En Desencriptados, la modelo y actriz reveló el secreto detrás de los escándalos que protagonizó en los medios en el inicio de su carrera. Además, contó los detalles del proceso judicial que atravesó por la cuota alimentaria de sus tres hijas y cómo empezó su relación con el abogado Roberto Castillo.
Cinthia Fernández comenzó su carrera a los 18 años. Su debut en los medios se dio en el programa Showmatch, donde su talento para el baile y carácter combativo la hicieron destacar. Desde entonces, ha sido una figura recurrente en la televisión argentina. Participó en varios concursos y protagonizando discusiones que la mantuvieron en el ojo público. Uno de los momentos que marcó su carrera fue su paso por Gran Hermano Famosos en 2007.
A lo largo de los años, supo combinar su carrera profesional con su vida personal. Se convirtió en madre de tres hijas, Charis, Bella y Francesca, junto al futbolista Matías Defederico, con quien vivió una relación turbulenta que también fue objeto de atención mediática. A pesar de los conflictos y las rupturas, logró salir adelante, enfocándose en su trabajo y en el cuidado de sus tres pequeñas.
Debido a su popularidad, Cinthia también tuvo su paso por la política argentina. Fue precandidata de diputada a diputada por la provincia de Buenos Aires en 2021 y recibió una propuesta para participar en las últimas elecciones de 2023, aunque finalmente no se concretó su candidatura.
Actualmente, es empresaria y lanzó su propia sala de escape. “Es un emprendimiento super difícil de llevar a cabo, con un inversión cara para un país que está complicado, pero era un sueño y el que no arriesga no gana”, confesó.
En pareja con el abogado penalista Roberto Castillo, fue centro de felicitaciones y críticas en las redes sociales luego de que se conociera oficialmente que tenía una relación. El letrado es quien llevó adelante el juicio por alimentos que Cinthia inició contra su ex pareja Defederico y con quien se la vio a festejar en la puerta de la vivienda luego de haber firmado los papeles que daban por finalizado un conflicto judiciales que duró años.
“Nuca tuve una vida como botinera”, expresó Cinthia. (Candela Teicheira)
Rulo: — Resolviste uno de los problemas más importantes que tenías en tu vida: la cuestión económica con Defederico.
Cinthia: — Sí, era un monotema en mi vida. Yo ahorraba plata para el día que mis hijas cumplan la mayoría de edad. Yo me iba a tener que bancar una deuda de por vida con una persona que no iba a pagar. Me llevó tres o cuatro años asimilar que él no iba a pagar nunca. Me llevó llanto, pelea y escándalo. Después cuando lo asimilas, la llevás mejor. Lo que pasa es que es fácil decirlo, pero es difícil hacerlo y lo traslado a cualquier mujer que tiene esta situación, que no son pocas. Hay 7 de cada 10 mujeres que no le pasan la cuota alimentaria y no importa la clase social. No está ligado a gente que tenga guita o no porque a veces los que más tienen son los que menos pagan. Hay tipos que están forrados en guita y le pasan 100 lucas a un pibe. A mí me pasaban 55 por tres. O sea 17 lucas por cada piba.
Rulo: — Él había acumulado una deuda. ¿En cuánto oscilaba?
Cinthia: — La deuda estaba en 40 mil dólares, pero en este país que es un desastre en ese sentido los 40 mil dólares en un momento se transformaron en 20. Cuando pasó eso me agarró una depresión total. Yo ahorraba todo el tiempo para, en un futuro, comprar la mitad de la casa. Yo quería que sea de ellas porque lo intenté por todos los medios y la verdad es que después se terminó dando porque la soga no dio para más.
Rulo: — ¿Lograste que Defederico te cediera el 50 por ciento de la casa y la pusiste a nombre de las nenas?
Cinthia: — Está como bien de familia y yo después hice unos papeles de herencia en vida para que le quede a ellas tres. En realidad no fue que me cedió, tuve que negociar por eso me da rabia uno de los últimos posteos de él…
Rulo: — Pero ¿cuál fue el arreglo al que llegaron? ¿Te dio el 50 por ciento de la propiedad que estaba a nombre de él?
Cinthia: — El 50 por ciento era mío porque era un bien matrimonial y en realidad se lo compré porque sino parece como es el héroe de América y simplemente cumplió. Se contabilizó la deuda que él ya tenía, más la deuda que iba a tener hasta que la más chiquita tenga 21 años. Entonces, se estipuló un número y en realidad el número superaba lo que era la mitad de la casa. Pero él me pidió una plata encima.
Rulo: — ¿Le diste dinero para salir del conflicto?
Cinthia: — Sí porque creí que era lo más sano para mí. Cerrar ese tema, sacarlo de la cabeza. No sabés la bronca que me da darle guita (risas). Era terminar el tema y los conflictos. De hecho, cuando terminé lo de la casa yo nunca más tuve un conflicto con él. Siempre el conflicto fue el dinero, mi reclamo por las nenas. Lo que pasa es que la gente tiene el “vividora” fácil, la frase “lo quiere vivir” y no entiende que las obligaciones son de dos padres.
Rulo: — Además él tampoco era una persona de dinero. No era que vos lo vivías de alguna manera…
Cinthia: — Jamás. Si vamos a lo que es la vida de una “botinera”, yo no la tuve.
Rulo: — ¿Tuviste la peor puntería del mundo como botinera?
Cinthia: — La peor (risas). ¡Fui la peor! Las botineras van a las mejores casas de carteras y se llevan de a cinco. Yo ni de a una, ni media. Ni la correa tengo. Mi vida era muy simple, siempre laburé.
Rulo: — Para sacarle un peso le tuviste que hacer juicio.
Cinthia: — Y encima pagué (risas). Fue el peor negocio de mi vida.
Rulo: — Sentís que ahora que resolvieron ese conflicto, ¿él puede ser un mejor padre o vincularse de una forma distinta con las nenas?
Cinthia: — Yo me ocupo de ser buena madre. Me ocupé tantos años de las cosas que eran de él, que ahora no me voy a ocupar de eso. Yo no tengo relación con él, las nenas ya son grandes y es más fácil la comunicación entre ellos. Solo por tema de horarios y esos arreglos nos hablamos dos palabras, pero no más que eso. Por ahí si hay algún conflicto, justo mi pareja es mi abogado entonces habla con él (risas). Es tragicómico.
Rulo: — ¡Estás blindada!
Cinthia: — No, igual siempre ese tipo de conflictos lo arreglan los abogados.
Cinthia sobre su nueva pareja: “Lo veía como un león que defendía lo mismo que yo”. (Candela Teicheira)
Pareja
Rulo: — Le revolucionarte la vida a Castillo. Se separó, está de novio con vos y le metiste una granada. Salieron a decir que las fechas no coinciden, etc. ¿Cómo está su vida con todo eso?
Cinthia: — Hay una cautelar y puedo hablar poco sobre eso. No sé me afecta directamente a mí la cautelar, pero elijo no hablar para no pagar. No quiero pagarle a nadie más en mi vida.
Rulo: — Pero esta se la podés cobrar a Castillo (risas).
Cinthia: — No, pobrecito (risas). Yo en realidad lo puedo decir como mujer en cuanto a mí relación, porque del conflicto de ellos no me interesa hablar, es que yo viví el comienzo de una relación como cualquier otra persona. Salí a un restaurante donde me podía ver todo el mundo, no salí encapuchada. Nada.
Rulo: — Él debe haber dicho: “¿En qué me metí?”
Cinthia: — Él tuvo mala puntería, como yo tuve mala puntería antes (risas). La verdad es que yo nunca le prestaba atención a los comentarios en las redes. En las vacaciones estaba en México con las nenas, me empezaron a decir: “¿Viste lo que dijo Ángel de Brito?” Y yo no me había enterado. Ángel lo entrevistó a Roberto y le dijo: “Che. Hacen linda pareja”. Entonces la gente empezó a hablar. Salí hasta en los noticieros con titular: “Nuevo novio”. Y nada que ver.
Rulo: — ¿Él ya estaba separado?
Cinthia: — No sé porque yo no estaba con él. Le dije Ángel: “Este pibe si está con la mujer, duerme afuera”. Y él me contestó: “Se lo dije porque para mí hacen linda pareja. Ni sabía si estaba en pareja”. Es que es el abogado de Ángel también…
Rulo: — Para mí Ángel operó para que salga con vos.
Cinthia: — Ángel lo tiró en joda. Lo conozco. Yo estaba en México y ni enterada. Ahí empecé a ver los comentarios en las fotos y todos decían: “Qué linda pareja” y yo nunca le había prestado atención de esa forma. Yo nunca hablaba cosas íntimas con él.
Rulo: — ¿Nunca le preguntaste nada de su vida?
Cinthia: — No. Yo nunca estaba sola con él, siempre era un equipo el que acompañaba. Aparte él es la persona más parca que hay. A veces se puede tildar de asqueroso si no lo conocés porque es muy serio.
Rulo: — ¿Y cuándo te diste cuenta que te gustó?
Cinthia: — Tenía algún flash que a veces anulaba en mi cerebro de que veía a una persona que me defendía a mi y a mis hijas.
Rulo: — Te enamoró que era un protector de tu familia.
Cinthia: — Yo lo veía que era como un león que defendía lo mismo que yo. Pero después lo anulaba porque sabía que era imposible. Nunca lo ví, pero por ahí sí se me cruzaron esas imágenes de sentir que alguien me estaba defendiendo.
Rulo: — ¿Te casarías?
Cinthia: — Muchos años dije: “No, ni en pedo”.
Rulo: — Pero ahora estás re enamorada.
Cinthia: — Sí. No resisto archivo.
Rulo: — ¿Si te casas con Roberto vas a hacer fiesta?
Cinthia: — Te juro que hasta me casaría en secreto sin que nadie se entere para no aguantar la pelotudes de la gente.
Rulo: — ¿Te embola la fiesta o te gusta?
Cinthia: — Me encantaría la fiesta.
Rulo: — De testigo va de Brito.
Cinthia: — Y sí, puede ser. Es muy loco porque, de hecho, yo no me casé por iglesia y es lindo el significado de casarte por iglesia: es la única vez que te casas. Te permiten una vez y se supone que te casas con tu amor verdadero así que creo que en algún momento…
Rulo: — ¿Es celoso Roberto?
Cinthia: — No sé si celoso. No tuve ninguna situación, pero sí es de defender a su clan. Es como “no lo toques”.
Rulo: — Olvidate. Es recontra celoso. Ya me está por llegar una carta documento (risas).
Cinthia: — No sé si es celoso en cuanto a tipos. Yo igual soy bastante parca. Cuando se vienen a sacar una foto conmigo a las minas las abrazo, a los chavones los tengo a distancia. No soy muy simpática. Pero bueno me han pasado cosas también…
“Lo de la cola fue tremendo, lo que perdí de guita”, reconoció la modelo en diálogo con Rulo. (Candela Teicheira)
El seguro más caro
Rulo: — ¿Seguís teniendo la cola asegurada?
Cinthia: — No, ya no la tengo asegurada (risas). ¿Vos sabés lo que me pasó del seguro? No sé si la gente sabe.
Rulo: — Cuando quisiste asegurar la cola imagino que tuvieron que hacer una inspección, como cuando llevas el auto…
Cinthia: — No, ni loca. Le pego una piña. No hay manera. Lo de la cola fue tremendo. Lo que perdí de guita, la gente no sabe.
Rulo: — ¿Qué pasó?
Cinthia: — En esa época cualquier cosa era noticia, entonces vos tenías que buscar cómo ser noticia. Yo estaba en el Patinando y tenías que tirar un bombazo para seguir manteniéndote o te peleabas con alguien, que en esa época se estilaba. Yo tiré: “Me aseguré la cola”. Entonces dije: “Van a empezar a averiguar. Tengo que asegurarla de verdad”. Yo la aseguré de verdad, fui a la oficina, me dieron el contrato. Pero ¿qué pasa? Resulta que me caigo el día anterior en un ensayo. Era un domingo y yo firmaba el lunes.
Rulo: — Fuiste con la cola dañada.
Cinthia: — Sí, fui con el traste todo cortado, quemado. Yo ya había tirado el bombazo porque sabía que el fin de semana no van a ir a averiguar, pero el lunes tenía que resolverlo. La historia era buenísima.
Cinthia sobre el conflicto con Defederico: “Yo ahorraba todo el tiempo para, en un futuro, comprar la mitad de la casa”. (Candela Teicheira)
Por sí o por no
El conductor invitó a Cinthia a participar en un ping pong de preguntas y respuestas con carteles de Sí o No. Dialogaron sobre el inicio de su carrera, los escándalos más resonantes en los que estuvo involucrada y cómo maneja las críticas en las redes sociales.
Rulo: — ¿Sentís que la cagaste en algo en tu carrera?
Cinthia: — Sí.
Rulo: — ¿En qué?
Cinthia: — En todo. Fui muy bardera.
Rulo: — ¿Te arrepentís?
Cinthia: — Sí porque me considero una mina que estudié muchísimo. Estudié comedia musical, acrobacia… Tenía talento y no tenía la necesidad quizás de hacer un papel así.
Rulo: — Top 3 de tus escándalos más zarpados. Uno podría ser lo de bombacha en el bailando…
Cinthia: — Pero eso fue sin querer. Tuvimos un re quilombo, pagaron una multa. Fue tremendo. El problema fue que Gabo, mi compañero en ese momento, me tenía que tirar vino y pensamos que era agua con colorante, pero nos dieron vino de verdad, entonces me cayó en los ojos, yo me paré como pude. De hecho, estábamos tambaleando…
Rulo: — Y ahí quedaste en bolas.
Cinthia: — Sí.
Rulo: — ¿Y lo de Tristán?
Cinthia: — Ese fue el primero y fue verdad. Tuve tantos… No sé. Con mi ex, mi historia pública puede sonar atractiva para los medios, pero fue una mierda para mí. Pero no tuve otra que visibilizar mi problema así.
Rulo: — Tuviste escándalos con Belliboni también y mirá lo que pasó.
Cinthia: — De decirle chorro no me arrepiento.
Rulo: — Terminó procesado.
Cinthia: — Ojo de loca no se equivoca. Yo creo que mi problema es la manera en las que digo las cosas porque después no sé si le pifio tanto…
Rulo: — Por sí o por no. ¿Ser diputada?
Cinthia: — Antes te habría dicho que sí, pero ahora no sé. No sé si ser diputada, pero estar en algún costado, no sé si por el lado de la abogacía, para impulsar los cambios que tienen que pasar en familia.
Rulo: — ¿Apuntarías a presentar una ley para poder reformar un ese tema y defender a las madres?
Cinthia: — Es que siempre apunté a eso. Sí, los tiempos son un desastre de cómo proceden los jueces que no tienen inmediatez, de cómo entrevistan a los chicos, hay un montón de cosas que pueden cambiar.
Rulo: — ¿Te importan las críticas en las redes?
Cinthia: — Sí y no. Depende el día.