Yalta tras la Segunda Guerra Mundial, buena parte de los jóvenes que conformaría lo que se conoce como Generación del 70 puso en acto el belicismo expresado por un líder nacional de extracción castrense:“Por cada uno de los nuestros que caigan, caerán cinco de los suyos”, “Los vamos a colgar con alambre de fardo”, “Al enemigo ni justicia”, “La violencia en manos del pueblo no es violencia sino justicia”, “La violencia de arriba engendra la de abajo”(para muestra basta consultar el apartado “La guerra integral” del documental “Actualización política y doctrinaria para la toma del poder” oportunamente realizado por “Pino” Solanas y Octavio Getino)
Los casi 18 años de proscripción y resistencia integral por parte de las mayorías nacionales, hacia 1973 consiguieron arrancar un breve lapso democrático, degradado a partir de 1974, y abortado en 1976 a causa de la radicalización de la lucha sindical y la creciente demanda de participación en el reparto del PBI por parte de la clase trabajadora.
Lamentablemente, el pensamiento de época antes descripto derrapó hacia ese interregno constitucional reconquistado entre 1973 y 1976. ¿Cabía entonces en 1974/75 apelar a la acción directa contra un gobierno como el de Isabel – López Rega? La traición al Programa del FREJULI y el asedio paraestatal de la Alianza Anticomunista Argentina condicionó a muchxs a entenderlo así, al punto de pasar a la clandestinidad. A continuación, frente al saqueo y baño de sangre inaugurados por la última dictadura, se supuso erróneamente que semejante embate no tardaría en unificar a la oposición popular. Pero aquella reacción se demoró prudentemente buscando evaluar el poderío del gobierno de facto. La moraleja resultante fue que “cuanto peor… peor”.
No obstante – pese a los estigmas reaccionarios que aún pesan sobre aquella experiencia revolucionaria, y más allá de las autocríticas que correspondan -, seguramente no sea una de ellas el haberse atrevido a interpelar públicamente al propio General Perón, haber propiciado la repatriación del cuerpo de Evita, o haber marcado a fuego y expropiado en pos de autofinanciamiento a esos grupos económicos que siguen saqueando a la Nación.
A casi medio siglo del intento más feroz por postrar a nuestra Patria poniéndola al servicio de las grandes corporaciones multinacionales, este nuevo mundo multipolar en ciernes nos enfrenta a inéditos desafíos: Ya no se trata sólo de que una clase social prevalezca sobre la otra, sino de tomar conciencia de que la supervivencia de nuestra especie, esclava del paradigma desarrollista del progreso ilimitado, peligra tanto como lo diagnostican numerosos científicos que vaticinan que a este tren de explotación de nuestros bienes naturales el planeta no duraría más de dos siglos. La latitud geopolítica que ocupamos remite a uno de los más codiciables reservorios de riqueza alimentaria de un mundo severamente hambreado. En consecuencia, el Norte Global – cuya hegemonía disputan comercial y militarmente Estados Unidos y China – hoy más que nunca codicia nuestras riquezas. Puede constatarlo cualquiera que se interiorice despojado de prejuicios en las turbias licitaciones en torno al dragado de nuestra Vía Navegable Troncal del Paraná.
Los grandes movimientos nacionales del Siglo XX han cumplido su ciclo ofreciendo lo mejor de sí. La tarea perentoria de una nueva generación comprometida con una transformación de fondo parecería consistir en 1) ajustar su diagnóstico de la crisis civilizatoria en curso; 2) estudiar las características de un colonialismo en redefinición, a la luz del sistema-mundo que se viene configurando; 3) repensar a la nueva oligarquía volcada a los agronegocios y el extractivismo, que dista mucho de ser aquel patriciado terrateniente que campeó en los siglos XIX y XX; 4) precisar al nuevo sujeto social transformador, que – superada la era metalmecánica e imperando la telemática – seguramente ya no será exclusivamente la clase obrera industrial que protagonizara las transformaciones del pasado sino más bien una clase trabajadora formal e informal; y – obviamente – 5) poner en debate las viejas ideas sobre la toma del poder, a conciencia de que bregar por una sociedad no capitalista en la que impere la Justicia Social constituye una causa absolutamente vigente.
En todo caso, lo más alentador quizá sea advertir a diario que a pesar de la lección más terrorífica de la clase dominante, lxs argentinxs no nos hemos transformado en un rebaño de mansas ovejitas. Como botón de muestra, ahí está una nueva Marcha de la Resistencia de 24 horas, culminada frente a la Casa Rosada y convocada por la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Abuelas, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, H.I.J.O.S. Capital, HIJOS Provincia de Buenos Aires, CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), APDH, la APDH La Matanza, La Liga Argentina por los Derechos Humanos, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, MEDH (Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos), Familiares y compañeros de los 12 de la Santa Cruz, entre muchos otros, incluidas las dos CTA, ATE Capital (uno de los principales impulsores), la Asociación Bancaria, UTEP (Unión de Trabajadores de la Economía Popular), La Cámpora y el Partido Comunista; ahí está además la inminente Marcha Federal en Defensa de la Salud Pública decidida por 80 organizaciones reunidas en el Hospital Garraham, que prevé transitar desde el Ministerio de Salud también hasta Plaza de Mayo. Es de esperar que las incontables luchas en curso vayan encontrando un único paragua contenedor, como recientemente fue el antifascismo y antirracismo, a fin de confluir, ganando contundencia y eficacia. Lo insoslayable, en cualquier caso, es que nuestro pueblo sigue presentando batalla, muy a pesar de una clase política venal y rentista que ha renunciado a encabezar la gesta patriótica que el presente pide a gritos. –
Por Jorge Falcone-La Gomera de David