Nilda Costa, también peluquera, fue imputada como líder de una organización dedicada al movimiento clandestino de todo tipo de artículos hacia y desde Paraguay
Nilda Costa, la peluquera y ex funcionaria de Puerto Iguazú detenida por liderar una banda de contrabandistas en la Triple Frontera, había instalado en el fondo de su casa, situada sobre la costa del río Paraná, un galpón donde almacenaba la mercadería que sería trasladada a Paraguay, a través de lanchas partían de un puerto clandestino.
Detectives del Departamento Delitos Fiscales de la Policía Federal, que depende de la Superintendencia de Investigaciones Federales, a cargo de la investigación, que duró casi un año, estiman que unas 30 personas, entre camioneros, vecinos, empleados y conductores de motocarros, trabajaban para la estructura criminal que también estaba integrada por el marido de Costa.
Se trata de Juan Alejandro Pérez, un empleado de segunda línea de la municipalidad de Puerto Iguazú, que cooperaba con la actividad ilegal de su mujer, indicaron fuentes del caso a Infobae.
¿Cómo llegaban los productos al galpón la construcción de ladrillos a la vista? Simple. Llegaban en camiones enviados por los proveedores de la banda, entre ellos Mauri Da Silva Viana, un importante empresario de nacionalidad brasileña, dueño de supermercados, vinotecas y emprendimientos turísticos en la ciudad limítrofe.
Al igual que Costa, ex Directora de Asuntos Guaraníes y ex candidata a concejal, el brasileño tenía lazos con el poder político local, indicaron fuentes del caso a Infobae. Específicamente, el juez federal Miguel Ángel Guerrero, a cargo de la causa, investiga las presuntas conexiones que la organización tendría con el intendente Claudio Filippa.
Bajo la mira del magistrado están las conversaciones entre los miembros de la banda en la que mencionan al jefe comunal. Por ejemplo, el 23 de marzo pasado, la peluquera llamó a su marido. Estaba muy enojada por publicaciones en Tik Tok que habían hecho los lancheros de la banda, los encargados de pasar en bote la mercadería de una orilla a otra. Esos videos llegaron a medios locales.
El contrabando de la banda de la peluquera en la Triple Frontera
“¿Viste lo que salió en los diarios?… El TikTok ese que hicieron, esos hijos de re mil puta, que sacaron acá en Misiones Online estamos todos ahí, fíjate”, dijo Costa, de 55 años. Pérez respondió: “Y bueno, siempre te dije que guarden los celulares”. “Ahora le dije a ellos, armaron esta mierda, seguro que Claudio te va a cagar a pedos ahora”, le señaló su esposa. “Gorda, yo no estoy ni ahí gorda…en la Municipalidad como siempre digo, tranqui nomás, mándame la captura que quiero mirar”, cerró su pareja.
De acuerdo fuentes del caso, la actividad comenzaba por la mañana y continuaba durante todo el día, pero esperaban que el sol caiga para navegar. El trabajo más pesado lo tenían quienes debían cargar y descargar la mercadería: los 300 metros que recorrían hasta las barcazas con motor parecen pocos, pero el camino por el monte misionero es empinado y sinuoso.
“La informalidad no es una fuente laboral. Les pagaban muy poco dinero y se trata de un delito que es impiadoso con los eslabones más bajos. Detectamos, por otro lado, desabastecimiento de productos en la zona”, indicó un investigador.
El sendero que iba desde el galpón hasta el lugar de carga de las lanchas
Los equipos de comunicación incautados en la casa de la peluquera
Tras las detenciones, Guerrero los imputó por contrabando de exportación/importación agravado, debido a que no solo habrían exportado, de modo clandestino y sistemático, pollos frescos y congelados, aceite, harina, vinos y combustible, entre otros productos.
Nilda Costa y sus cómplices, según la investigación, también ingresaban al país artículos electrónicos y repuestos de autos. Incluso, llegaron a contrabandar enormes rollos de cesped sintético para canchas de fútbol 5 que la PFA debió trasladar con una retroexcavadora.
Nilda Costa, peluquera y líder de una banda de contrabandistas en Puerto Iguazú
La connivencia con integrantes de las fuerzas de seguridad en el territorio, tampoco están descartadas, incluso, la banda, se cree, supo días antes de los allanamientos en su contra. Los indicios sobre el pago de coimas también fueron hallados en las charlas intervenidas por la PFA.
El 25 de abril, cerca de la 10 de la mañana, la peluquera se comunicó con Da Silva Viana y le dijo: “Acá pasamos ayer por unos saltos, pero bien”. Luego, le contó la secuencia completa:
“Claro, pero es como yo le diga, encima esto, el gendarme viene y dice ya viene Prefectura vamos a allanar todo porque subieron 130 cajas de cigarrillos y tenemos fotos, ya sacaron todo, le dije que, y el gendarme yo conozco porque una vez vino ya y yo le hice pasar al depósito cuando hicieron una denuncia y ahí yo le dije pero pase, yo lo autorizo y usted pase, yo lo único que tengo es aceite y frío… bueno si usted dice que hay, si yo estoy diciendo que no hay, no vamos a hacer un arreglo dijo, tíreme por lo menos unas 8 cajas por ahí y yo voy a decir que hice el pro… pero usted quiere que yo tire una cosa que no tengo”, dijo.
Luego, continuó: “Como yo voy a fabricar eso le digo, y que haga nomás el allanamiento le digo, si porque ya está bajando Prefectura que esto que aquello, bueno perfecto, y yo cargando la lancha, yo tenía las cosas de Luis acá, teníamos que tirar al monte todo esto…vino y me llamó el gendarme, y dijo y bueno señora qué decide, no le dije yo, traigan la orden de allanamiento le dije, no hay problema, pero yo una cosa le voy a decir, yo voy a trabajar porque tengo una autorización de Prefectura de bajar mi muslos, si señores, y en eso venia la 499, la de prefectura… Luis es muy confianzudo…podríamos estar a punto de perder todo, yo estaba con los 1300 y pico que ustedes mandaron, no habíamos mandado nada”.
“Querés que te diga una cosa Nilda, tenes un botón en el medio…yo mandé a las 5, a las 4 y pico ya estaba todo… pero hay alguien que le botoneó a la fuerza”, le deslizó el empresario.
El contrabando de la banda de la peluquera en la Triple Frontera
De acuerdo a información que es parte de la causa, la organización no dudaba en amenazar con armas si las dádivas no disuadían los controles. De hecho, los agentes secuestraron pistolas y municiones en la casa de la peluquera.
Por Cecilia Di Lodovico-Infobae