Vladimir Putin preside la conferencia en Kazán en medio de la guerra en Ucrania y tiene como invitado al presidente de Venezuela, bajo acusaciones de fraude electoral.
Las potencias mundiales, países emergentes y otros en desarrollo se reunió en Kazán, Rusia para la 16° Cumbre de los BRICS. Allí, Vladimir Putin, encerrado por la guerra en Ucrania, y Nicolás Maduro, con pedido de captura internacional, abandonaron su aislamiento para reunirse con sus aliados ideológicos y comerciales.
La nueva cumbre encabezada por los líderes de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica brindó espacios de diálogo sobre los conflictos en Europa y Medio Oriente y sobre el futuro del bloque, el propósito del viaje de Maduro a territorio ruso.
“No a la guerra” y multipolaridad
El bloque que surgió como una alternativa a las principales alianzas internacionales ratificó nuevamente su postura respecto a Gaza y Ucrania. En la ciudad rusa de Kazán, los líderes de los BRICS firmaron un documento que insta a Kiev y a Moscú, y a Medio Oriente, a finalizar los conflictos armados.
En el caso de la guerra en Europa, los países firmantes se comprometieron a mediar en las negociaciones y se ofrecen como un espacio de contención ante lo que podría ser una escalada del conflicto.
Respecto a Gaza, el texto destaca la necesidad de lograr inmediatamente un alto el fuego permanente en la Franja de Gaza, liberar “con urgencia y sin condiciones previas” a los rehenes y detenidos de ambos bandos y asegurar un envío a gran escala de ayuda humanitaria a la región palestina afectada.
Por otro lado, los discursos de Luiz Inácio Lula Da Silva como Xi Jinping hicieron foco en la importancia de hacer realidad el concepto de “mundo multipolar” y en la necesidad de encontrar equilibrio en las relaciones entre Estados.
El presidente chino llamó a escuchar a las naciones del sur global, una narrativa impulsada por los BRICS para darle mayor relevancia internacional a Sudamérica, África y Asia.
Rusia y Brasil le cierran la puerta a Maduro y Venezuela
En la previa 16° Cumbre de los BRICS, miembros del gobierno brasileño habían sido tajante en la negativa de admitir a Venezuela como uno nuevo país.
El asesor para asuntos internacionales de Lula Da Silva, Celso Amorim, expresó que “no defiende la entrada de Venezuela” y que el bloque debe ir despacio a la hora de sumar nuevos miembros. Sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, dijo que “todos los países candidatos tienen posibilidades de unirse al grupo”.
En esa lista de candidatos se encuentran Afganistán, Azerbaiyán, Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Indonesia, Malasia, Nicaragua, Nigeria, Turquía, Uganda y Venezuela.
Por su parte, el Kremlin estableció que la ampliación de los BRICS no estaba en agenda debido a los diferentes puntos de vista entre los países miembro, aunque podría aceptar nuevas admisiones en calidad de “asociados”.
El 1 de enero de este año Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Etiopía consumaron su ingreso al bloque, naciones que ya participaron de la cumbre. Argentina y Arabia Saudita podrían haber concretado su adhesión, pero el país sudamericano retiró su solicitud mientras que la nación de la península arábiga nunca confirmó su decisión.
Venezuela, que mostró interés de formar parte de los BRICS, viajó con una comitiva encabezada por Nicolás Maduro, en su primer viaje al extranjero después de las elecciones. En el aeropuerto de Kazán, el mandatario estableció que uno de los propósitos de la visita era conseguir inversiones para la industria petrolera.
El presidente venezolano tuvo reuniones con sus pares Alexander Lukashenko, Recep Tayyip Erdogan y Vladimir Putin, quien calificó a los venezolanos como “uno de los viejos y fiables socios en América Latina y en el mundo en general”. Sin embargo, tanto Brasil como Rusia mantienen su postura de que los BRICS no admitan nuevos miembros por el momento.
Por Nataniel Peirano DEF