Los partidos de espalda al pueblo y el pueblo de espaldas a las urnas
Mientras en distintos puntos del orbe se conmemoraron los 85 años de la derrota del nazismo a cargo del Ejército Rojo, gran parte de la grey católica cifra su expectativa en la asunción del nuevo Papa, a fin de comprobar si su pontificado da cuenta del legado de Francisco, y lxs hermanxs uruguayxs duelan la partida de un ex presidente que hizo de la austeridad un valor fundamental en su vida pública y privada, nuestro país promedia un mes absolutamente desencontrado con los ideales legados por patriotas como Manuel Belgrano, Juana Azurduy, Juan José Castelli, María Remedios del Valle, o Mariano Moreno.
Repasando sucintamente algunas dimensiones de nuestra realidad actual, en el plano económico advertiremos que la odiosa e ilegal deuda externa - nunca revisada por gestión alguna desde la recuperación del orden constitucional - ha vuelto a incrementarse hipotecando a nuevas generaciones de argentinxs, la reprimarización de la economía avanza a pasos agigantados con el aval de una mayoría de gobernadores volcados al modelo extractivista, la indiscriminada apertura de las importaciones sentencia a la pequeña y mediana industria, el relativo control inflacionario (principal activo del gobierno libertariano) se cimenta en unos salarios que están por debajo del período de cuarentena, y el consumo popular está completamente planchado.
En el plano social, al evidente reflujo de masas y la fragmentación de las luchas se suma la lenta reconfiguración de un sujeto cuyo mayor dinamismo durante los gobiernos anteriores estuvo a cargo del movimiento piquetero, hoy significativamente neutralizado por la uberización de la asistencia social y una escalada represiva que ya contabiliza numerosxs luchadorxs heridxs y judicializadxs, en tanto actualmente la voz cantante la tienen el sector pasivo, que ha consagrado los miércoles como cita de honor en la Plaza de los Dos Congresos (https://elpais.com/argentina/2025-05-12/los-jubilados-epicentro-de-la-resistencia-argentina-contra-milei.html) - escenario que la ministra sionista de seguridad pretende transformar en nuestra Franja de Gaza -, y lxs trabajadorxs de servicios, sujetxs a un desguace del Estado sin precedentes, mientras en la base más sumergida de la pirámide social hay compatriotas que se boxean por una cucharada más de guiso en las ollas populares, a menudo frecuentadas por soldaditos narcos menores de edad haciendo ostentación de armas, como parte de una nueva metodología de control social.
Pero acaso el político sea el plano más preocupante, dado que - más allá del lento y genuino reconocimiento que se gana a diario la izquierda parlamentaria - la defección de un peronismo preocupado por la Justicia Social durante más de 70 años instala un techo muy bajo a la expectativa que pueda despertar cualquier plan de lucha encarado por un movimiento obrero organizado a punto de perder el derecho a la indemnización laboral por despido, generando una sensación de intemperie colectiva que favorece cierta abulia militante, propia de los momentos históricos de interregno en que “lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer”. Más allá del viento favorable al candidato progresista Leandro Santoro en CABA, a quien tenga alguna duda respecto al colapso de esta democracia meramente formal le bastará con revisar el porcentaje real de votantes sobre el padrón habilitado a participar en las últimas elecciones legislativas provinciales, para detectar allí un alarmante indicador de la generalizada falta de confianza popular en que los comicios puedan aportar a la transformación social: https://www.dataclave.com.ar/poder/apatia-electoral--voto-menos-del-30--del-padron-en-tres-de-las-cuatro-provincias_a681e313a170bbd481d0bbb88.
Puntos de inflexión como el que experimenta la Argentina, en el marco de la transición hegemónica global, ameritan un minucioso estudio de los probables cursos de acción, al efecto de producir, con más imaginación que temeridad, los ajustes que demanda el hacer político en tal contexto, a los fines de evitar una deriva entrópica de la frustración, esto es, un estallido social sin norte que lo oriente, en cuyo marco las víctimas principales vuelvan a ser lxs condenadxs de la tierra.
Por lo pronto, y tal como la realidad contante y sonante lo demuestra, corresponderá asumir la caducidad de los grandes liderazgos contemporáneos, y la instauración de un poder a todas luces destituyente (“soy el topo que viene a destruir el Estado por dentro”), escenario en el cual, más allá de su vigencia cultural, la tradición nacional/popular carece de correlato político unificador.
Si partimos de la base de que la degradación de las opciones políticas a lo largo de los últimos 40 año brinda un franco panorama de orfandad, y nos alejamos por un instante de los preceptos que se dictan en los colegios en asignaturas como Formación Ciudadana, para convenir que, más allá del paupérrimo ejercicio de meter un sobrecito en una urna de cartón corrugado cada dos o cuatro años, estamos prisionerxs de esta democracia, y a ello sumamos la cada vez más desfachatada entrega de nuestra soberanía nacional, sentenciada por la visita del Secretario del Tesoro de los EEUU, el Jefe de su Comando Sur, y los “favores” del FMI, solo cabrá sumar el accionar de unas fuerzas represivas ensañadas con nuestrxs adultxs mayores para concluir que la trajinada definición de terrorista, adoptada por el Norte Global para estigmatizar a la resistencia palestina, al activismo medioambiental, o a los feminismos, le cabe de lleno al gobierno canalla y depredador del apátrida Javier Gerardo Milei, quien viene librando una guerra híbrida (virtual/presencial) contra la protesta social, primero bajando el precio de cualquier protesta apelando al ejército de trolls que lidera su monje negro Santiago Caputo, y luego arremetiendo en el espacio público contra todo reclamo con esbirros entrenados para doblegar la rebeldía popular a fuerza de garrote y gas pimienta.
Simultáneamente, la usina de pensamiento de la nueva derecha que le brinda argumentos, no deja de librar una cruzada destinada a reescribir a su antojo la historia patria. En tal sentido, el último libro de Agustín Laje (Globalismo), expone con perspectiva retrógrada la visión de una élite internacional que buscaría dominar el mundo instalando una agenda antinatalista. Prescindiendo de rigor, ensaya el sustento teórico de los neoconservadurismos proporcionando, incluso sin quererlo, un espejo incómodo para algunos puntos ciegos del progresismo. Paralelamente, con menos vuelo teórico pero similar empeño reaccionario, la barilochense Asunción Benedit, después de haber organizado actividades como aquella en Tucumán que definió como “un homenaje a los caídos, veteranos, familiares y víctimas de la guerra contra la subversión”, acaba de fundar la agrupación “Pañuelos negros”, en clara oposición a los blancos que identifican a las Madres de Plaza de Mayo.
El panorama descripto hasta aquí permite arriesgar que pretender cambiar semejante estado de cosas esperando las elecciones de 2027 constituye lisa y llanamente una trampa suicida, porque el genocidio sociocultural sucede aquí y ahora.
No obstante, y sin lugar a dudas, hay un pueblo dispuesto a defender sus derechos, aún en estado de orfandad. Sin ir más lejos, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Tierra del Fuego dispuso un paro total por tiempo indeterminado, anunciando que se extenderá "hasta alcanzar una resolución favorable al mantenimiento de la continuidad laboral" de los trabajadores de la industria electrónica de la provincia. La continuidad de dicha actividad quedó amenazada por la decisión del gobierno nacional de eliminar aranceles a la importación de celulares y rebajas en otros productos de la misma rama. Hubo diversas manifestaciones en rechazo a esas medidas y un repudio muy particular a declaraciones del ministro Federico Sturzenegger, quien se burló de los 6000 trabajadores amenazados de perder su empleo, señalando que Tierra del Fuego debería abandonar sus ambiciones industriales y "convertirse en un parque de diversiones de nivel mundial".
Paralelamente, con el impulso de la CTA Autónoma y la CTA de las y los Trabajadores, se conformó un amplio Espacio Multisectorial que reúne a organizaciones sociales, sindicales, políticas, estudiantiles, de la economía popular, Derechos Humanos y religiosas denominado: “Cabildos Abiertos”. Como parte de su plan de acción, el espacio acompañará la Jornada Nacional de Lucha con movilización al Ministerio de Economía convocada por ambas CTA para el 22 de mayo - en simultáneo con una nueva Marcha Universitaria -, en reclamo por paritarias libres, aumento del Salario Mínimo, Vital y Móvil junto a los programas sociales, por la devolución de recursos a las provincias y contra el desmantelamiento de las políticas públicas. Además, se anunció la realización de una asamblea abierta constitutiva el 29 de mayo, que dará inicio a una serie de foros temáticos sobre producción, trabajo, deuda externa, energía, educación, salud, niñez y juventudes y soberanía. Estos espacios tendrán como objetivo construir propuestas desde los sectores populares y fortalecer la organización federal. De modo que, como cantara Zitarrosa, la recomposición del campo popular “crece desde el pie”.
Pasando revista a los momentos más recientes de alza en la autoestima colectiva, seguramente nos remontemos al triunfo de la Selección Nacional de Fútbol en el Mundial de 2022, la ratificación por parte del Vaticano de que el reservorio moral de la humanidad remite a este Sur Global, y - sin exageración alguna - al hito viral que en la industria del entretenimiento global viene produciendo la adaptación a serie de El Eternauta, que ha expandido las posibilidades de la producción audiovisual local, poniendo en práctica un modelo virtuoso de trabajo que destaca nuestras múltiples capacidades latentes, reactivando la búsqueda de hijxs apropiadxs por la dictadura, devolviendo a una nueva generación de jóvenes a la lectura, y por encima de todo, restaurando la confianza en las grandes utopías colectivas (https://www.pagina12.com.ar/825757-donde-estan-los-eternautas-en-busca-de-los-nietos-y-nietas-d) Esa siembra germina en la memoria colectiva, a la espera de una pronta cosecha.-
Por Jorge Falcone-La Gomera de David