El sospechoso, identificado como Jaime Urrutia Rodríguez, de 47 años y nacionalidad chilena, tenía una orden de captura emitida por un tribunal de Múnich por el delito de “hurto agravado en banda”
“Es un viejo ladrón que protagonizó atracos en distintas partes del mundo y que estuvo preso en varios países”. Así, un detective que estuvo tras sus pasos, definió a Jaime Urrutia Rodríguez, un delincuente de nacionalidad chilena de 47 años que fue detenido ayer en Palermo. Pesaba sobre él una orden de captura internacional emitida por un tribunal de Múnich, por “hurto agravado en banda”. En Alemania lo acusan de haber robado monedas de oro, relojes, joyas y otros bienes de lujo valuados en 600.000 euros.
Así lo informaron fuentes de la Policía Federal Argentina (PFA) en un comunicado de prensa. Urrutia Rodríguez fue atrapado por detectives de la División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones del Departamento Interpol en la avenida Santa Fe al 3200, a una cuadra del shopping Alto Palermo.
“El sospechoso detenido era parte de una banda criminal bastante bien conformada y organizada”, dijo a LA NACION una fuente de la PFA.
Urrutia Rodríguez llegó a la Argentina en octubre pasado desde Chile. Ingresó en el país de manera legal porque todavía no se había emitido la circular roja de Interpol, solicitud dirigida a las fuerzas del orden de todo el mundo para localizar y detener provisionalmente a una persona en espera de su extradición o entrega.
Los detectives de División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones comenzaron a buscarlo a principio de mes, con la orden de captura internacional emitida desde Alemania.
Si bien nunca pudieron determinar el lugar donde se había instalado desde que llegó a la Argentina, se sospecha que vivió entre los barrios porteños de Balvanera y Monserrat. Urrutia Rodríguez se deshacía frecuentemente de las líneas telefónicas que utilizaba.
“Los detectives de la División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones, con la colaboración de personal del Departamento Técnico del Cibercrimen, comenzaron con diversas tareas de campo y descubrieron que el sospechoso frecuentaba habitualmente el barrio de Palermo”, agregaron desde la Federal.
La pista firme para dar con el ladrón prófugo se obtuvo a partir de que se detectó una nueva línea telefónica y los especialistas del Departamento Técnico del Cibercrimen pudieron geolocalizar los movimientos del móvil y, así, determinaron la zona geográfica donde el sospechoso se desplazaba. Así fue que lo detuvieron en Palermo.
“En cuanto a los hechos investigados por la Justicia alemana, se le imputa, al igual que a otros siete sospechosos de distintas nacionalidades, el haber conformado una organización criminal que mediante la división de tareas y el funcionamiento en equipo, teniendo cada uno tareas específicas, sustrajeron dinero en efectivo, monedas de oro, joyas, relojes y bienes de lujo que ascienden la suma de 600.000 euros”, según información oficial.
El operativo de detención fue denominado Der Räuber, el ladrón, en alemán. El delincuente chileno quedó a disposición del juez federal Ariel Lijo, a cargo del proceso de extradición.
Por Gabriel Di Nicola-LN