El malestar por el cambio de marca llegó a los altos niveles del Estado.
El anuncio de la sustitución en 2027 de Adidas por la estadounidense Nike como marca oficial de la Selección alemana de fútbol provocó un terremoto en ese país que llegó hasta el gobierno, con lamentos por una falta de “patriotismo”.
Todo empezó cuando esta semana, la Federación Alemana de Fútbol (DFB) anunció un acuerdo con el gigante norteamericano Nike para el periodo 2027-2034, con el que puso fin a más de 70 años de fidelidad a la marca germana Adidas. La noticia llegó a menos de tres meses del inicio de la Eurocopa 2024 en Alemania (14 de junio al 14 de julio).
“No puedo imaginarme una camiseta alemana sin las tres tiras”, reaccionó el ministro de Economía y vicecanciller Robert Habeck. “Adidas y el negro-rojo-amarillo”, colores de la bandera alemana, “siempre han sido para mí inseparables”, añadió el político ecologista. “Habría apreciado un poco más de patriotismo local”, criticó.
El ministro de Sanidad, Karl Lauterbach, también manifestó su decepción. La elección de una empresa estadounidense para vestir la ‘Mannschaft’ es “un error”, valoró en su cuenta de X, lamentando que “el negocio destruya una parte de la patria y una tradición”.
Al ser preguntado al respecto en Bruselas durante una cumbre de la Unión Europea, el canciller Olaf Scholz no quiso valorar el cambio: “La DFB ha decidido, no me ha preguntado mi opinión”. “Lo importante es que se marquen goles”, añadió.
La camiseta de la Selección: “Una cuestión de dinero”
“El fútbol alemán siempre ha sido parte de la historia económica alemana. El equipo nacional, que juega con las tres bandas, era tan identificable como decir que el balón es redondo y que un partido dura 90 minutos”, expresó Markus Soder, ministro de Baviera, la región sur donde tiene su sede Adidas.
Más allá de la política, el enojo es generalizado en el país. “Es de nuevo una cuestión de dinero”, critica la influyente revista Der Spiegel, mientras que la información aparecida en prensa, no confirmada, habla de un contrato de 100 millones de euros anuales.
Y sí: fue nomás una cuestión de dinero. “La separación con Adidas no nos deja indiferentes”, expresó la Federación. Pero Nike presentó “de lejos la mejor oferta económica y un compromiso claro en favor de la promoción de deportes amateurs y populares, además del desarrollo sostenible del fútbol femenino en Alemania”.
Dados los problemas financieros de la DFB, “es un buen negocio que llega en el buen momento”, valoró Christoph Breuer, del Instituto de Economía y Gestión del Deporte de Colonia.