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Cayó una red dedicada a la venta de vaporizadores, protagonistas del nuevo mercado ilegal de la marihuana en Argentina

La estructura dedicada a la venta de dispositivos descartables fue el foco de una serie de allanamientos a cargo de la PFA. El espejo con el mercado legal global, los riesgos para la salud y la letra chica de la molécula

Elmercado ilegal de la marihuana de la Argentina cambió notablemente. Hace tiempo que no se trata de los ladrillos de hierba prensada que se exportaban de a toneladas desde el Paraguay, sino del futuro, de nuevos productos, o de ponerse a tono con el resto del planeta.

En Estados Unidos, la megaindustria del cannabis de uso recreativo, legal en 24 estados como New York, Chicago y Colorado, se centra hoy en los vaporizadores electrónicos, particularmente los alimentados con extracto de resina producido sin solventes, de mayor calidad. Sitios especializados como Greenstate estiman que las ventas de vaporizadores acaparan el 25 por ciento de un mercado de 45 mil millones de dólares. Los consumidores prefieren a estos aparatos por su alto rendimiento sin humo, que permite fumar en público con cierta reserva.

Los vaporizadores están en la Argentina hace tiempo; cuestan entre 75 mil y 90 mil pesos. En los últimos años, su crecimiento en el mercado dealer local, ofrecidos en redes sociales y en grupos de Telegram, o disimulados en grow shopsque venden artículos para cultivadores, fue exponencial. No eran un grandísimo secreto; unopodría encontrarlos con solo realizar una búsqueda web del producto.

Una causa de la Justicia federal de Morón, investigada por la PFA, con una serie de allanamientos ocurridos en las últimas horas, donde 340 de estos dispositivos fueron incautados, puso la situación nuevamente en foco.

"Lost THC": algunos de los vaporizadores incautados en la redada

Por orden del juez Jorge Rodríguez, la División Precursores Químicos y Drogas Emergentes de la Superintendencia de Investigaciones contra el Narcotráfico -que depende de la nueva DFI- allanó 17 domicilios entre Del Viso, San Nicolás, una coqueta casa en un country de Castelar y una serie de grow shops en Córdoba capital, luego de detectar una supuesta red que ofrecía vaporizadores de THC en posteos de Instagram, con poco disimulo.

Así, plantaron una agente encubierto que realizó una serie de compras. Los investigadores también encontraron 87 paquetes de gomitas de cannabis, así como 16 balanzas de precisión, 3,5 millones de pesos y 42 mil dólares. Se secuestraron 12 teléfonos, entre otros dispositivos, que podrán ser incautados. Hubo seis detenidos, ninguno de ellos con aparentes vínculos narco, a estructuras de pesados. El negocio del vapo, a pesar de que se encontró una Bersa 9 milímetros en las redadas, no viene con una pistola al cinto.

La letra chica de la molécula

Estos aparatos no son una novedad; aparecen en redadas policiales, al menos, desde 2021. En agosto de 2024, la División Antidrogas Rosario de la Policía Federal allanó a un grupo de dealers que operaban vía Telegramen esa ciudad y los incluían en su oferta, con aceites de cannabis sativa e índica, con una investigación a cargo del Juzgado Federal N°3 de Carlos Vera Barros y el fiscal Claudio Kishimoto. Ese mismo mes, la Policía de la Ciudad arrestó a un presunto dealer de 24 años que vendía vaporizadores en una plaza de Chacarita, con diez dispositivos en su mochila.

Sin embargo, lo novedoso, al menos en los encontrados en la redada de esta semana, está en las etiquetas. Los 341 vapos combinaban nombres de conocidas cepas de cannabis sativa e índica con los sabores de fantasía propios de los dispositivos de nicotina. Dos productos de las firmas Lost y Torch se destacan por la molécula que contienen según el envase.

Contienen, por ejemplo, no THC, sino THC-A, el ácido tetrahidrocannabinólico, que es el precursor ácido del THC, que no es psicoactivo en sí mismo. Al ser calentado, se convierte en THC. Otro de los productos contiene THC-P, un cannabinoide que es un análogo más potente del THC.

En la Argentina, no solo la marihuana de uso recreativo es netamente ilegal; la Ley de Drogas criminaliza la molécula misma de THC. “Son variantes sintéticas que están dentro de la definición dentro de la ley. No están explícitamente nombradas en la ley argentina, pero están penadas”, asegura un alto funcionario.

Los vaporizadores no son algo inocuo: diversos estudios los vinculan al daño pulmonar y las enfermedades respiratorias, con una condición relativamente reciente, llamada EVALI, la EPOC del siglo XXI, producida por el uso de dispositivos e identificada por el US Center for Disease Control and Preventionen agosto de 2019.

Por Federico Fahsbender-Infobae