Misiones declaró monumento natural y de interés público a tres especies que forman parte de su biodiversidad en contraste con la intención de la oposición para derogar la ley que prohíbe el uso del glifosato a partir del año que viene.
En un mundo cada vez más afectado por la crisis climática y la pérdida de biodiversidad, Misiones, volvió a demostrar su firme compromiso con la protección de sus especies naturales y la conservación del medioambiente. La reciente declaración de tres nuevas especies como monumento natural y de interés público en la Cámara de Representantes es una clara señal de esta dedicación.
Durante la última sesión, los legisladores provinciales aprobaron una ley impulsada por Carlos Rovira, líder de la fuerza política que gobierna Misiones desde 2003. Esta ley protege al Escarabajo Arlequín (Acrocinus longimanus), el Saltamontes de la Selva Misionera (Orphula gracilicornis) y la planta herbácea Paspalum lilloi. La intención de esta normativa es clara: preservar, conservar y fomentar la reproducción de estas especies, esenciales para el equilibrio ecológico de la región.
Este compromiso legislativo contrasta fuertemente con las propuestas de la oposición, que recientemente intentaron derogar la Ley de Promoción de Bioinsumos, aprobada hace un año.
Esta ley, en su artículo 7, prohíbe el uso de glifosato en la provincia a partir de julio de 2025, una medida vital para la salud del suelo y de quienes trabajan la tierra. La propuesta de derogación presentada por los diputados opositores no solo revela una falta de sintonía con las necesidades ambientales de Misiones, sino también una desconexión con las preocupaciones de sus habitantes.
El contraste entre las dos fuerzas políticas es evidente. Mientras una apuesta decididamente por la vida, la protección del medioambiente y la salud de sus ciudadanos, la otra parece no encontrar un rumbo claro que atienda a los intereses reales de los misioneros. En un momento en que la conservación del medioambiente es más urgente que nunca, es fundamental apoyar y celebrar las iniciativas que buscan preservar la biodiversidad y promover prácticas agrícolas sostenibles.
Misiones ha dado un paso adelante al declarar monumentos naturales a estas tres especies. Este acto no solo simboliza la protección de la biodiversidad, sino también una declaración de principios: la vida y el medioambiente son prioridades innegociables. En tiempos de crisis ecológica, acciones como estas son faros de esperanza y modelos a seguir.
La apuesta de Misiones por la vida y la biodiversidad es un ejemplo inspirador para otras regiones del país y del mundo. Ojalá más legisladores y líderes políticos adopten una visión similar, priorizando la protección del medioambiente y el bienestar de las futuras generaciones. La preservación de nuestras especies naturales no es solo una responsabilidad, sino un deber ineludible. Misiones ha demostrado estar a la altura de este desafío.
Por Sergio Fernández
