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Colombia: Petro anuncia que convocará a una consulta popular sobre la reforma laboral y de salud

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció este martes 11 de marzo que convocará una consulta popular para que los ciudadanos decidan sobre sus reformas laboral y de salud. Ambas han encontrado dificultades en el Congreso, y Petro no detalló cómo se llevará a cabo el mecanismo y qué pasará en el plano legislativo con dos de sus proyectos insignia.

“Dejen que el pueblo decida”, afirmó el presidente de Colombia, Gustavo Petro, este martes 11 de marzo. Así, el primer mandatario izquierdista del país anunció que convocará a una consulta popular para que los ciudadanos puedan decidir sobre dos de sus reformas claves: la laboral y la de la salud.

Petro, sin embargo, no otorgó más detalles sobre cómo se desarrollaría este mecanismo de participación. Ambas han tenido dificultades para obtener apoyos en el Congreso nacional y no informó si estas serían retiradas del Legislativo.

“El Gobierno nacional va a convocar una consulta popular para decidir sobre la reforma laboral y sobre la reforma a la salud, que sea el pueblo el que decida”, sentenció Petro.

La reforma al sector salud, estancada desde hace tiempo, pretende darle un vuelco al actual sistema del país, sobre todo modificando el rol que juegan las EPS (Entidad Promotora de Salud) a quienes Petro busca convertir en gestoras de salud. En este sentido, ya no administrarían los recursos ni contratarían los servicios como lo hacen actualmente, sino que se encargarían de coordinar la atención de los pacientes dentro de una red pública y privada, pero sin manejar directamente los fondos.

Por su parte, la reforma laboral reduciría las horas de trabajo y aumentaría el pago de horas extras.

La política colombiana se divide por la decisión de Petro

El anuncio del presidente colombiano ha generado controversia dentro del escenario político colombiano. Sus detractores critican duramente la decisión de convocar una consulta popular para impulsar sus reformas, y sus aliados respaldan el someter a decisión de la ciudadanía las modificaciones legislativas.

El senador opositor de la bancada de Centro Democrático, Miguel Uribe, fue una de las voces críticas con el anuncio del mandatario izquierdista, amenazando con que “con la consulta popular, se acabó el Gobierno”, añadiendo que, así como en el Poder Legislativo, las reformas se quedaran estancadas en la ciudadanía.

“Su ego no le permite ver más allá de su nariz. Con la consulta popular, se acabó el gobierno. Arrancaron las elecciones del 26. El pueblo confirmará la necesidad de archivar estas reformas inconvenientes. Colombia necesita mejoras, no destrucción”, expresó el político conservador a través de una publicación en sus redes sociales.

Por su parte, Efraín Cepeda, presidente del Senado, dio la bienvenida a la propuesta del presidente, aunque no la celebró, afirmando que Petro está en el derecho de convocar la consulta popular. “Está en su derecho, que el pueblo decida”, sentenció el político conservador.

Desde la izquierda, la reacción fue evidentemente positiva. La congresista oficialista María Fernanda Carrascal felicitó al mandatario a través de sus redes sociales, señalando también al que catalogó de “bloqueo institucional” que ha sufrido Petro en el Congreso, y que podría haberlo orillado a convocar el mecanismo.

“¡Que el pueblo decida! Acompaño al presidente Petro en su propuesta de convocar una consulta popular. Contra el bloqueo institucional, profundicemos la democracia”, escribió Carrascal.

Salud y trabajo: ¿qué busca reformar Petro?

Petro está por cumplir tres años en la Presidencia. Durante ese tiempo, el mandatario colombiano ha impulsado un paquete de reformas sociales que se remontan a la lógica de transformación con la que llegó al poder y que ha guiado el surgimiento de otras ambiciosas modificaciones legislativas similares en el pasado, como la fiscal.

Primero, la reforma a la salud es un paquete legislativo que busca transformar desde la base el modelo de prestación de servicios de salud en Colombia. Desde 1993, el Gobierno colombiano implementó las EPS (Entidades Promotoras de Salud), públicas o privadas, a las que la población debe afiliarse. Estas se encargan de gestionar la cobertura médica, administrar los recursos del sistema y coordinar la atención de los asegurados, incluyendo la autorización de tratamientos y la red de prestadores de salud, como clínicas y hospitales.

La reforma petrista tiene dos objetivos principales: uno, transformar a las EPS en una suerte de gestoras de los cobros que hagan las clínicas al Estado; dos, la creación de los Centros de Atención Primaria en Salud (CAPS), que integrarían una red de centros médicos públicos a los que los colombianos puedan acudir, tanto en la ruralidad como en la ciudad.

Por otro lado, el mandatario de izquierda ha abogado por mejorar las condiciones de los trabajadores del país. Su reforma laboral propone que los empleadores aumenten el pago por horas nocturnas, amplíen la licencia de paternidad, regulen el trabajo en plataformas digitales y eleven la remuneración por labores en días festivos y dominicales. Además, establece que el contrato a término indefinido sea la regla general, restringe el uso de contratos por prestación de servicios, fortalece los derechos de los trabajadores sindicalizados y refuerza las protecciones contra despidos injustificados, entre otras modificaciones.

Sin embargo, así como la reforma fiscal en su momento, las reformas laborales y a la salud se han topado con una enorme resistencia en el Poder Legislativo, en donde el oficialismo no tiene mayoría. De hecho, horas antes del anuncio de Petro, ocho senadores colombianos condenaron al fracaso a la reforma para los trabajadores del presidente izquierdista, al firmar un documento para cimentar su ‘no’ a la reforma.

“Consideramos que es inconveniente para Colombia. Esta es una decisión de carácter técnico, no político. Esta reforma no fomenta el empleo, ni combate la informalidad y no concilia entre el bienestar de los trabajadores y la productividad del país”, mencionó Nadia Blel Scaff, senadora conservadora.

Por norma constitucional, las reformas legislativas deben ser aprobadas por ambas cámaras del Congreso colombiano. Sin embargo, el Senado, profundamente dividido, se ha convertido en el cementerio de varias iniciativas impulsadas por Petro. Ante esta resistencia, el presidente ha optado por convocar un mecanismo de participación ciudadana para respaldar y legitimar dos de sus reformas más emblemáticas.

Fuente: France24