Mientras Francia se hunde en la crisis política, el nombre del exsocialista Bernard Cazeneuve se baraja para sustituir a Gabriel Attal como primer ministro. La izquierda sigue dividida ante esta elección.
Tras 45 días de crisis política, el nombre de Bernard Cazeneuve circula como la opción para primer ministro. Sin embargo, esta hipótesis divide a su antiguo partido, el Partido Socialista, y, como era de esperar, pone nerviosa a la izquierda.
Desde Serbia, adonde llegó a última hora de la tarde del jueves para pasar 24 horas, Emmanuel Macron quiso tranquilizar:
“Créanme, estoy haciendo todos los esfuerzos (…) para llegar a la mejor solución para el país”. “Hablaré a los franceses a su debido tiempo y en el marco adecuado”, eludió el presidente francés. Fuentes de su entorno sugieren que podría tomarse una decisión antes del fin de semana o a principios de semana.
Tras haber descartado formalmente dar las llaves de Matignon a la candidata del Nuevo Frente Popular, Lucie Castets, y haber visto desvanecerse la esperanza de llegar a un acuerdo con la derecha, el jefe de Estado podría verse tentado ahora a recurrir a una figura moderada de la izquierda.
Entre los antiguos ministros socialistas, el nombre de Bernard Cazeneuve, antiguo jefe de Gobierno de François Hollande, que abandonó el Partido Socialista en 2022, sigue siendo el más pronunciado.
El interesado, que debía participar el sábado en Saône-et-Loire en las universidades de verano del Laboratoire de la République (Laboratorio de la República) creado por el exministro de Macron Jean-Michel Blanquer, se ha retirado finalmente. ¿Una cancelación prudente antes de un posible nombramiento? En cualquier caso, la idea está creando mella entre la izquierda.
“Por supuesto que votaríamos una moción de censura contra el señor Cazeneuve. Presentaremos mociones de censura contra cualquier gobierno que no esté dirigido por Lucie Castets“, advirtió el viernes Mathilde Panot, líder de los diputados de Francia Insumisa.
“No hay escisión” en el Partido Socialista, según Olivier Faure
Pero es en el seno del Partido Socialista, reunido en Blois (suroeste de París), donde el Elíseo escruta la relación de fuerzas.
“Aquí no hay división entre los que están a favor del compromiso y los que no lo están”, insistió el viernes el líder del partido, Olivier Faure.
Para llegar a compromisos, los socialistas necesitan “establecer un equilibrio de poder”, de lo contrario corren el riesgo de acabar con un “primer ministro que sea el sirviente del presidente”, según él.
Para el senador socialista Rachid Temal, todo dependería de las políticas que aplicara un Ejecutivo dirigido por la izquierda. Si se trata de “perseguir el macronismo”, “estaremos allí para censurar al Gobierno”, declaró en RFI.
En cambio, “si hay un gobierno con personalidad, de izquierdas, por ejemplo, que haga una política que nosotros queremos, y que los franceses quieren, estaremos ahí para votarlo siempre que vaya en la buena dirección“, añadió, abogando por la “eficacia”.
Lucie Castets había dicho que estaba dispuesta a comprometerse con las demás fuerzas políticas. “¿Por qué, si es la Sra. Castets, va a ser válido, y si es otro socialista, no sería válido?”, preguntó.
La ultraderecha no cierra la puerta a Cazeneuve
La exministra Ségolène Royal declaró el jueves por la noche en la cadena nacional LCI que estaba “disponible para intentar formar un gobierno de unidad republicana”.
El alcalde de Saint-Ouen, Karim Bouamrane, figura ascendente del Partido Socialista cuyo perfil ha llamado la atención del Elíseo, tampoco ha cerrado la puerta.
Se declaró “capaz” de convertirse en primer ministro construyendo “compromisos”, pero insinuó en el canal TF1 que necesitaría la luz verde previa de su partido, y más ampliamente del Nuevo Frente Popular. “Como socialistas, tenemos la responsabilidad colectiva de encontrar vías de compromiso”, declaró.
Al margen de este debate, Agrupación Nacional, que cuenta con el mayor grupo en la Asamblea Nacional, mantiene una postura prudente.
Contra Bernard Cazeneuve, “no habrá censura de principio”, dijo en LCI el portavoz del partido, Laurent Jacobelli, explicando que sus miembros solo bloquearían al antiguo socialista “si, en su presupuesto y en su programa, hay cosas que nos parecen van contra los intereses de los franceses”.
Fuente France24