La líder de la Coalición Cívica apuntó al “acting” del Presidente y su vice, Victoria Villarruel, y consideró que a pesar de estar a favor de que los legisladores ganen bien, esto sería “un agravio a la Nación”.
El episodio que se registró este jueves en el Senado de la Nación con la votación a mano alzada del aumento de las dietas de los senadores y una fuerte polémica por la complicidad de La Libertad Avanza y la posterior reacción del propio Javier Milei hizo que ahora la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, acusara de hacer un “acting” y un “delito moral” al Presidente y hasta su vicepresidenta, Victoria Villarruel.
“Acá hay una negociación muy clara, acá un showman, que es el presidente; esto se negoció con el ministro del Interior, Guillermo Francos, que estaba tratando de sacar los embajadores”, aseguró la ex diputada, en alusión a que le jueves también se aprobaron por unanimidad los pliegos de los embajadores que nombró el oficialismo.
Carrió arremetió contra Axel Wahnish, el rabino personal de Javier Milei, al que calificó como “impresentable” y “sin experiencia de ningún tipo en materia diplomática para un lugar (Israel) que está enfrenado una escalada que puede terminar en una Tercera Guerra Mundial; es una irresponsabilidad”, dijo en una entrevista con LN+.
En ese marco, sugirió que la suba de las dietas y la aprobación de los embajadores “fue un toma y daca. Esto es la casta, pero la casta también involucra al presidente de la Nación y sus ministros, y él está haciendo acting”.
“Es un delito donde están implicando todos, incluso la vicepresidenta (Victoria Villarruel). Es un delito por lo menos moral”, agregó, y cuestionó a la presidenta del Senado por no haber leído el contenido de lo que se votaba. Además, señaló que “ningún jefe de bloque puede decir ‘yo no sabía’, como está diciendo (Luis) Juez, porque esto se sabe”.
Además, la exlegisladora argumentó que “cualquier senador que no estaba de acuerdo podía pedir votación nominal”. “Lo que a mí me parece espantoso es que no se respeten las formas”, lamentó, y consideró que los montos del incremento (aproximadamente 4,5 millones netos y más de 6 millones en bruto) “son un agravio a la Nación”.
“Hay una hipocresía general, incluso de parte de los medios. Yo estoy en defensa de los diputados, nosotros no tenemos senadores. Yo nunca quise ser senadora por la Capital, porque el Senado siempre fue un sistema de privilegios”, apuntó.
Asimismo, recordó que “nadie se pregunta cómo se aumenta el presidente de la Corte, ni la AFIP, ni el Poder Ejecutivo, ni los regímenes locales, lo único que se pone en cuestionamiento siempre es el aumento de los legisladores nacionales”.
Al recordar el aumento del 30% otorgado a los legisladores en febrero, que finalmente se dio marcha atrás, dijo: “Es cierto que hay diputados y senadores que no trabajan, pero también es cierto que hay diputados, por ejemplo en el caso de la Coalición Cívica, que trabajaron todo enero con una ley de 800 artículos”.
“Toda la vida defendí que debían ganar bien, lo que no pueden es ganar escandalosamente bien”, completó.