Una de las víctimas manifestó en la escuela, en Posadas, que era víctima de su padrastro. La familia de la madre de los niños teme por la salud de los tres menores involucrados
Un hombre, su pareja y tres menores de edad de Posadas están siendo buscados por la Justicia, la Policía y sus familiares luego de que se conociera una serie de denuncias de maltrato y abuso hacia dos de las menores, hijas de la mujer, de 6 y 8 años.
La presentación a la que tuvo acceso este medio señala al hombre como el responsable de los vejámenes y a la mujer como supuesta cómplice. Las informaciones son dispares y temen que están en el Sur del país.
Según pudo reconstruir El Territorio, una docente denunció el 25 de noviembre que una de sus alumnas manifestó sufrir abusos por parte de su padrastro. La abuela materna de las víctimas, por su parte, aseguró haberse enterado de los vejámenes el día que llegó a su hogar la citación a nombre de su hija.
A partir de ese día, esta última se dio a la fuga con sus dos niñas de 6 y 8 años, además bebé de un año que tiene con el denunciando.
La primera presentación había ocurrió el 4 de noviembre, es este caso por maltrato. El documento al que tuvo acceso El Territorio pone de manifiesto la denuncia de Rosa, la abuela materna de los tres menores de edad, ante el Juzgado de Familia interviniente por los malos tratos por parte de la pareja de su hija Laura (25), Sergio (30), a sus dos nietas.
Allí manifestó: “El denunciado es muy violento con mis nietas”. Continuó comentando que un niño de la familia, nieto de Rosa, “vio a una de ellas en la escuela con la espalda moreteada, le contó a la madre y ella me contó a mí. Me fui a la escuela y les puse en conocimiento”.
Tras esa presentación ante las autoridades escolares, supo que la otra niña, la mayor, no estaba asistiendo a la institución educativa.
Le informaron que “cuando fue las últimas veces sólo lloraba, contaba que no iba porque debía quedarse a cuidar a su hermanito más chico”.
Por otra parte, aseveró que en la escuela “sabían desde un principio y nunca hicieron nada porque fue una suplente hizo la denuncia. La más grande se quebró, le contó y ella denunció”.
Eso es, según el otro expediente que se inició en la Justicia penal, en relación a los abusos en perjuicio de las menores y que data, como se dijo, del 25 de noviembre.
Además, mencionó que supo que los vecinos de su hija vieron a la más pequeña con un ojo negro, aparentemente por un golpe en el rostro.
“El denunciado no les da de comer a los chicos, sólo a mi nieto menor, de un año de edad, porque dice que es hijo de él. Los chicos están desnutridos, no les deja salir ni siquiera a la vereda”, acusó.
En el escrito, Rosa asegura que su yerno, Sergio, consume drogas y alcohol y que tanto su hija como él dejan a los menores al cuidado del padre o de un tío de Sergio.
En ese contexto, aseguró que estos últimos son cómplices y solicitó la guarda de las niñas y del bebé, además de la prohibición de acercamiento del agresor hacia los menores.
Sin embargo, ante la denuncia por los maltratos y los abusos, aseguran que desde hace más de 20 días que la pareja se fue del hogar donde residían y sólo tienen versiones inconsistentes de supuestos paraderos pero sin certezas de ello.
Tampoco saben de las condiciones en las que se encuentran viviendo las dos niñas y el pequeño.
En conversación con este medio, Rosa expresó que el padre de Sergio refirió que toda la familia emprendió viaje hacia la provincia de Río Negro y en ese aspecto, la mujer asegura que no tienen los medios necesarios para realizarlo.
Por ello cree que el hombre sabe del paradero de la pareja y los menores. “El padre del abusador es cómplice”, sentenció y aseguró que el hombre encubre a su hijo para que no sean hallados ya que, aparentemente, se encuentran en Posadas.
La mujer explicó que otro yerno vio a la pareja prófuga en una casa sobre la calle Jauretche, también recibieron versiones y “falsas alarmas” de que se encontraban en el barrio Itaembé Miní o en Candelaria.
Rosa expresó que en los primeros momentos de conocerse la violencia intrafamiliar, se habían dirigido a la comisaría cercana a su domicilio junto a otros integrantes de la familia, pero “en la Policía no me quieren tomar la denuncia”.
Es por esto que, según su testimonio, se dirigieron directamente al Juzgado de Familia y posteriormente al Juzgado Penal de turno para denunciar los maltratos, solicitar la tenencia y pedir que se tomen medidas para el hallazgo de la familia.
Ayer Rosa se acercó a la comisaría del barrio y denunció la desaparición de los menores, que esta vez se la tomaron. También los efectivos registraron las fotos de los dos denunciados para la continuidad de las investigaciones.
Fuente: El Territorio