La normativa de la FIFA prohíbe que terceros o particulares realicen pagos en nombre de los futbolistas. Qué pasará con el futuro del jugador.
Boca devolvió los 15 millones de dólares correspondientes al pase del mediocampista Cristian Medina a Estudiantes debido a que la transferencia fue realizada desde la cuenta personal de Foster Gillett, lo cual está prohibido por la FIFA.
El empresario estadounidense depositó el valor de la cláusula de rescisión de Medina, lo que fue rechazado por el conjunto xeneize por provenir de una cuenta privada, y no propia del futbolista o de algún club.
En tanto, desde La Ribera denunciaron lo sucedido a la AFA y el pase quedó en suspenso, por lo que el Consejo de Fútbol devolvió el dinero para que el “Pincha” o el volante surgido en las inferiores de Brandsen 805 depositen reglamentariamente el importe y el jugador pueda incorporarse a la entidad de La Plata.
La polémica explotó el pasado sábado debido a que el artículo 18 del reglamento de la entidad que rige las normas de las distintas federaciones de fútbol señala que ningún tercero puede efectuar la compra de un futbolista bajo su propio nombre.
Asimismo, para que la transferencia tenga validez, el centrocampista de 22 años o el “León” deberán depositar el importe correspondiente dentro de las próximas 72 horas para que el futuro del jugador siga en La Plata.
Quién es Foster Gillett, el magnate que invertirá más de 100 millones de dólares en Estudiantes
Foster Gillett es hijo de George Gillett, un empresario que invirtió en deportes, telecomunicaciones y entretenimiento desde la década de 1960. Su familia fue dueña del equipo Harlem Globetrotters y llegó a tener un conglomerado de medios.
Con un portfolio diversificado, George adquirió el Liverpool inglés junto a Tom Hicks en 2007. Su hijo Foster fue nombrado director en la junta del tradicional club inglés. Los Gillett se mantuvieron al mando hasta 2010, cuando vendieron las acciones a Fenway Sports Group.
A Foster se lo vinculó años más tarde con Derby County, de Inglaterra; Hearts, de Escocia, y Lyon, de Francia. “Mi primer recuerdo del fútbol argentino es el de un joven Javier Mascherano cuando jugaba para Liverpool, el equipo de mi familia”, dijo Gillett al diario La Nación.
Desde la asunción de Javier Milei como presidente de la República Argentina, la discusión sobre las Sociedades Anónimas Deportivas se instaló en las primeras planas. Verón es uno de los principales interesados en el advenimiento de este modelo de gestión y con él como presidente ha realizado gestiones similares a las de una SAD, sin perder su estatus de asociación civil.
Foster y Verón firmaron un preacuerdo que desembocará en una importante inyección de dinero para el club, que comenzará en 150 millones de dólares y podría ir creciendo con el correr del tiempo. Si los socios dan el visto bueno en la asamblea de febrero, el conjunto platense dará su primer paso hacia la “revolución” que pretende el presidente.
Fuente TN