Los mensajes borrados fueron detectados por la DATIP, el área pericial de la Procuración. El teléfono, tras haber sido secuestrado, estaba en poder de la Policía de Corrientes. La trastienda detrás de las cámaras Gesell y la declaración de un primo de Loan
Un nuevo misterio que podría traer graves consecuencias comenzó en los últimos días en el expediente que investiga la posible sustracción y ocultamiento de Loan Danilo Peña. La DATIP, el área pericial de la Procuración nacional, determinó en un análisis al teléfono del capitán de navío retirado Carlos Pérez, uno de los acusados del caso, que se borraron mensajes en su teléfono, confirmaron investigadores del caso a Infobae.
No solo se cree los borró Pérez mismo: los mensajes, según pudo saber la Procuración en sus análisis, también fueron borrados cuando el teléfono estaba en manos de la Policía de Corrientes. según publicó La Nación.
Así, de acuerdo al descubrimiento de la DATIP, la Justicia federal, con la magistrada Cristina Pozzer Penzo, ordenó una investigación para determinar si los contenidos fueron eliminados manualmente, por error en un procedimiento pericial o si el teléfono fue blanco de una maniobra remota.
Los fiscales de la PROTEX, Alejandra Mangano y Marcelo Colombo, sugirieron que el estudio sea realizado por la DATIP misma. Todavía se aguardan novedades por el resultado de este análisis.
Loan en su último almuerzo con Pérez y Caillava y los chicos que declararon en cámara Gesell
“Murió” y “se perdió”: la declaración de un chico en la cámara Gesell
Este último lunes, a lo largo de diez horas, cuatro de los cinco niños que acompañaron a Loan Danilo Peña en su último almuerzo y en el paseo por el naranjal que culminaría en su desaparición declararon otra vez ante la Justicia. Lo hicieron en el Juzgado Federal de Goya, a cargo de Cristina Pozzer Penzo, bajo el dispositivo de cámara Gesell, bajo la mirada de los abogados querellantes del caso y de los defensores de los siete detenidos.
En las últimas horas, trascendió que una niña aseguró que “un hombre con capucha” se llevó a Loan. Efectivamente, así lo declaró. Dijo que un hombre encapuchado “con un tatuaje” raptó al chico. Sin embargo, los investigadores del caso descreyeron de inmediato de esta pista, a simple vista conveniente para los imputados: la propia niña reconoció que no estaba allí cuando el supuesto secuestrador tomaba a Loan, sino a varios metros de distancia, con otras menores.
Otro niño, pariente de dos de los detenidos del caso, aseguraba que un niño -que, seguramente, podría ser Loan, sin mencionarlo- “murió”. Luego, dijo que “se perdió y no lo encuentran”, mientras jugaba con muñecos, una forma de estimulación usual en cámaras Gesell. Sin embargo, el chico en cuestión no ofreció mayores detalles.
Los menores que hablaron en la cámara Gessell, en general, no hablaban de su pariente o amigo: se referían al “caso Loan”, no hablaban de su vínculo con el chico desaparecido desde el 13 de junio. “A simple vista, fueron relatos muy condicionados por los medios de comunicación”, asegura una fuente clave del expediente.
La abuela de Loan: 34 llamadas borradas
Llamados y mensajes borrados: una constante en la causa
El mes pasado, 20 peritos de distintas fuerzas de seguridad trabajaron para encontrar pruebas que permitan esclarecer el caso en los contenidos de los celulares de los acusados.
Los expertos, que integran el CICAT, el Centro de Investigaciones del Ciberdelito de Alta Tecnología del Ministerio de Seguridad de la Nación -donde convergen los analistas de las fuerzas federales- lograron abrir al menos 17 aparatos con el sistema UFED Premium de la firma de tecnología forense Cellebrite.
Según la ministra Patricia Bullrich, se encontraron evidencias de borrado, pero la jefa de la cartera de Seguridad no especificó si esos borrados corresponden al período posterior a a la desaparición de Loan.
El análisis del teléfono a Catalina Peña, la abuela de Laudelina, reveló 34 llamadas eliminadas.
Fuente: Infobae