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Cómo saber si la pareja es infiel: estrategias digitales para “testear” la lealtad

Para quienes desconfían de la fidelidad de su compañero o compañera, se puede contactar a personas que simularán seducirlos en redes sociales. “La gran oferta de sitios de citas hace que la gente sea más infiel”, contó el creador de la iniciativa en EEUU

El ecosistema de aplicaciones de citas creció tanto en el último tiempo, que pareciera casi imposible que alguien se quede fuera de él. Por curiosidad, o directamente para ver si existe la posibilidad de conocer a alguien más, muchas personas que tienen pareja las descargan a sus teléfonos móviles. Así, dicen los que saben, aumentaron las cifras de infidelidad, a medida que el engaño está más “al alcance de la mano”.

Para combatir esa tendencia, y ayudar a las personas a confirmar si su pareja le es infiel o no, el joven Brandan Balasingham, de 27 años, creó en enero Loyalty-Test, un sitio web que permite contratar un “simulador” de infidelidad y sacarse así la duda acerca de la lealtad de quien se tiene al lado.

Según detalla el diario New York Times, el sistema funciona así: quien duda de que su pareja le es infiel elige del sitio un perfil de “evaluador”, que por una suma de entre 50 y 60 dólares (hay quienes piden hasta 100 dólares por el servicio) hará la prueba de lealtad. La misma consiste en contactar a la pareja de su cliente por mensaje privado en sus redes sociales, y simular un intento de acercamiento con fines amorosos.

Si quien está siendo testeado “cae” en la trampa y responde a la seducción, el evaluador procede a hacer capturas de pantalla de la conversación y enviarlas a su cliente a modo de prueba. Si la evidencia es suficiente, bloquea a su víctima y da por terminada su labor.

Sobre quienes contratan su servicio, su creador contó que “principalmente son mujeres las que se registran, pero también hay una buena cantidad de hombresSobre quienes contratan su servicio, su creador contó que “principalmente son mujeres las que se registran, pero también hay una buena cantidad de hombres

En la mayoría de los casos, con la certeza del engaño -o en verdad con la suposición de que su pareja sería capaz de concretar la infidelidad en los hechos, porque el servicio del evaluador nunca incluye conocer personalmente a la pareja de su cliente-, quienes habían contratado el servicio terminan separándose.

Desde principios de año cuando se creó, Loyalty-Test incorporó a 30 evaluadores, que al igual que los conductores de viajes compartidos, son libres de aceptar tantos o tan pocos clientes como deseen y fue utilizado por aproximadamente mil clientes ansiosos que no estaban seguros de la lealtad de sus parejas, según contó Balasingham a The New York Times.

“En un ecosistema de citas caótico que se vuelve aún más impredecible por lo fácilmente accesibles que somos para miles de personas en línea, no sería sorprendente que aquellos con problemas de confianza se sintieran justificados a recurrir a esquemas basados en la deshonestidad y la tergiversación, todo en nombre de proteger a sus corazones”, justificó el joven la iniciativa. Y agregó: “Nuestro mercado de citas se ha vuelto mucho más grande que antes, y noto a mi alrededor cómo eso hacía que la gente fuera un poco más infiel”.

Para contar con evaluadores y clientes, Balasingham publicó avisos en sitios de trabajo, y buscó micro influencers para promocionar el servicio. Además, publicó anuncios en el buscador Google con términos como “¿cómo puedo evaluar a mi marido?”.

Loyalty-Test es un sitio web que permite contratar un “simulador” de infidelidad para comprobar si la pareja le es infiel (Foto: Freepick)Loyalty-Test es un sitio web que permite contratar un “simulador” de infidelidad para comprobar si la pareja le es infiel (Foto: Freepick)

Para ser aprobado como tester, en tanto, sólo se necesita una cuenta de Instagram activa (no es necesario usar un nombre real) y un acuerdo para cumplir con los términos del sitio.

“Sólo tienen que aceptar la confidencialidad cuando se registran”, señaló Balasingham, quien agregó que los evaluadores no pueden revelar información personal de los clientes, ya sea sus nombres o ubicaciones exactas.

Sobre quienes contratan su servicio, contó que “principalmente son mujeres las que se registran, pero también hay una buena cantidad de hombres. Acerca de las tarifas, aclaró que “los evaluadores pueden establecer sus propios precios” y él se queda con el 10% de cada transacción.

“Quería ver de qué se trataba porque sé lo que se siente cuando te engañan. Entonces, si pudiera ayudar a evaluar a los novios de otras personas para ver si también me estaban engañando, no me enojaría”, contó una mujer de 23 años que vive en Jersey City, quien encontró originalmente el servicio mientras buscaba en internet formas de probar la lealtad de su propio novio. Y si bien no contrató a un evaluador, después de romper con su pareja ella misma se convirtió en uno en abril pasado.

La página permite a quienes desconfían de la fidelidad de su compañera o compañero contratar personas que simularán contactarlos por sus redes sociales con fines de conquistaLa página permite a quienes desconfían de la fidelidad de su compañera o compañero contratar personas que simularán contactarlos por sus redes sociales con fines de conquista

La mujer fue tester en el sitio web durante unos dos meses antes de desactivar su perfil, y reveló que aproximadamente la mitad de los hombres a los que probó respondieron con interés.

En total, hizo alrededor de 40 “pruebas de lealtad” por las que cobró entre 50 y 60 dólares para empezar. En promedio, estima haber ganado cerca de 500 dólares por semana.

Otro evaluador, Caden Redmond, contó al periódico estadounidense que cobra 100 dólares por prueba y realizó cinco desde que se unió al sitio esta primavera. Al estudiante universitario de West Palm Beach, Florida, algunas veces le basta con un intercambio de mensajes directos para cumplir su misión, mientras que otras veces son dos o tres días de conversación online. Él determina caso por caso lo que está incluido en su tarifa fija.

Pero tiene sus límites: sólo prueba a mujeres, no comparte ningún mensaje sexualmente explícito ni información privada de sus clientes y tampoco realizaría pruebas en nombre de nadie que conozca personalmente.