Son 110.000 visitantes menos que en la temporada pasada; proyectan un mayor derrumbe durante el año; la crisis económica, la principal causa
El año arrancó con el ingreso a Brasil de 110.000 argentinos menos que el año pasado, una caída interanual del 19% que representa el mayor descenso que se tenga registrado, según datos de la Agencia Brasilera de Promoción del Turismo Internacional (Embratur). Históricamente, la mayor cantidad de visitantes que recibe Brasil provienen de la Argentina.
La caída se da mayormente entre los turistas argentinos que ingresan por tierra y por vías fluviales, que son los de menor poder adquisitivo. Según el presidente de Embratur, Marcelo Freixo, la disminución refleja el agravamiento de la crisis económica en el país vecino. Por el contrario, hubo un aumento de 26.600 turistas argentinos que llegaron en avión o a bordo de cruceros.
Para este año, el gobierno brasileño proyecta una caída del 7,5% en el número de turistas argentinos. Para que el sector no sufriera demasiado el impacto, la estrategia fue centrarse en atraer a los argentinos de mayor poder adquisitivo.
Esas medidas incluyen acuerdos con resorts, campañas de promoción con operadores turísticos, famtours —destinados a promocionar ciertos lugares— y un incremento de las conexiones y frecuencias aéreas. Son medidas que también tomaron otros países de América del Sur.
“La caída del turismo proveniente de la Argentina ya la esperábamos. Pero crecieron los que vienen de Chile, Paraguay, Perú, Bolivia y otros países, y eso nos permitió equilibrar las cuentas”, dice Freixo. “En función de la crisis y después de estudiar el perfil del turista argentino, la estrategia fue apuntar a otros segmentos.”
Más visitantes chilenos
El ingreso de turistas chilenos a Brasil en enero de 2024 fue un 48% superior a la del mismo mes del año pasado. En el mismo período, la llegada de visitantes bolivianos creció un 33%, y la de paraguayos, un 23%. Los uruguayos aumentaron un 11%, según la encuesta de Embratur.
“La devaluación del peso encarece los viajes al extranjero. Además, la inflación y el desempleo se comen los ingresos de los argentinos”, explica Marcela Kawauti, economista de Lifetime Asset, al enumerar los problemas de la Argentina. “También hay mucha incertidumbre sobre las medidas del nuevo gobierno, y eso frena la decisión de hacer gastos caros, como los viajes.”
El abogado Bernardo Sukiennik, nacido en la Argentina y especialista en Derecho Internacional, dice que los argentinos ahora “cuidan el bolsillo” de gastos que no son imprescindibles, como los viajes: “Las familias han restringido sus consumos y no se sabe cuáles serán las reglas del juego con el nuevo gobierno. Ni siquiera se sabe si los alquileres se fijarán en dólares o en pesos, por ejemplo.”
El año pasado, Brasil recibió 1,9 millones de turistas argentinos. De este total, un millón ingresaron por vía terrestre. De ahí que los datos de enero preocupen a los expertos y funcionarios brasileños del sector turístico.
“El flujo aéreo y de cruceros debería seguir siendo alto, ya que fueron pasaje y paquetes comprados antes de la nueva situación política y económica del país”, dice Leandro Barcelos, gerente de Comercio Internacional de BMJ Consultores Asociados.
Por Renan Monteiro