La agricultura enfrenta uno de sus retos más cruciales frente a la tarea de producir una mayor cantidad de alimentos, mientras reduce el impacto que tiene en la generación de gases de efecto invernadero. Es así que parte de la lucha contra el cambio climático requiere de un conjunto de prácticas agrícolas responsables que -además de reducir su huella de carbono- contribuyan a lograr un futuro agroindustrial carbono neutral.