La policía financiera y antimonopolio con sede en Italia dio a conocer el proceso investigativo por separado contra ambas empresas de moda de alta gama por supuestas prácticas comerciales desleales. Entre otras cosas, son señaladas por presuntamente obligar a sus empleados a trabajar horas “por encima de los límites legales” y en “condiciones de salud y seguridad inadecuadas”.
Son acusadas de mantener una fachada falsa ante el público por asegurar que su ética y responsabilidad social son intachables, mientras su relación con sus trabajadores y proveedores empieza a despertar duda sobre su verdadero comportamiento.
La Autoridad de la Competencia de Italia es la encargada del caso en el que Giorgio Armani SpA y Christian Dior, que hacen parte de LVMH, son criticadas por haber usado insumos de proveedores a los que se le pagaba de forma “inapropiada” y bajo altas horas de operación laboral.
En este mismo año, los fiscales de Milán descubrieron talleres en las afueras de la capital de la moda italiana, en los que habían trabajadores mal pagados.
Hallaron a inmigrantes que estaban ilegalmente en el país, produciendo bolsos de cuero que luego vendían a Armani y Dior por una pequeña fracción de su precio minorista.
Este martes 16 de julio, las sedes de ambas empresas en Italia fueron registradas, pero desde el mes de junio un juzgado de Milán puso bajo control judicial a la casa de moda francesa Dior por supuestos incumplimientos laborales en su cadena de suministro.
Mientras tanto, Dior, que confecciona bolsos y accesorios de alta gama en el mismo país, fue señalada de no haber evitado ni haber detenido “la explotación laboral en su proceso de producción”, tal como afirmó la Policía del país europeo.
Fuente France 24