El ministro consiguió el apoyo cristinista para las medidas que diseñó para contener los dólares financieros. De telón de fondo, la tensión con la Casa Rosada.
En medio de la tensión con la Casa Rosada expuesta por su esposa y titular de AYSA, Malena Galmarini, el ministro Sergio Massa consiguió mostrar este miércoles que su alianza política con Cristina Fernández de Kirchner sigue vigente y cosechó el apoyo del cristinismo en el diseño de las medidas destinadas a contener los dólares financieros.
Aunque la decisión todavía no fue publicada en el Boletín Oficial, el Ministerio de Economía anunció en las últimas horas que los organismos públicos saldrán a vender bonos en dólares con el objetivo de generar instrumentos para actuar en el mercado del contado con liquidación (CCL) y el MEP sin afectar las reservas y absorber los pesos excedentes que presionan sobre la inflación. El mayor aportante de bonos para la operación será la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES).
La operación fue diseñada en el Palacio de Hacienda, pero consultada con la vicepresidenta y con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, exministro de Economía y hombre de confianza de Cristina en la materia. Según pudo saber Letra P, Massa y Kicillof debatieron el tema “en los últimos días”, en línea con lo que viene sucediendo desde que el tigrense asumió como ministro.
Como toda medida, generó debates internos, pero el resultado final fue positivo para Massa, que se aseguró que no tendría objeciones públicas por parte del cristinismo. La intervención de la ANSES será la señal más clara. La gestión del organismo está en manos de Fernanda Raverta, dirigente de La Cámpora, de extrema confianza de Cristina y Máximo Kirchner. La funcionaria tiene, además buena sintonía personal con Massa. En privado apuesta por la candidatura del ministro en el caso de que la vicepresidenta mantenga su postura de no competir en las elecciones.
A pesar de las críticas públicas que recibió desde la oposición e incluso por parte del extitular de la ANSES durante el gobierno de Cristina, Diego Bossio, desde la conducción actual explicaron que el organismo saldrá favorecido por la operatoria ya que el Fondo de Garantía de Sustentabilidad recibirá un bono dual, que ajusta por inflación y por devaluación, lo cual “garantiza” el instrumento no perderá su valor en el tiempo.
“El bono dual es deseado por cualquier banco ya que no se desvaloriza ni por inflación ni por devaluación. Es de bajo riesgo, ya que tiene muy poca probabilidad de ser defaulteado”, dicen en el organismo. Y aseguran que no pondrá en riesgo el dinero destinado a la seguridad social. Bossio había especulado al Gobierno de estar “especulando con el patrimonio de los jubilados”. La respuesta del massismo estuvo a cargo de la titular de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, que advirtió: “Recomiendo leer cuál es el mecanismo sobre el canje con ANSES. Se van a tener que meter la lengua en el bolsillo, por decirlo de una manera correcta”.
El respaldo del kirchnerismo a Massa contrasta con la tensión que atraviesa la relación del ministro el entorno del presidente Alberto Fernández, que se filtraron de diferentes maneras en los últimos días desde el Frente Renovador. Este miércoles, fue Galmarini quien dijo en radio La Red que hay “operaciones políticas” contra Massa que “vienen de la Casa Rosada”.
Para aflojar tensiones, este miércoles, el Presidente y Massa viajaron juntos a Mendoza, donde compartieron un acto en la última prueba de las obras para restituir el tren a esa provincia, luego de 30 años. En el trayecto comentaron los datos de desempleo – que bajó al 6,3% en el cuarto trimestre de 2022- y hablaron sobre el impacto de la medida de rescate de bonos en el FGS y del canje de deuda en pesos.
El miércoles por la noche, el Gobierno difundió el decreto que obliga a las entidades públicas a vender sus títulos en dólares.
Por Gabriela Pepe – Letra P