El exjefe de Estado Mayor General del Ejército indicó que la intervención de las Fuerzas Armadas no provocó “ningún éxito” contra el narcotráfico. “Los resultados fueron letales para las Fuerzas”, precisó.
En medio de la escalada de violencia narco en de Rosario, que suscitó nuevamente el debate en torno a si las Fuerzas Armadas deberían intervenir en la ciudad santafesina, el exjefe de Estado Mayor General del Ejército argentino, Martín Balza, recurrió a ejemplos de países que recurrieron a dicha medida para manifestar que la involucración castrense tuvo “resultados negativos”.
“Los países que emplearon las Fuerzas Armadas para combatir el narcotráfico tuvieron resultados negativos, no hubo ningún éxito. Los resultados fueron letales, desmoralizadores para las Fuerzas y afectaron seriamente su esencia y profesionalidad”, sostuvo Balza en declaraciones a radio Splendid.
En ese sentido, el general explicó que en ningún lugar del mundo las Fuerzas Armadas poseen “una capacidad para actuar contra el flagelo del narcotráfico”. Al respecto, específico que no cuentan con la “misión, estructura, despliegue, instrucción, adiestramiento o armamento” para luchar contra ese tipo de delitos.
“Donde se emplearon [las Fuerzas Armadas], los resultados fueron negativos”, remarcó. En esa línea, mencionó el caso de Colombia, donde la lucha castrense contra el narcotráfico no disminuyó la problemática, sino que “se incrementó” junto con la producción de drogas ilegales. “Creo que eso que rige en otros países también rige acá”, consideró Balza.
Además, recordó que las Fuerzas Armadas “tienen por misión esencial proveer a la defensa común para repeler acciones de origen externo, garantizar de modo permanente la soberanía, la independencia nacional y la integridad territorial”. Ante la consulta sobre si el Gobierno decidiera modificar dichas funciones, el exjefe militar aclaró que sería una posibilidad debido a que cuenta con esas facultades. “A nivel máximo, el presidente de la República es el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas. Él dispone de ellas, de su organización y distribución“, indicó.
“La ministra de Seguridad tiene una experiencia importante porque ya ha estado en el cargo. En el caso de Rosario, de ella dependen en estos momentos la policía provincial y federal, la gendarmería nacional como fuerza de seguridad, lo mismo que la prefectura naval y la policía de seguridad aeronáutica. Asimismo, cuentan con la colaboración de otros organismos como la Agencia Federal de Inteligencia y el servicio penitenciario nacional”, agregó.
Consultado sobre la posibilidad de que las Fuerzas Armadas no quieran involucrarse en el conflicto de Rosario por “el fantasma” de los juicios de lesa humanidad, Balza negó que ese fuera el caso debido a que las ve “comprometidas con la esencia de los valores republicanos y de la misión que cumplen”.
“Hay dos pasados lamentables: uno es Malvinas y el otro es ese que el papa Bergoglio definió como ‘una de las lacras más grandes de nuestra historia’. Estos hombres que conducen las Fuerzas Armadas nacieron y se recibieron en democracia, están consustanciados con la esencia de su profesión”, explicó, a la par que subrayó que “no creo que lo del pasado repercuta en estos hombres”.
Finalmente, se refirió al “monopolio legal de la fuerza”, el cual “se emplea de forma gradual”. Al respecto, precisó que si la problemática en Rosario escalase al punto tal de ser “un tema de seguridad interior”, donde se debiera “consolidar la paz interior”, el Ministerio de Seguridad debería encargarse de ello, pero primero “está la policía provincial”.
“Si la policía provincial no satisface plenamente, está el Ministerio de Seguridad de la Nación, que manda otras fuerzas altamente profesionales como la policía federal, la gendarmería, la prefectura y todos esos otros organismos”, indicó. No obstante, si con ello no se puede “solucionar” el narcotráfico en la ciudad santafesina, “lo último que queda en el monopolio legal de la violencia son las Fuerzas Armadas”.
“Pero pregunto, ¿es tan terrible la situación que con estas fuerzas policiales y de seguridad que nosotros tenemos, con estos organismos adicionales, no se puede controlar ese flagelo? Ahí, desconozco, esa es una respuesta que la tiene que dar la política“, concluyó Balza.