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Cierre de comercios, contrabando y pocas ventas en el comercio fronterizo con Brasil

Raúl Añais, presidente de la Cámara de Comercio de San Pedro en la provincia de Misiones fue contundente: “La situación es crítica”. Según explicó, el éxodo de clientes hacia localidades brasileñas impacta directamente en las despensas de barrio y en los mayoristas que pierden compradores. “Se ven muchos negocios chicos que cerraron porque no pudieron afrontar los costos de los servicios o reponer mercadería. Eso también afecta a los distribuidores”, advirtió.

La crisis en la frontera misionera ya no se mide solo en números de inflación, sino en persianas bajas, changuitos vacíos y mercadería brasileña que circula sin control. Así lo expresaron dos referentes del comercio en San Pedro y San Javier, en diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, donde dejaron en claro que la situación es “muy crítica” y que la falta de medidas nacionales agrava cada día la realidad de los pequeños y medianos negocios.

El dirigente señaló que la gente “hace rendir su platita donde más le conviene” y que, pese a la distancia de 40 kilómetros hasta la frontera, muchos cruzan para comprar alimentos y artículos de primera necesidad. Si bien la suba del dólar desalentó en parte los viajes, Añais sostuvo que “el daño ya está hecho” y que la retracción del consumo local es profunda.

A la par de esta realidad, los sectores productivos de la zona también están paralizados. “La yerba mate se paga con precios irrisorios y plazos que no le sirven a nadie, mientras la cadena de pagos del sector maderero se está rompiendo”, señaló. Como dato preocupante, describió que “se vende mucho combustible con tarjeta, hasta en seis cuotas, algo que hacía muchísimo tiempo no se veía”.

En San Javier, el panorama no es más alentador. Adrián Iasinski, presidente de la Cámara de Comercio local, aseguró que la incertidumbre cambiaria y la devaluación del real en Brasil desequilibraron la balanza de manera brutal. “Con un tipo de cambio de 250 pesos por real, los alimentos del otro lado resultan muy baratos. Eso nos afecta directamente”, explicó.

Iasinski advirtió que el contrabando volvió a crecer, no solo como competencia desleal, sino como un problema sanitario: “En San Javier, Alem u Oberá se venden embutidos y costilla brasileña que cruzan sin cadena de frío. Hay un tema de salud pública en juego”.

A la pérdida de clientes por precios más bajos en Brasil, se suma un tejido productivo debilitado. “Sectores como el tealero, yerbatero y maderero están prácticamente destruidos”, reconoció. Y agregó que, mientras a principios de año había expectativas positivas con el gobierno nacional, hoy prevalece la sensación de desconcierto: “Esperaban otra cosa y sienten que se perdió el rumbo”.

Ambos dirigentes coinciden en que el comercio de frontera está en terapia intensiva, sin medidas que den previsibilidad y con una cadena de pagos cada vez más comprometida. Aun así, rescatan la capacidad de los comerciantes para resistir. En San Pedro se piensa en un “Black Friday” para atraer clientes, mientras que en San Javier los negocios recurren a promociones, redes sociales y programas provinciales.

Pero la conclusión es clara: entre cierres de locales, ventas en caída y contrabando en alza, la frontera se convirtió en el epicentro de una crisis que desnuda el impacto real de la política económica nacional en el día a día de Misiones.

Fuente: Misiones Opina