Los presidentes de ambos países firmaron una declaración conjunta en la que acordaron “brindar las facilidades necesarias para el suministro, tránsito y transporte de combustibles”
Los presidentes de Bolivia, Luis Arce, y de Paraguay, Santiago Peña, dialogaron en La Paz, en la visita oficial del mandatario paraguayo al país andino, sobre el aumento del flujo comercial entre ambas naciones para un mayor intercambio de productos como combustibles y fertilizantes.
La declaración conjunta firmada por ambos gobernantes señala que acordaron “brindar las facilidades necesarias para el suministro, tránsito y transporte de combustibles”, e impulsar la “concreción de alianzas bilaterales” en el área de hidrocarburos.
En declaraciones a los medios, Peña explicó que ambos Gobiernos tienen la “gran responsabilidad de aumentar el flujo comercial” y destacó que Bolivia aumentó su capacidad productiva más allá de la “enorme ventaja” que ya lleva en productos como el gas natural y los minerales.
En esa línea, resaltó que Bolivia es actualmente “un gran productor de fertilizantes, y Paraguay, como un gran productor de granos y alimentos, es un gran consumidor” de insumos como la urea, que ya compra al país andino. “Así que también estamos viendo cómo podemos mejorar la logística que nos permita que ese intercambio comercial sea mucho más fluido”, mencionó el mandatario paraguayo.
Peña también aseguró que actualmente existe un “intercambio en el campo de hidrocarburos”, pues su país “a veces le vende diésel a Bolivia y a veces le compra gas”, pero se busca que ese proceso se fortalezca. “Para nosotros es fundamental que Bolivia vea a Paraguay como un proveedor estable y seguro y a nosotros también eso nos permite ampliar las compras y que bajemos los precios. Paraguay tiene sus fortalezas, Bolivia tiene sus fortalezas. Pero cuando trabajamos juntos, ahí somos imbatibles”, agregó.
Combustible en Bolivia: contrabando e intervención de las Fuerzas Armadas
Las Fuerzas Armadas de Bolivia controlan algunas de las estaciones de venta de combustibles con el fin de frenar el desvío de diésel y gasolina para el contrabando en los países vecinos, mientras continúan las protestas sociales por la falta de dólares y por el incremento de los costos de los alimentos.
Las estaciones de servicio en las principales ciudades del país cuentan desde esta semana con vigilancia de militares, mientras se efectúa la venta regular de combustibles y sin las filas que hubo hace algunos días.
“Ha habido un despliegue de militares para que puedan ayudar en el control de algunas gasolineras”, confirmó el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes. El viceministro señaló que esa presencia es para hacer el “control” a los carros cisterna que trasladan combustibles y a los compradores, de forma que no lleven a cabo cargas adicionales de diésel o gasolina para la reventa.
“Ha habido un despliegue de militares para que puedan ayudar en el control de algunas gasolineras”, confirmó el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes.
El costo del litro de diésel y gasolina en Bolivia es de 3,7 bolivianos (0,54 dólares), menor al de los países vecinos, por lo que hay quienes aprovechan para revender esos combustibles en las fronteras y obtener algunas ganancias. En la víspera, el presidente boliviano indicó que la “especulación” y los “intereses políticos personales” ocasionaron problemas en la distribución normal de diésel y gasolina.
El mandatario también dispuso que se refuercen los controles en los puntos de frontera hacia Argentina y Perú para evitar el contrabando de alimentos de Bolivia hacia esos países, además comprometió “todo el empeño” del Gobierno “para garantizar el poder adquisitivo de la población”.
El presidente boliviano indicó que la “especulación” y los “intereses políticos personales” ocasionaron problemas en la distribución normal de diésel y gasolina. EFE/ Luis Gandarillas
Eso se dio en el marco de las protestas llevadas a cabo por varios sectores para que el Gobierno dé una solución al alza de los costos de los productos de primera necesidad, malestar que se suma a la falta de dólares y combustibles.
El país andino sufre el problema de la falta de dólares desde principios de 2023, cuando los informes oficiales mostraron una disminución de las reservas internacionales netas (RIN), que en 2014 llegaron a los 15.122 millones de dólares.
Fuente: Infobae