El académico y político progresista Bernardo Arévalo de León fue investido este lunes 15 de enero, en la madrugada, como presidente de Guatemala para el periodo 2024-2028, con diez horas de retraso sobre lo previsto. Arévalo juró el cargo tras resistir una incesante arremetida de la Fiscalía, que el mandatario achaca a su promesa de rescatar al país de los grupos corruptos. La investidura de Arévalo estuvo marcada por un retraso, sin precedentes, en la instalación del Congreso.
Luego de una transición marcada por una arremetida judicial y numerosos intentos por frenar su asunción al poder, Bernardo Arévalo de León fue investido presidente este lunes 15 de enero, en la madrugada, cuando la mayoría de invitados extranjeros se habían retirado.
La investidura se retrasó por unas diez horas en medio de la tensión en el Congreso de Guatemala debido a una disputa por las credenciales que estaba obstaculizando la toma de posesión de los nuevos legisladores para el periodo 2024-2028.
Manifestantes, varios de ellos indígenas que llegaron a la capital, forcejearon con decenas de policías que mantenían dos cercos en la parte trasera del Palacio Legislativo, en el centro histórico de Ciudad de Guatemala.
Arévalo de León fue investido presidente de Guatemala para el periodo 2024-2028, en una solemne sesión que se llevó a cabo en el Teatro Nacional de la capital guatemalteca con diez horas de retraso sobre lo previsto y tras una azarosa transición, y en la que Karin Herrera asumió como vicepresidenta de la República.
Arévalo asume la Presidencia tras su victoria en las elecciones de 2023, en las que su principal bandera fue un discurso contra la corrupción.
Desde que pasó en junio de 2023 a la segunda vuelta, de forma inesperada, tuvo que sortear numerosos intentos de la Fiscalía para que le fuera retirada su inmunidad y se anulara el resultado electoral.
Arévalo, de 65 años y que ha denunciado las acciones de la Fiscalía como un intento de “golpe de Estado”, juró el cargo en el Teatro Nacional, en una sesión de un Congreso que, se prevé, le será adverso tras la suspensión, ahora revocada, de su partido, el movimiento progresista Semilla.
El nuevo mandatario, quien era diputado, llegó a la Presidencia impulsado por un sólido voto, con la promesa de combatir la corrupción en el país centroamericano y la intención de emular la presidencia de su padre, Juan José Arévalo Bermejo, quien gobernó el país entre 1945-1951.
Precisamente el Movimiento Semilla, de Bernardo Arévalo, nació de las manifestaciones contra la corrupción registradas en Guatemala en 2015 y que dieron paso ese año a la detención del expresidente Otto Pérez Molina (2012-2015) por millonarios escándalos de sobornos.
Arévalo nació en Montevideo y vivió de niño en Venezuela, México y Chile, en el exilio de su padre tras el golpe de Estado orquestado por Washington contra el progresista Jacobo Árbenz (1951-1954).
Su partido, de vuelta
Antes de la investidura, el nuevo Congreso de Guatemala revocó este domingo la suspensión del partido Movimiento Semilla, del presidente Arévalo, con 93 votos de los 160 diputados que componen el Organismo Legislativo.
La decisión llegó después de que, por la mañana, una comisión del anterior Congreso ordenara que los 23 diputados del Movimiento Semilla tomaran posesión como diputados independientes sin vinculación a su partido.
En el mismo día de su investidura, la Corte de Constitucionalidad de Guatemala, máximo tribunal del país, dictaminó que el Movimiento Semilla, partido del presidente, estaba suspendido.
La decisión dejaba sin posibilidad al Movimiento Semilla de formar parte de la junta directiva del Congreso para el periodo 2024-2025, pero establecía que los 23 diputados de la agrupación política de Arévalo serán independientes para el periodo 2024-2028.
La suspensión surgió de una orden penal del pasado 12 de julio por un supuesto caso de firmas falsas en la fundación del Movimiento Semilla en 2018.
Desde que Arévalo de León obtuvo el segundo lugar en las elecciones presidenciales de junio de 2023, el Ministerio Público (Fiscalía) de Guatemala empezó una persecución judicial para evitar que el académico tomara posesión, al igual que los diputados del Movimiento Semilla.
Por Diana Tinjacá-France24