La pandemia de coronavirus está demostrando cómo la tecnología puede marcar la diferencia a la hora de abordar esta crisis. Los países asiáticos que han digitalizado la gestión sanitaria utilizando big data están poniendo freno al virus. Mientras, en Europa y Estados Unidos la descoordinación de los distintos actores involucrados en el almacenamiento y la explotación de los datos personales impide atajar la crisis con esta eficiencia.

