El analista político subrayó la difícil tarea de controlar el dólar, advirtió sobre la posibilidad de una mayor recesión y las consecuencias de la falta de apoyo de sectores clave como empresarios y sindicatos. “El Gobierno se ha puesto una vara que no está pudiendo cumplir”, señaló.
Carlos de Angelis, sociólogo, hizo foco en el reordenamiento de la oposición y destacó que Milei supo catalizar sus fragmentaciones. “El peronismo está en una anarquía en donde no hay un liderazgo ni acuerdos”. Por otra parte, alertó sobre conflictos en la implementación de políticas monetarias y cambiarias. “Yo estoy mirando cómo se reacomoda el capitalismo argentino, con los grandes grupos empresarios y los bancos”, indicó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
Carlos de Angelis es sociólogo, analista político, consultor, especialista en Estadísticas aplicadas a las ciencias sociales, investigador en temas de opinión pública y autor de “Radiografía del voto porteño” y coautor de “Investigación social para el análisis de la opinión pública y comportamiento electoral”.
Este fin de semana, publicaste en Perfil un panorama titulado “Todo cambia menos el dólar”. ¿Te referís a que ese es el nudo gordiano que tiene el plan económico de Milei? ¿Van a terminar devaluando finalmente?
Las presiones son muchas, ya las conocemos. Creo que en este momento estamos viviendo en dos fases paralelas. Por un lado, esta idea que tiene Milei de “domar al sistema político”, para usar este término que los libertarios han popularizado, pero por abajo intentar domar al dólar que, viendo la historia argentina, es un enemigo más poderoso que todos los políticos y todos los gobernadores juntos.
Si no logra domar al dólar, tarea casi imposible, ¿qué consecuencias políticas tiene?
Va a tener varios problemas si no domina el dólar. Primero, en cuanto a la dificultad que tiene para cerrar con el Fondo y para llevar adelante el RIGI. Es que lo que figura en la Ley Bases aprobada y que hay que reglamentar, se opone a la política monetaria y cambiaría del propio Gobierno, y esto le genera una contradicción.
Porque, por lo pronto, todas las empresas que aborden el RIGI van a tener libertad en el mercado único libre de cambio, cosa que no existe. El propio Gobierno, en particular Luis Caputo que está bajo todas las tensiones, se ha puesto una vara que no está pudiendo cumplir.
Entonces, vamos a ver muchas más tensiones económicas y, sobre todo, vamos a ver mucha más recesión, porque los exportadores presionan por una mejora del tipo de cambio y por la baja de retenciones. Y los trabajadores van a empezar a ver que tienen que pagar Impuesto a la Ganancias y las nuevas tarifas de los servicios públicos.
Además, esta segunda mitad de año sabemos que siempre es más complicada cuando ya la cosecha se ha ido y entra siempre en un periodo donde hay que administrar los dólares que vienen, y encima con poca reserva. Milei decía “No hay plata” pero podríamos decir que “No hay dólares”.
¿Qué hay después del Pacto de Mayo?
Alejandro Gomel (AG): Ante estos problemas económicos que se vienen, con el dólar en alza y la recesión: ¿Qué puede pasar con la política mientras la economía hace esos ruidos? ¿Ves algún tipo de reacomodamiento en la oposición?
En la Argentina la oposición no existe como concepto, no ha pasado durante el gobierno de Macri y durante el gobierno de Alberto la mayor opositora era Cristina. Hoy los mayores opositores a Milei son los economistas liberales, que son los que más lo castigan y donde más le duele: si hay emisión monetaria o en realidad hay un festival de bonos, o si se están cumpliendo las promesas.
La última “víctima” ha sido Alfonso Prat-Gay, que hay que recordar que fue el primer ministro de Economía de Macri. Pero yo estoy mirando cómo se reacomoda el capitalismo argentino, con los grandes grupos empresarios y los bancos. Esta famosa reunión que tuvo Caputo con los banqueros, en donde le ofrecía un cambio a la tenencia de de bonos por bonos a largo plazo, que Spotorno dijo que era un Plan Bonex.
Todo esto pasa un poco por debajo del Milei yendo a Brasil a pelearse con Lula o del Milei domando a los gobernadores y obteniendo la Ley Bases. Son como dos planos y aquí yo estoy mirando este plano sumergido, que es donde están los problemas reales del programa económico del presidente.
Este plan económico me hace recordar al de Krieger Vasena, un ultraliberal que inventa las retenciones y sufre mucha tensión entre los exportadores y los sectores industriales, que fue una tensión muy fuerte en esos años y que lo resuelve recién Martínez De Hoz en 1966. Fueron tensiones entre un país que se debatía en tener algo de industria y un sector agroexportador que ya sabemos que es muy potente, poderoso y, además, reconvertido.
AG: ¿Es decir que las balas que le entran a Milei son de los que, en teoría, deberían ser más aliados?
Los que deberían ser los propios, ya que lo que puede decir Kicillof le afecta menos que lo que le puede decir Cachanosky, cuando Kicillof es el gobernador. Esto también pasa porque, obviamente, el peronismo está en una anarquía, en donde no hay un liderazgo ni acuerdos para tener un programa alternativo.
Tampoco creo que el año que viene el peronismo tenga un plan alternativo, con lo cual puede haber una dispersión. Incluso puede haber un PRO libertario y un PRO macrista. O que haya un peronismo camporista y otro kicillofista. Pueden pasar muchas cosas pero, hoy por hoy, va más en ese camino que a mostrarle al país una alternativa. La llegada de Milei catalizó todas estas rupturas.
El real impacto del acuerdo en la economía
Elizabeth Peger (EP): Anoche Milei tuvo una foto de consenso significativa en términos políticos por los dieciocho gobernadores y presencias importantes. Sin embargo, en esa foto no aparecen dos sectores que están estrechamente vinculados a la economía real, como son el sector empresario y el sector representante de los trabajadores. Si bien hubo algunos empresarios que viajaron a Tucumán, no están en la foto del pacto y tampoco la CGT, que anticipó previamente que no iba a estar en Tucumán. ¿Qué pasa con esto?
Creo que un pacto de esta naturaleza funcionaría si quienes ponen la firma son los grandes partidos políticos con representación parlamentaria y, además, que el compromiso sea programático. Estos 10 puntos que se firmaron son muy generalistas, uno podría acordar con muchos de ellos. ¿Quién quiere déficit fiscal? ¿Quién quiere que no haya propiedad privada? Todos acordamos en términos generales pero no es real este pacto, no va a traer más trascendencia que un evento.
En esta especie de año nuevo libertario, a las doce de la noche, todos muertos de frío y con un Milei que se movía para no ser víctima del cero grados de temperatura, el hervor de ese pacto tenía más que ver con ese clima, un clima frío donde nadie sabía muy bien para qué estaba.
En realidad, el Pacto de Mayo que Milei anuncia el día que abre las sesiones ordinarias del Congreso, tenía esta identidad que mencionás. Es decir, todos los sectores políticos acordando un futuro, una especie de Moncloa.
Pero no creo que en estas condiciones, menos en los términos que lo pone Milei, vaya a lograr unir al peronismo más ortodoxo, los sectores empresarios (que también hay muchas disidencias ahí adentro) y los sectores sindicales. Hoy están más a la expectativa de generar de nuevo ese protagonismo, que para mí fue a destiempo. Me parece que los muchachos no están entendiendo mucho la situación argentina hoy.